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El hombre que desató los demonios de Vincent van Gogh

El hombre que desató los demonios de Vincent van Gogh

Vincent van Gogh fue una de las personas más incomprendidas del mundo de las artes, con sus continuos episodios depresivos y su incapacidad de mantener estables las relaciones sociales, fue un pintor solitario. Tuvo dos personas importantes en su vida, su hermano Theo a quien le escribía constantemente y el pintor Paul Gauguin.

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En medio de una crisis emocional Van Gogh, le escribió a su hermano Theo “No es que me encuentre mal, pero terminaré por estarlo, sin duda alguna.” Para el momento, Vincent vivía en la Casa Amarilla, donde había acondicionado un cuarto con esmero para Paul Gauguin, quien pronto llegaría a su encuentro.

Un 20 de octubre de 1888 llegó Paul Gauguin a Arles, un excéntrico pintor que había abandonado a su esposa, sus hijos y su carrera como comerciante para dedicarse exclusivamente a la pintura. Ante esta situación Vincent le escribió a Theo “Por un momento tuve la sensación de que me iba a enfermar, pero la llegada de Gauguin me ha distraído tanto que estoy seguro de que se me pasará”.

El choque de personalidades

Van Gogh estaba inmensamente emocionado por la visita de Paul, ambos vivían juntos y se manejaban económicamente con el dinero que les enviaba Theo. Se repartían las tareas del hogar y se dedicaban a pintar incansablemente, Paul representaba un impulso creativo increíble para Vincent.

Ambos pasaban el día pintando y luego por las noches visitaban los bares y algunos burdeles (Paul siempre fue un hombre mujeriego), este ritmo poco a poco fue agotando emocionalmente a Vincent.

Al poco tiempo de convivencia comenzaron a relucir los inconvenientes entre las dos personalidades. Eran rivales en la pintura, ambos tenían sus manías y estilos diferentes.

Para intentar llevarse mejor con su amigo quien era un fuerte crítico, Vincent pintó “Recuerdo del Jardín de Etten” bajo sus directrices, las opiniones de Paul en lugar de ayudarlo estaban aumentando su inseguridad.

Un pedazo de oreja perdido tras un ataque de locura

Luego de meses de convivencia, Vincent decidió escribirle a su hermano “Las discusiones son electricidad excesiva, salimos siempre con la cabeza fatigada, como una batería después de la descarga”.

Una de las tantas noches de bares y peleas, Paul salió a caminar por el parque cuando escuchó los rápidos pasos de Van Gogh quien lo perseguía con una navaja, cuando de repente toda la violencia cambió de dirección y se cortó parte de su oreja izquierda.

Esta escena fue lo que le puso fin a la relación entre Paul y Vincent Van Gogh.

Hundido en la locura

Tras el ataque nervioso sufrido por Van Gogh su hermano Theo decidió ir a cuidarlo. Su hermano había quedado sumergido en un mundo de alucinaciones y paranoias. Al poco tiempo debió volver con su familia y lo dejó en manos de los doctores, quienes le dieron de alta.

Cuando los doctores lo dejaron salir, él no quería volver. Se sentía arruinado, no confiaba en sí mismo, le temía  a sus vecinos. Así que le rogó a su hermano Theo que buscara un lugar en donde internarlo para que pudiera vivir más tranquilo.

Un soplo de aire fresco

El 8 de Mayo de 1889 Van Gogh entró al Asilo de Saint Paul de Mausole, donde pintaba en los jardines y aprendió a convivir con los cuidadores. Durante su estadia en el “Mercurio de Francia” apareció una crítica positiva sobre su trabajo, poco después la pintora Anne Bloch compró su cuadro “La Viña Roja”.

Las cosas parecían marchar bien, así que decidió con el permiso de su hermano hacer un viaje al norte. Allí experimento las crisis nerviosas más terribles de su vida, pintaba autorretratos cuando tenía momentos de lucidez.

El expresionismo se  apoderó de sus pinturas y los colores comenzaron a variar, los trazos profundos, los cuervos y los cipreses se apoderaron de sus obras.

El misterio sin resolver

Van Gogh afrontaba una terrible crisis, una lucha constante con su realidad y de un momento a otro decidió terminar con su vida. La noche del 27 de julio decidió darse un tiro en el pecho.

Aún con esperanzas de vida, el doctor Gachet intentó salvarlo. Theo llegó a visitarlo y encontró a su hermano sumergido en una tranquilidad inquietante, fumando pipa sin parar Van Gogh se despidió del mundo un 29 de julio de 1890.

Esta es sólo una de las versiones que rodean la muerte del artista, puesto que hay numerosas hipótesis sobre lo sucedido esa noche.

Con información de: Grandes Protagonistas de la Humanidad: Vincent Van Gogh- Editorial Carvajal / Imagen: Shutterstock

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