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¿Seguirías consejos de Nicolás Maquiavelo? Aquí tienes las enseñanzas de 'El Príncipe'

¿Seguirías consejos de Nicolás Maquiavelo? Aquí tienes las enseñanzas de ‘El Príncipe’

Una de las figuras más importantes del renacimiento, conocido por su particular forma de ver el mundo, decidió analizar el sistema y se dio cuenta de que «sólo los malos triunfan» e hizo una lista de consejos para los «buenos» ¿Será cierto esto? ¿Cuáles son los consejos? Aquí te contamos todo.

¿Quién fue Nicolás Maquiavelo?

Nicolás Maquiavelo (1469-1527) fue un destacado filósofo, escritor y diplomático italiano del Renacimiento, conocido principalmente por su obra El Príncipe.

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Nacido en Florencia el 3 de mayo de 1469, su carrera política estuvo marcada por su servicio como funcionario y diplomático en la República Florentina. Maquiavelo es célebre por sus análisis sobre la naturaleza del poder y la política, promoviendo una visión pragmática y a veces cínica del liderazgo.

Su obra El Príncipe, escrita en 1513, ofrece consejos sobre cómo los gobernantes pueden mantener el poder, incluso utilizando métodos considerados inmorales si es necesario. Esta obra le ha ganado tanto admiración como controversia, y ha influido profundamente en la teoría política moderna.

Maquiavelo murió 21 de junio de 1527 en su natal Florencia.

Su obra maestra: El príncipe (1513)

Fue su libro más famoso y polémico de todos. Maquiavelo era un pensador muy importante y le apasionaba la política, al hacer un profundo análisis se dio cuenta de que las personas «puras de corazón» no llegaban muy lejos, eran aquellos con malicia y astucia los que lograban su cometido, por lo que decidió escribir un libro que explicara todo esto.

«A veces, lo que parece virtud es causa de ruina»

Nicolás Maquiavelo.

El filósofo insiste que las buenas acciones deben estar controladas por el sentido común, y que nada se gana actuando únicamente con base en los principios.

¿Podemos aprender de los tiranos?

Maquiavelo explica en su libro, que las personas poderosas dejan a un lado los principios y actúan con fuerza y violencia de ser necesario. Abandonan los valores y se dejan llevar únicamente por los instintos y las ansias de control y estatus.

Los malos estudian cuidadosamente técnicas de manipulación y de persuasión, para hacer que las masas los obedezcan aun cuando sus motivaciones no están motivadas precisamente por el bien.

El filósofo se dio cuenta, que las personas que buscan actuar de la manera más justa y positiva posible, son las que son doblegadas y tratadas como subordinados. Maquiavelo no está en contra de la bondad ni de la solidaridad, pero insiste en la necesidad de reformar el comportamiento.

«Los hombres son tan simples que aquel que engaña encontrará siempre quien se deje engañar» dice en el capítulo XVIII de El príncipe.

¿Cómo evitar ser engañado o ser doblegado? Hacer el bien de corazón pero no ser excesivamente devoto de actuar conforme a los principios.

¿Cómo podemos interpretarlo? Hacer el bien pero siempre manteniendo un porcentaje de sentido común.

Maquiavelo es muy criticado por su pensamiento puesto que para algunos, “promueve la maldad”, pero su misión era mostrarle al mundo qué se puede aprender de los tiranos, no convertirse en un tirano. 

La historia de Jesús es el origen de la obsesión por “hacer el bien”

Una de las premisas de Maquiavelo, es que el mundo está obsesionado por la figura del hombre nobel y sumiso, por la historia de Jesús de Nazareth, quien actuaba de forma noble y desinteresada.

Un hombre quien –según cuenta la Biblia- daba sin pedir nada a cambio y actuaba únicamente para hacer el bien. La iglesia se encargó de repetir esta historia constantemente hasta que se convirtió en un modelo de comportamiento, en el que todos los que deciden actuar como él, se vuelven sumisos y mártires.

Maquiavelo explica, que si bien Jesús fue un hombre muy noble y querido por el pueblo, vivió terribles humillaciones y torturas hasta el día de su muerte y que es un patrón que no debería repetirse. 

«Si los príncipes de las naciones cristianas, hubieran mantenido la religión conforme a la doctrina de su fundador -Jesús de Nazareth-, los estados y las repúblicas cristianas estarían mucho más unidas y serían mucho más felices de lo que son…” insiste Maquiavelo.

«Los hombres siguen casi siempre el camino abierto por otros y se empeñan en imitar las acciones de los demás».

Nicolás Maquiavelo.

Una de sus premisas, es que el hombre actúa en cadena, como un rebaño. Son pocos los que realmente luchan por sus ideales y estos suelen ser los «malos y tiranos». Si los «buenos de corazón» se atrevieran a actuar con fuerza por sus ideales, el mundo sería distinto.

¿Cómo podemos ser mejores?

Aunque pueda parecer irónico, Maquiavelo asegura que las personas de las que más tenemos que aprender son aquellas a las que consideramos despreciables.

Todos los líderes poderosos, que pueden ser vistos como terribles tiranos, dominan un arte único: la manipulación. Su malicia y su perspicacia son los ingredientes perfectos para lograr lo que desean: el poder.

El filósofo insiste en que las acciones deben estar guiadas por el deseo de ser efectivo, más que por los ideales de ser considerado noble o bondadoso.

¿Qué significa esto? Maquiavelo no está en contra de las buenas acciones, pero asegura que se necesitan habilidades fuertes para lograr los propósitos. No es suficiente soñar con un mundo mejor, hay que tener el valor de salir y luchar por los ideales.

Las malinterpretaciones son frecuentes al leer a Maquiavelo

«El Príncipe» es uno de los libros más polémicos y criticados del mundo, porque algunos piensan que con sus ideas busca fomentar la maldad y la tiranía, la rebelión y la desobediencia, pero no es así.

«Maquiavelo no era maquiavélico, y los maquiavélicos no son lectores intensos ni perspicaces de Maquiavelo.» explica Ramin Jahanbegloo, un filósofo iraní conocido por sus tendencias democráticas y su política de la no-violencia.

Maquiavelo únicamente insiste en la necesidad imperativa de actuar por nuestros ideales con tanta fuerza como lo hacen nuestros enemigos. Jahanbegloo lo describe así:

«La política se orienta hacia la acción, y, para que la acción sea posible, los hombres deben desempeñar su papel. Es posible empezar de nuevo siempre que los seres humanos actúen unidos y en política, y esa es la convicción más profunda de Maquiavelo.»

Con información de El Príncipe -Nicolas Maquiavelo  | El País | Biblioteca Virtual de Ciencias Sociales

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