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Ares, el insaciable dios griego de la guerra

Ares, el insaciable dios griego de la guerra

En la mitología griega, el Olimpo estaba dominado por 12 dioses principales, siendo Zeus el rey de todos. Ares es una de las deidades con mayor poder, el representante de la guerra que fue venerado, temido y odiado por la antigua civilización. 

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¿Quién fue Ares? 

Ares es hijo de Zeus y Hera, los gobernantes del Olimpo. Nació en Tracia, cuando su madre se alejó de Zeus por el odio que sentía gracias a sus incontables aventuras adúlteras con dioses y mortales; dicho odio se traspasó a Ares y formó parte de la dura personalidad de la deidad. 

Más que ser el dios de la guerra, Ares era la representación del conflicto, la violencia y el uso abusivo de la fuerza bruta. Durante las mayores guerras de la antigüedad, no apoyó a un bando en concreto, lo único que le importaba era el derramamiento de sangre y el caos

Era representado como un guerrero nato. Vestía una armadura de bronce, siempre llevaba consigo una lanza cuya punta estaba llena de sangre y un escudo. Su trono en el Olimpo estaba cubierto de piel humana y sus símbolos más conocidos fueron las armas, antorchas, perros, águilas, pájaros carpinteros y buitres.  

Formó parte de la segunda generación de dioses luego de los titanes y fue el representante de la tercera generación de mortales, quienes vivieron en la Edad de Bronce y dejaron una estela de caos y sangre gracias al uso desmesurado de las armas. 

Amantes e hijos

Ares es uno de los dioses con mayor historial sexual en la mitología griega. Representa la virilidad masculina y contó con más de 40 amantes, con quienes tuvo más de 60 hijos

Dentro de todas las aventuras que tuvo, la más importante fue con Afrodita, diosa del amor que estaba casada infelizmente con Hefesto, dios artesano. Luego de varios amoríos, Hefesto se entera del adulterio que realizaba su esposa, por lo que les tiende una trampa

Durante un encuentro, el dios artesano cubre con una red invisible a Ares y Afrodita, quienes quedan atrapados cuando sale el sol. Hefesto les avisó de lo sucedido al resto de los dioses, quienes acudieron al lugar y se burlaron de los amantes

De dicho amorío nacieron también los dos hijos más famosos de Ares: Fobos y Deimos, hermanos gemelos que fueron personificaciones y representantes del miedo y el terror.  

Fundación de Tebas 

El legado más grande de Ares en el mundo no estuvo relacionado de manera directa con la guerra, sino con la fundación de la ciudad de Tebas

Luego de que Cadmo funda Cadmea, el sacrificio de una vaca debe llevarse a cabo y encomienda a varios de sus hombres para la búsqueda, pero estos no regresan. Cuando Cadmo decide aventurarse para ver qué sucedió, se encuentra con un dragón que los mató y venga a sus hombres asesinando a la bestia.

Dicho monstruo era hijo de Ares, quien estalla en cólera. Cadmo sembró los dientes del dragón, los cuales dieron a los espartanos como fruto. Cadmo, para calmar la ira de Ares, se casó con su hija, Harmonía, y fundó Tebas con la ayuda de los guerreros.   

Reputación dentro de la mitología 

Ares no gozó de la mejor reputación en la mitología. Era odiado por la mayoría de los dioses, esto gracias a su carácter impulsivo, agresivo y carente de inteligencia; todo lo contrario a su hermana Atenea, diosa de la sabiduría. Sus propios padres llegaron a repudiarlo, lo que provocó que la deidad fuera uno de los seres más solitarios entre sus iguales. 

En lo que respecta a los mortales, era más el temor que la admiración que sentían por Ares. El rechazo a la guerra formaba parte de la personalidad de los griegos, quienes no fueron muy devotos a la personificación del conflicto bélico. Hubo muy pocos templos en su honor, siendo los tracios el pueblo que mayor culto le rindió al dios ya que fueron una cultura bárbara que se desarrolló en el lugar de su nacimiento. 

Con información de Mitología / Dioses / Hablemos de Mitologías / Foto: Shutterstock

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