El movimiento punk comenzó en la década de los 70 y se caracterizó por su particular estilo de la moda. Aunque la baronesa Elsa von Freytag-Loringhoven murió mucho antes de esto, es considerada la primera mujer punk de la historia.
A comienzos de la década de los 70, la escena musical estaba dominada por bandas como Led Zeppelin o The Carpenters; pero, algunos aficionados musicales consideraban que estas eran muy “mainstream” (de la cultura popular) y querían algo diferente…
Este rechazo a la cultura pop originó los estilos insignia de bandas como Sex Pistols y Ramones, quienes son considerados los pioneros en este género y/o movimiento.
Sus decisiones a la hora de vestir buscaban ser lo más antimoda posible para ser considerados de mal gusto. Esta tendencia es lo que recuerda a la baronesa Elsa von Freytag-Loringhoven.
Elsa era hija de Ida Marie Kleist y Adolf Plötz. Su infancia y adolescencia estuvieron muy marcadas por la terrible relación que tenía con su padre, quien la maltrataba, lo cual influiría mucho en su lucha contra las estructuras patriarcales a través de su arte.
Cuando muere su madre, Elsa se da cuenta de que no puede continuar viviendo bajo el mismo techo que su padre y decide huir a Berlín buscando una mejor vida. Al llegar a la capital del Imperio alemán, Elsa comienza a trabajar en un cabaret como modelo para escultores y artistas en general, y también comienza a ejercer como trabajadora sexual. A raíz de esto, Elsa contraería sífilis y gonorrea, pero se dice que ella veía sus padecimientos como una fuente de provecho para su arte.
En una de sus aventuras nocturnas, Elsa conoce al arquitecto August Endell, quien sería el responsable del interés de Elsa por la pintura y se convertiría en su primer marido. Al cumplir los 30, Elsa se divorcia del arquitecto para contraer matrimonio con Felix Paul Greve, quien era escritor, y que además fue notoriamente inspirado por Elsa para así incursionar en la literatura erótica. Sin embargo, se dice que muchos de sus escritos en este género eran cartas que ella escribía para él, y que Felix decidió publicarlas como si él fuese el autor.
En 1910, Elsa, quien ya estaba divorciada nuevamente, viaja a los Estados Unidos y es allí donde aumenta su pasión por la escritura, especialmente los poemas. Tres años después de llegar al continente americano, vuelve a casarse y esta vez es con el barón Leopold von Freytag-Loringhoven, quien le da el título por el que es más recordada: baronesa.
Es en marzo de 1917 que Elsa revolucionaría el arte para siempre. El pintor George Biddle le había pedido que fuese su modelo para un desnudo. Cuando el artista le pidió a la baronesa que se desnudara, ella no titubeó y se quitó la gabardina que cubría su cuerpo. El pintor cuenta, que Elsa estaba desnuda, pero estaba cubierta por “un sujetador hecho con dos latas de tomate y una cuerda verde, y una pequeña jaula para pájaros que contenía un canario con aspecto apenado y que llevaba colgado del cuello”. Esta anécdota se puede interpretar en la actualidad, como una acción pionera y prematura de lo que luego conocimos como movimiento punk.
Es en este período de su vida que, la ahora baronesa, adquiere un estilo de vida según el dadaísmo, que era un movimiento cuyo fin principal consistía en ir en contra de todas las estructuras artísticas del momento, lo que terminaba convirtiéndolo en un movimiento artístico al final.
A través del dadaísmo y el surrealismo, Elsa conoce a Marcel Duchamp y a Man Ray, quienes se convertirían en sus colegas y amigos. Ambos artistas son considerados los principales representantes del movimiento dadaísta.
Aunque sus amigos y colegas alcanzan un significativo reconocimiento a nivel mundial, Elsa va quedando poco a poco en el olvido y decide volver a Berlín. Allí decide pedir una visa para viajar a París, la cual le es negada repetidamente. Sin embargo, Elsa decide ir personalmente a la “oficina de extranjeros” usando un pastel como sombrero y pedir nuevamente el visado que finalmente obtendría.
La baronesa estaba distanciada de sus seres queridos y se encontraba muy sola en la gran urbe parisina, solo contaba con la compañía de su perro Pinky. Una tarde decidió que ya era demasiado y abrió el gas de su departamento. Se dice que abrazó a su perro y simplemente murió ahí junto con él. No hubo cartas de despedidas ni algún deseo final.
Aunque la era punk se inició en los años 70, es inevitable asociar el movimiento con la baronesa. Elsa estuvo casada en tres ocasiones, pero aún así el mensaje que ella siempre quiso dar, es que no le pertenecía a nadie y que era dueña de su propio destino. Mujer punk o no, Elsa von Freytag-Loringhoven mantuvo su lema de independencia y autosuficiencia hasta el último día de su vida.
Con información de: Vinilo musical / Web Archive / Wide Walls / El Mundo / Arte España / Yorokobu / Foto: Wikimedia
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