La motivación es el conjunto de factores internos o externos que determinan en parte las acciones de una persona.
Es palabras más sencillas, es la fuerza interior con la que podemos progresar y lograr lo que queramos.
La automotivación es ponerle entusiasmo a nuestra vida para hacerla más llevadera, haciendo énfasis en lo bueno y no prestándole demasiada atención a lo que nos desagrada.
Uno de los primeros pasos para automotivarse es averiguar qué te apasiona y establecer unos objetivos para conseguirlo, porque las personas sin metas tienden a desmotivarse más rápido.
Prueba estas nueve técnicas para motivarse:
Piensa en positivo
Para empezar con buen pie hay que generar pensamientos positivos de donde nazcan la confianza, la paciencia y toda esa serie de herramientas que nos ayudarán a avanzar.
Un truco sencillo para ir construyendo esta atmósfera optimista es simplemente levantarse con la sonrisa puesta cada día, así no tengas ganas.
También debes vigilar lo que piensas porque a cada pensamiento le sigue un sentimiento y a éste una acción. Si piensas que algo no va a salir bien, es muy probable que consigas -inconscientemente- que no salga bien.
Es necesario hacer higiene mental, practicar meditar cada día y ser capaces de no engancharnos a pensamientos negativos.
Al igual que cuidas tu casa, y no quieres que en ella exista nada fuera de lugar, cuida tu mente, no permitas que en ella habiten pensamientos que te desmotiven. Es un hábito y se puede cultivar igual que cualquier otro.
Una mente negativa nunca te dará una vida positiva.
Escucha cosas positivas por las mañanas
Las primeras horas del día son muy importantes y por lo tanto han de ser lo más positivas posible.
Es factible que al escuchar información negativa por las mañanas tu día se vea influenciado y por lo tanto tu motivación. Mejor deja las noticias para la tarde o cuando ya tengas realizadas las cosas realmente importantes.
Lo quieras o no, todo lo que pase desde el momento en que nos levantamos tendrá una influencia directa sobre nuestro nivel motivacional. Así que intenta que las primeras horas transcurran en lo posible sin mayores complicaciones.
Recompénsate
El éxito de nuestro cometido es la gran recompensa. Cuando el éxito se produce, compensan todo el tiempo, trabajo o esfuerzo que le hemos invertido.
A veces, la satisfacción de un trabajo bien hecho sirve por sí sola, pero no está de más complementarla con algún detalle hacia nosotros -como un baño relajante, una tarde en el cine o de una siesta reconfortante-.
Esto depende por completo de los gustos, la creatividad y las circunstancias personales de cada quien.
Haz ejercicio
El ejercicio físico provoca la liberación de dopamina, la conocida hormona de la felicidad. Practicar ejercicio a diario y sobre todo al empezar el día te hará verlo de otra manera.
Cuida tu cuerpo, regula o enriquece tu vida afectiva y mantén el equilibrio entre los planos mentales, físicos y emocionales.
Aprende algo nuevo cada día
Dedica una hora al día a aprender alguna nueva habilidad, seguro que hay multitud de cosas que no sabes hacer o que puedes mejorar.
El aprendizaje de nuevas habilidades aumenta nuestro sentido de valía y mejora el autoconcepto.
Encuéntrale el gusto a lo que haces
Si no tenemos la oportunidad de seguir nuestra pasión o dedicarnos a algo que nos guste, siempre es posible encontrarle el gusto a lo que hacemos.
Podrías pensar en lo bien que te sientes al hacerlo, en lo mucho que aprendes, o en cómo ello te permite ayudar a los demás.
Ponte metas
Las metas son otra gran forma de automotivarnos porque nos dan una razón para seguir adelante, nos ayudan a enfocarnos y nos representan un desafío.
Y para que estos objetivos sean efectivos es necesario que sean retadores –dentro de nuestras posibilidades- y que sean establecidas por nosotros mismos o, en todo caso, con los que estemos de acuerdo.
Define metas grandes y generales que te ayuden a establecer un rumbo en la vida –por ejemplo: ser económicamente independiente-; y metas pequeñas y específicas que te ayuden a ganar confianza y medir tus progresos –por ejemplo: aumentar tus ingresos en un 10% para el próximo mes-.
Reconoce lo que has avanzado o logrado
Si nuestra motivación disminuye en el camino, una forma de recuperarla es considerar todo lo que ya hemos avanzado o logrado hasta el momento.
Cuando te sientas desmotivado, toma un minuto para reconocer el camino transitado hasta la fecha y que tirarías a la basura si decides declinar.
Agradece los fracasos para aprender de ellos
Las personas exitosas saben que de vez en cuando el juego de la vida nos va a enviar al suelo.
Ante los problemas o dificultades que se nos presenten el camino podemos lamentarnos, sentirnos mal y dejar que nos debiliten, o tomarlos como un desafío y hacer que nos sirvan de impulso para seguir adelante.
Recuerda que en los momentos agradables se disfruta y en los difíciles se aprende a ser mejor.
El día que no disfrutes lo que haces plantéate un cambio.
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