¿Quién no ha «perdido los estribos» alguna vez? Todos hemos tenido esos momentos en los que la paciencia se nos escapa de las manos y nos dejamos llevar por la furia. Pero, ¿alguna vez te has preguntado de dónde proviene esta curiosa expresión? Ponte cómodo, porque vamos a descubrirlo.
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Impacientarse mucho y desbarrar; hablar u obrar fuera de la razón.
según el Diccionario de la Real Academia
Un origen caballeresco
Para entender el origen de «perder los estribos», tenemos que viajar en el tiempo, hasta la época de los caballeros y sus valientes corceles. Los estribos son esos soportes en los que los jinetes colocan los pies para mantener el equilibrio mientras cabalgan. Imagina lo que pasaría si un caballero, en medio de una batalla o una carrera frenética, perdiera los estribos. ¡Desastre total! Sin el soporte adecuado, perdería el control del caballo, y probablemente terminaría en el suelo. De ahí, «perder los estribos» se asocia con perder el control, especialmente en situaciones de estrés o enojo.
De los Caballos a la Vida Cotidiana
Aunque hoy en día no vamos por la vida montados en caballos (a menos que seas un jinete de rodeo o vivas en un rancho), la expresión ha sobrevivido y se ha adaptado a nuestros tiempos. Decimos que alguien «pierde los estribos» cuando se enoja tanto que pierde la compostura. Es esa explosión emocional que nos hace decir o hacer cosas que normalmente no haríamos.
¿Y tú, has perdido los estribos?
No te preocupes, todos hemos pasado por eso. La próxima vez que te sientas al borde de perder los estribos, recuerda que hasta los más valientes caballeros han tenido sus momentos de debilidad. Y quién sabe, quizás recordar esta historia te ayude a mantener la calma.
«Perder los estribos» es una expresión que nos conecta con el pasado, recordándonos la importancia de mantener el control, incluso en los momentos más difíciles. La próxima vez que escuches o uses esta frase, piensa en esos caballeros y sus caballos, y en cómo una simple pérdida de equilibrio puede cambiar todo.
Con información de: fundacionlengua / aulafacil | Foto: Estribos / Shutterstock
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Autor:
Daniel G.
