En la cultura griega se concibieron ideas que aún hoy en día tenemos establecidas como conceptos fundamentales. Es la inteligencia y reflexión de esta cultura, lo que llevó a buscar respuesta de todo lo que conocían, además de investigar y describir más allá de lo superficial; es por esto que uno de los pensamientos más recurrentes para ellos fue el amor.
Todos podríamos decir que tenemos nuestro propio concepto de amor, al igual que cierto acuerdo universal respecto a su significado. Pero, los griegos, gracias a su capacidad indiscutible para definir lo abstracto, poseen diversas concepciones de este sentimiento que mueve al mundo.
Como resultado de esta búsqueda, emprendida para definir ese sentimiento, surgió una cantidad indeterminada de tragedias, historias, comedias, líricas, relatos, entre otros repletos de pasión, ternura, sensualidad y hasta interés para conceptualizar y dar explicación al amor.
Considerado gracias a la gran cantidad de características que lo rodean, un sentimiento influyente en nuestras acciones, palabras, decisiones; es decir, de nuestra forma de vida, la cultura griega desglosa este concepto en varias partes fundamentales, que nos ayudan a comprender su significado otorgado hace ya muchos años.
Gracias a su experticia en el tema los griegos, realizando una especie de experimentos dentro de su propia cultura, lograron definir este sentimiento desde distintos puntos de vista y bajo diferentes parámetros. Para ellos, el amor se dividía en cuatro grandes aspectos o definiciones: Eros, Storge, Philia y Ágape.
El amor según Eros
Una de las más famosas representaciones del amor según la mitología griega es la del dios Eros; específicamente este representa al amor carnal, el sentimiento alineado hacia lo pasional y lo erótico. Es conocido como el dios del amor romántico, la pasión y la impulsividad, asociado a las infidelidades y al sentimiento de forma efímera y pasajera.
El amor que representa Eros, es aquel que se consigue al inicio de una relación, donde la curiosidad, la experimentación y la pasión están siempre presentes. Pero, este tipo de amor inicial, no solo tiene que ser fugaz o pasajero, también está considerado como la semilla para un amor más profundo; el primer paso para pasar a otra categoría de este sentimiento.
El amor según Storge
Los griegos lo definen como el asociado a la lealtad; es el amor fraternal, amistoso y comprometido. Es la categoría que debe trabajarse, que no es efímera, sino que lleva años su ‘siembra’ y ‘cosecha’, este es el amor que crece con el paso del tiempo y está directamente relacionado con la familia y las amistades.
Se caracteriza por ser de carácter fiel y protector, por implicar compromiso y esfuerzo. A diferencia del amor Eros, no está cerca de ser pasional o impulsivo; más bien es un amor reflexionado y pensado, no solo se relaciona con otras personas, sino también con el sentimiento asociado a las mascotas.
Al ser un amor que implica compromiso se puede definir al mismo tiempo como el sentimiento que conlleva al cuidado mutuo, o que es producto del cuidado mutuo; es decir, pueden suceder ambas situaciones. Es por esto que los griegos afirmaban que el ‘Amor Storgé’ ocurre de forma progresiva.
El amor según Philia
La cultura griega definió este amor como el que existe entre los amigos, el amor al prójimo, aquel que busca el bienestar de todos. Este fue concebido como el amor que se manifiesta mediante el respeto, la cooperación, la solidaridad, la tolerancia y el compañerismo.
Es por su carácter en pro del bien común, que se considera como una de las categorías más importantes y hermosas que existen. No involucra un sentimiento pasional o sexual, sino más bien fraternal, referente al otro y a su cuidado.
Se caracteriza por ser desinteresado, es el tipo de amor que nos impulsa a ser amable con otros y a poder trabajar en conjunto con un objetivo en común. Se ejemplifica sobre todo en las amistades duraderas y llenas de afecto, en aquellas que tuvieron origen muchos años atrás y se mantienen con el tiempo, sin debilitarse y sin implicar ningún tipo de aspecto pasional.
El amor según Ágape
Los griegos concibieron a Ágape como el amor puro, el más incondicional, diferente a todas la categorías anteriores. Lo definen como el amor cuya prioridad no solo es el bienestar de ser amado, sino que busca nutrir, ser generoso; es consciente de lo que nos rodea y de sus deberes, un amor de índole espiritual.
Se diferencia por tener un carácter universal, gracias a que es un sentimiento que se puede tener por una persona, un animal, una cosa, un espacio, una deidad o hasta un momento específico de nuestra vida. No posee características pasionales o carnales, proviene del interior del ser, del ‘alma’.
Es una clase de amor que no busca ni el bienestar ni el placer personal, sino que por el contrario se alegra o, mejor dicho, se fortaleza al ser repartido y entregado. Es gracias a esto que se considera un amor sensible, tierno, cuidadoso, amable, puro y sincero.
Por Daniela Iglesias Ribeiro | @Danielair_ | Culturizando
Con información de: SIGNIFICADOS | NUEVA MUJER | Foto: Shutterstock
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