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¿Qué tiene que ver la rutina con las emociones?

¿Qué tiene que ver la rutina con las emociones?

Por Alexandra Lombardo| Seguramente en esta situación en la que nos encontramos, sienten que se han quedado sin herramientas para trabajar las emociones de sus hijos. Siempre le digo a las mamás que la vida diaria de los pequeños tiene sentido cuando existe una rutina y estructura. Y aunque no lo crean, esto está directamente relacionado con las emociones y la capacidad para regularse.

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¿Por qué lo digo?

Porque los niños en edad preescolar necesitan sentir que tienen control sobre su ambiente, y saber qué va a pasar, los hace sentir seguros. Aunque no lo crean, esto evita muchísimos berrinches y peleas a la hora de cumplir con algunas de sus responsabilidades, como guardar los juguetes para ir a bañarse o apagar la TV para irse a dormir. Especialmente porque ellos son muy sensibles a los cambios drásticos de rutina. Y justo ahora ¡estamos en una situación en la que ha habido demasiados!

Esta herramienta suele ser exitosa porque tener una rutina visual, con imágenes que señalen las diferentes actividades del día funciona como anticipación. Es decir, si ya el niño vio en su rutina que luego de ver TV viene bañarse, seguramente va a ceder más fácilmente porque está preparado. O si sabe que luego de hacer las tareas, podrá jugar un rato en la tablet, es probable que se sienta más motivado a terminarlas.

Además SIEMPRE recomiendo usar claves visuales o imágenes para la rutina porque favorecen la comunicación, y por lo tanto el seguimiento de instrucciones. Esto ocurre porque los niños, especialmente en edad preescolar, son pensadores visuales. Las imágenes ayudan a organizar la información, dándole una estructura más comprensible y aumentando las probabilidades de respuestas favorables… Y mi truco favorito es incluir caritas felices, estrellitas, dinosaurios, etc., para señalar las actividades ya logradas. Te va a sorprender lo motivado que va a estar tu chiqui a la hora de cumplir con sus tareas. Sobre todo si él mismo escoge sus stickers.
Cómo hacerlo y qué utilizar depende de la creatividad de cada quien y los materiales que tengan disponibles. Mi recomendación es que los incluyan a ellos en la elaboración.

Si bien suena un poco complicado o elaborado apegarse a una rutina tan estructurada, siempre es bueno empezar por hacer pequeños cambios. Al principio pueden enfocarse en la rutina de sueño que es la más importante de todas, ya que si no duermen bien, es mucho más probable que se encuentren irritables y tengan más baja tolerancia a la frustración, además de mostrarse resistentes al cambio. 

La forma de empezar esto es determinando una hora para el baño posterior de haber comido; un rato para hacer actividades relajantes como leer un cuento y luego acostarse a dormir. Es importante que lo mantengan igual todos los días. Como todo cambio requiere de un período de adaptación, toma varios días que la rutina quede completamente instaurada. Recuerda los niños se condicionan a todo lo que hagas de forma constante y repetida.

Además, es importante incorporar en la rutina actividad física y espacios para trabajar las emociones. Reconoce y valora sus emociones. Enséñale a identificarlas y darle un nombre. Es decir, poner en palabras lo que siente. Por ejemplo: “Es válido que te molestes. Mamá también se pone brava pero no debes golpear”. Plantéale posibles soluciones o alternativas a las situaciones que le generan frustración y molestia, y acentúale bastante su esfuerzo cuando logre autoregularse.

También puedes trabajar las emociones a través de cuentos y literatura infantil, actividades más artísticas y el juego libre, o simplemente espacios para compartir con ellos y escucharlos. Si bien ellos siempre juegan en casa, esta es una excelente herramienta para que tú como mamá entiendas lo que está sintiendo, que probablemente aún no sepa cómo expresar del todo, ya que los niños se refugian y se sienten seguros en el juego y por ello proyectan muchas de las cosas que sienten durante esos momentos.

Por último, y lo más importante es que recuerdes que tus hijos son como pequeñas esponjas y que siempre van a absorber la forma como mamá y papá se sienten. Si los ven todo el día preocupados, de mal humor, ansiosos, haciendo comentarios negativos y viendo noticias, así es como ellos van a sentirse. Si están en presencia de unos papas positivos, con buena actitud y con capacidad de adaptarse, esa es la forma como ellos van a comportarse. Mi recomendación es que veas todo lo que estamos viviendo como una oportunidad para enseñarles sobre la capacidad de adaptación y solución de problemas. Que entiendan que si bien las cosas son diferentes, no necesariamente quiere decir que esto sea algo malo.

Foto: Shutterstock

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