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El mito de Hermafrodito y Salmacis, el origen del hermafroditismo

Es común escuchar términos hoy día cuyo origen se remonta a miles de años en el pasado; la cultura griega es una de las que más aporta al vocablo actual, dando luz a muchas de las palabras o dichos que se emplean de manera regular en la sociedad contemporánea. La palabra «Hermafrodita», acuñada en personas que tienen los órganos sexuales masculinos y femeninos, presenta su origen gracias a un mito de esta cultura.

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La historia de Hermafrodito

Dentro de la cultura griega, siempre hubo un romance latente entre Hermes (dios de la astucia y mensajero del Olimpo) y Afrodita (diosa de la seducción y el amor); aunque nunca llegaron a firmar su amor por medio de la unión en la perpetuidad. 

Hermafrodito fue el fruto de dicha relación de adulterio, tomando su nombre de la unión de sus progenitores. Afrodita se encontró apenada por el origen que tuvo su hijo, por lo que decidió enviarlo al monte Ida, en donde fue criado por un grupo de ninfas

Gracias a los dotes naturales de su madre, Hermafrodito creció siendo una persona de belleza innata, siendo admirado por quien fuese que lo viera; aunque no fue capaz de desarrollar el sentimiento de amor, que era intrínseco en la personalidad de Afrodita, volviéndose incluso tosco en ese sentido

‘Hermafrodito durmiente’ esculpido por Bernini, 1620.-

La historia de Salmacis

A sus 15 años, Hermafrodito decide irse del monte Ida para recorrer el mundo. Durante su viaje, el joven llega a un estanque en donde opta por bañarse. Luego de haberse desnudado, es observado por Salmacis, una náyade, también conocida como ninfa de agua

Al ver al muchacho, Salmacis queda completamente enamorada y se arroja sobre él; Hermafrodito se resistió, pero la ninfa se afianzó sobre el joven mientras pedía a los dioses que nunca los separase

La petición de Salmacis se cumplió y ambos se fundieron en un mismo cuerpo; no era hombre o mujer, era ambos. La razón de Hermafrodito tuvo un último deseo, les pidió a sus padres que quien se sumerja en dichas aguas, corra el mismo destino; así dio origen en la cultura griega al hermafroditismo, la condición de poseer miembros masculinos y femeninos a la vez. 

‘La metamorfosis de Hermafrodito y Salmacis’ – Jan Gossaert (1520).-

Origen del mito de Hermafrodito

La primera mención de la leyenda tuvo lugar en el libro de Ovidio, ‘Las metamorfosis’ del año 8 d. C.

Acá el fragmento que relata el mito: 

“«Aunque luches, malvado», dijo, «no, aun así, escaparás. Así, dioses, lo ordenéis, y a él ningún día de mí, ni a mí separe de él». Los votos tuvieron sus dioses, pues, mezclados, de los dos los cuerpos se unieron y una faz se introduce en ellos única; como si alguien, que juntos conduce en una corteza unas ramas, al crecer, juntarse ellas, y al par desarrollarse contempla, así, cuando en un abrazo tenaz se unieron sus miembros, ni dos son, sino su forma doble, ni que mujer decirse ni que muchacho, pueda, y ni lo uno y lo otro, y también lo uno y lo otro, parece. Así pues, cuando a él las fluentes ondas, adonde hombre había descendido, ve que semihombre lo habían hecho, y que se ablandaron en ellas sus miembros, sus manos tendiendo, pero ya no con voz viril, el Hermafrodito dice: «Al nacido dad vuestro de regalos, padre y también generatriz, que de ambos el nombre tiene, que quien quiera que a estas fontanas hombre llegara, salga de ahí semihombre y súbitamente se ablande, tocadas, en las aguas». Conmovidos ambos padres, de su nacido biforme válidas las palabras hicieron y con una incierta droga la fontana tiñeron»”. 

Con información de Triángulo Magazine / Reporte Índigo / Heraldo / Foto: Shutterstock

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