La mitología griega se caracteriza por la gran cantidad de historias, leyendas y mitos que los dioses griegos inspiraron con sus aventuras y especialmente sus relaciones amorosas. Uno de los mitos más populares es la historia de amor y tragedia por la obsesión del dios Apolo por la ninfa Dafne…
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Apolo era uno de los principales dioses del Olimpo, hijo de Zeus y de la hija de titanes Leto. Era el dios del Sol, la lógica y la razón, de las artes y la música; dios de la muerte súbita, de las plagas y enfermedades, pero también de la curación y la protección contra las fuerzas del mal.
El hermano gemelo de Artemisa, tuvo muchos amores -tanto mujeres como hombres-, y como producto de ellos tuvo alrededor de más de 20 hijos.
Una de las historias de amor más icónicas del dios fue la que tuvo con la ninfa Dafne, quien era hija de la diosa Gea con el dios del río Peneo; otras versiones establecen que su padre fue otro dios del río: Ladón.
‘Apolo y la serpiente Pitón’ (1636 – 1637). Museo del Prado – Imagen: Pedro Pablo Rubens, pintor.-
La flecha de Eros…
Luego de nacer, el dios Apolo se trasladó a la isla de Delfos para asesinar a una serpiente Pitón que había sido enviada por la diosa Hera para evitar el nacimiento del dios y su hermana gemela… una vez en la isla, el dios logra matar a la gran serpiente con “mil flechas”, según cuenta el poeta Ovidio en su libro Las metamorfosis.
El poeta relata que el dios, tras matar a la serpiente, orgulloso de su victoria sostiene su mirada sobre el dios Eros (Cupido), quien sostenía un arco y una flecha, a lo que Apolo le dice:
“Dime joven afeminado: ¿Qué pretendes hacer con esas armas? Solo mis hombros son dignos de llevarlas. Mis flechas son capaces de causar heridas a animales salvajes y enemigos feroces. Flechas que recientemente mataron a la Pitón… Estarás satisfecho con tan solo provocar algunos amores con tu fuego, sin reclamar mis honores”.
‘Apolo y Dafne’ (1615 – 1620). Wikimedia – Imagen: Francesco Albani, pintor barroco.-
Acto seguido a las palabras de Apolo, Eros toma una de sus flechas con punta de oro y la dispara hacia Apolo, lo que causó que se enamorara perdidamente de la ninfa Dafne… una segunda flecha -esta vez con punta de plomo- es disparada hacia la ninfa; sin embargo, la flecha causó como efecto la huida de la dríade y el rechazo absoluto hacia el dios…
El deseo y la pasión que Apolo sentía por la ninfa lo llevaron a perseguirla y a rogarle que se quedara a su lado, que él no pretendía hacerle daño, pero Dafne continuaba rechazándolo…
Dafne y el árbol de laurel…
Dafne seguía huyendo del dios, pero cada vez más agotada y con Apolo más cerca de alcanzarla, decide pedir ayuda a su padre en las aguas de Peneo. Citando nuevamente a Oviedo en su obra Las metamorfosis:
“¡Ayudadme padre! ¡Abre la tierra para encerrarme, o cambia mi forma, ¡es lo que me ha llevado a estar en peligro! ¡Déjame ser libre de este hombre de ahora en adelante!…”.
“Un profundo entumecimiento se apoderó de sus extremidades, una corteza delgada se cerró sobre su pecho, su cabello se convirtió en hojas, sus brazos en ramas, sus pies tan rápidos hace un momento atrás quedaron atrapados en raíces de crecimiento lento, su rostro desapareció en dosel. Solo su impactante belleza quedó”.
‘Apolo y Dafne’ (1908). Wikimedia – Imagen: John William Waterhouse, pintor.-
Apolo logra alcanzarla, pero ya es muy tarde… La ninfa estaba completando su transformación en un árbol de laurel. El dios apoyando su mano en el tronco siente el corazón de la ninfa aún latiendo, entonces declara:
“Aunque no puedes ser mi esposa, serás mi árbol. ¡Oh, Laurel! Te acompañarán por siempre mi cabello, mi cítara y mi carcaj. Tú coronarás a los generales del Lacio cuando una voz cante alegremente el triunfo y el Capitolio sea testigo de las grandes procesiones”.
Apolo prometió que las hojas de laurel adornarían su cabeza y la de aquellos guerreros, atletas, poetas y cantores que triunfaran – ‘Apolo y Dafne’. Wikimedia – Imagen: Obra atribuida a Piero del Pollaiolo, pintor renacentista.-
Al escuchar estas palabras, Dafne dobla sus ramas como muestra de aprobación. Apolo usó sus poderes de eterna juventud e inmortalidad para mantener al árbol siempre verde.
Cuenta la leyenda que el dios elaboró la primera guitarra con este árbol, conservando su origen femenino mediante las líneas curvas de su cuerpo y también la tendencia de volverse a menudo caprichosa e imprevisible.
Diversas interpretaciones han surgido de esta historia de amor y tragedia, de castidad y sexualidad… Dafne y Apolo generaron una fuente de inspiración en diversos artistas tanto en el área de la pintura como en la escultura; y también en la poesía y la ópera.
Con información de: Mitos y relatos | Navegando con Mercurio | Red historia | Mitos y leyendascr
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Autor:
Deivis González
