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El origen de la frase «Pensar en la inmortalidad del cangrejo»

El origen de la frase «Pensar en la inmortalidad del cangrejo»

“Pensar en la inmortalidad del cangrejo” es una frase comúnmente utilizada en Hispanoamérica para dar a entender que un sujeto está ensimismado, somnoliento o distraído, pero… ¿de dónde sale la frase?

INTERESANTE

¿Qué significa “pensar en la inmortalidad del cangrejo”?

La frase se utiliza para referirse al estado de distracción absoluta de una persona. Cuando alguien se sumerge en un mundo particular y no está activo en una conversación, se le dice que “está pensando en la inmortalidad del cangrejo”.

Tambien se utiliza para hacer referencia a la necesidad de distracción, cuando una persona se encuentra en estado de estrés, suele decir: “me voy a pensar en la inmortalidad del cangrejo”.

Otro uso frecuente de la frase, viene del intento de sacar a una persona del ensimismamiento, al preguntar: “¿Estás pensando en la inmortalidad del cangrejo?”

Cada cultura utiliza la frase según su parecer, lo cierto es que resulta muy versátil.

Ahora, ¿Los cangrejos son inmortales?

No. Los cangrejos viven normalmente entre 3 y 18 años. Hay especies que en su estado natural y sin intervención humana pueden llegar hasta los 30 años.

Según la mitología griega, Zeus mantuvo una conversación una vez con un cangrejo, quien le explico que ellos eran inmortales porque no caminaban de frente, sino de lado, y así engañaban al tiempo que nunca los hacía envejecer.

Científicamente, antes se creía que eran casi inmortales gracias a su exoesqueleto que recubre todo su cuerpo. Esta especie de “armadura” los protege casi totalmente de muchísimos riesgos, resguardando sus órganos internos. Cada vez que se lastiman o pierden algún miembro (que no sea las tenazas principales), el exoesqueleto se regenera, por lo que pensaban que se regeneraban eternamente.

El exoesqueleto se va adaptando a cada cambio físico del cangrejo y cuando comienza a crecer demasiado, el animal lo abandona y comienza a generar otro que se adapte a sus nuevas condiciones físicas. Mientras más crece, más modifica su exoesqueleto lo que para algunos puede interpretarse como un “ciclo sin fin”.

Con información de: SabiduríaEnEscalera | Foto: Tatyana Domnicheva / Shutterstock

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