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Frida y Trotski, ¿amantes?

La famosa pintora mexicana Frida Kahlo y el revolucionario político ruso León Trotski, son personajes muy conocidos de la historia moderna. Ambos protagonizaron una época en sus respectivas naciones, dejando grandes legados para sus seguidores. Pero, lo que casi nadie sabe, es que entre ellos existió un intenso y secreto affaire.

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Luego de la repentina muerte de Lenin, León Trotski asumió que él debía ser el sucesor natural al poder, pero lo que sucedió fue muy distinto a sus expectativas. Con la llegada de la Unión Soviética de Stalin, gracias al apoyo de las élites y diferentes acciones políticas, Trotski, férreo opositor del Gobierno, fue expulsado del país, junto con su esposa Natalia.

Trotski y su esposa, salieron de la URSS en 1929, encontrando refugio en diferentes países a lo largo del mundo, gracias a diferentes simpatizantes de ideales marxistas. En enero de 1937, la pareja llega a México, un país convulsionado en todos los ámbitos: político, social, cultural… gracias a una invitación del, entonces famoso, artista Diego Rivera.

Diego, el esposo de Frida, al concordar con la visión ideológica de Trotski realizó todos los trámites necesarios para brindarle un refugio. Rivera, le pidió al presidente Lázaro Cárdenas el permiso para recibirlo en el país; la única condición del mandatario para aceptar, era que le consiguiera al invitado y a su esposa un lugar para alojarse, sitio que terminó siendo la casa del destacado pintor.

A su llegada a México, Trotski fue recibido en el aeropuerto nada más y nada menos que por Frida, siendo ese el primer contacto entre los futuros amantes. Se presume que, desde ese primer momento, el revolucionario ruso quedó prendado de la artista mexicana, gracias a su avidez por la vida, su gran ímpetu y su avasallante personalidad, dejando de lado su corta edad de 29 años en comparación con los 58 años del político.

Natalia Sedona, Frida Kahlo y León Trotsky, junto a otra persona, en Tampico – México.-

Al establecerse Trotski y su esposa en la Casa Azul, nombre con el que se conoce desde esa época a la propiedad de Frida y Diego, la atracción entre nuestros protagonistas se incrementa… Pasa de ser un amor platónico a algo real, a verdadera pasión. La atracción entre León y Frida no es solo física; lo que realmente se considera como el motivo principal de su unión es la coincidencia en la forma de ver el mundo, desde la ideología política y social hasta sus pensamientos.

Es así como a espaldas de sus respectivas parejas, Trotski y Kahlo comienzan una relación llena de romance, pasiones entre pasillos y salidas secretas. Como testigo fiel de este amorío se encontró una gran cantidad de cartas compartidas entre ellos, en las que se declaran continuamente su amor y su atracción existente.

“Frida, amada,

Al contemplar esta noche tu rostro de cervatillo, he descubierto que jamás conseguiré hacerte a un lado de mi cabeza no se diga de mi corazón. Arde mi sangre como una lámpara votiva al lado de mi mesa, y es como un cerrojo (parte ilegible en el original) una noche en Colloacan (sic). Dejo este papel debajo de tu puerta. Y debo volver a aclarar que no hubo diferencias entre nosotros. Ni la espina dorsal abre un surco insalvable en los hemisferios de una espalda. Me cuesta precisar, en cualquier caso, tal vez por mi alma eslava, si ese espacio abierto entre nosotros podrá cerrarse y cicatrizar (…)”.

Este es un fragmento de una de las cartas escritas por Trotsky para Frida, en donde como ya mencionamos le declara su profundo amor, aparentemente luego de una discusión entre ellos o de una separación por algún motivo que no podemos comprobar.

Frida Kahlo y León Trotsky en una aparición en público.-

Es en 1939 cuando Diego se entera del romance, momento en que los amantes se ven obligados a ponerle un punto final a la relación, aunque ya hace algún tiempo estaban separados… Es allí cuando Trotski y su esposa Natalia -quien desde el inicio supo del amorío y decidió alejarse de su esposo hasta este momento-, deciden mudarse a Churubusco, donde un año después es asesinado por un agente español de la NKVD soviética​ en misteriosas condiciones.

Frida por su parte, continúa con su tormentosa relación de ida y vuelta, engaños, traiciones y pasiones con Diego. Con el paso de los años la salud de la artista se deteriora cada vez más, por lo que muere el 13 de julio de 1954.

Ambos, desde su postura artística y política, tanto Frida como Trotski dejaron una marca gigante en la historia como la conocemos. Pero, es su romance una de las cosas menos conocidas y de las más sorprendentes… Que dos de los personajes más importantes de su época no solo coincidieran en un lugar, sino que terminaran envueltos en un romance, es un hecho extraordinario que ha servido de inspiración para diferentes textos, guiones y producciones audiovisuales.

Con información de: CULTURA COLECTIVA | SEMANA | PROCESO DIGITAL |

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