La mitología china es una de las creencias más interesantes y distintivas del mundo antiguo. Su panteón está compuesto por deidades como Nüwa, la diosa que en algunas leyendas creó a los humanos, o Pangu quien separó al cielo de la tierra. Sin embargo, el dios más importante de la cosmogonía china es el poderoso Emperador de Jade… ¡Te lo presentamos!
El Emperador de Jade (también llamado Augusto de Jade), era heredero de un antiguo reino mítico y se dice que cuando nació desprendió una imponente luz que iluminó a todo el territorio. Su infancia y juventud estuvieron caracterizadas por su bondad y benevolencia para con los más necesitados. Eventualmente ascendió al trono y se encargó de que absolutamente todos sus súbditos fueran felices; no obstante, esta era una tarea muy difícil debido a las condiciones del mundo en ese momento…
Millones y millones de años de meditación
Según la mitología china, el mundo era un lugar aterrador donde los humanos vivían en condiciones terribles en todos los aspectos, especialmente porque todo estaba plagado por demonios, y no existían muchos dioses a los que la humanidad pudiese rezarles. Es aquí cuando el Emperador de Jade decidió que tenía que intervenir y hacer algo que garantizase la felicidad para los humanos: se retiró a cultivar su “tao” (una especie de proceso de meditación), tarea que no fue nada fácil… Su meditación fracasó en miles de ocasiones, tanto así que se dice que el emperador pasó millones y millones de años meditando, hasta que por fin logró la “inmortalidad dorada”. De hecho, siendo más exactos, se dice que pasó más de 226 mil millones de años en este proceso.
Sin embargo, mientras el emperador cultivaba su tao, el mundo (probablemente el universo en general) se encontraba en una terrible guerra en contra de unos demonios, los cuales incluso lograron tomar el cielo y someter a los dioses. Es aquí cuando el Emperador de Jade decide ascender a los cielos, cuando llega se da cuenta que los dioses no podían hacerle frente a tan poderosos entes y los desafía…
Lo más curioso de la deidad asiática es que efectivamente logró derrotar a los demonios, solo que su batalla fue hecha de una manera espiritual, ya que se cuenta que los venció debido a su sabiduría y benevolencia en lugar de hacerlo de un modo violento. Es por esto que tanto los humanos como los dioses, en agradecimiento por haberlos salvado de la terrible desgracia, lo proclamaron como el dios supremo de todo…
Un legendario impacto cultural
La historia del emperador no termina con su extraordinaria llegada al poder, él también es protagonista de otras peculiares historias. Primero tenemos la historia de su hija, quien se enamora de un pastor humano, situación que él impidió creando la vía láctea para separarlos, y permitió que la pareja solo pueda encontrarse una vez al año. Esta leyenda busca explicar el fenómeno de las estrellas Vega y Altair cuando ambas son visibles en el cielo. La historia es tan relevante para los chinos, que incluso tienen una importante celebración en su honor: el Qi xi, el Día de los Enamorados en China.
Otra historia no tan popular, pero sí con un legado muy presente, es la que narra cómo el Emperador de Jade creó el zodíaco chino. Él estaba maravillado con los animales, así que les pidió que fueran sus guardianes y los invitó al cielo. La historia también explica la rivalidad entre los gatos y ratones, ya que la rata partió al cielo sin avisarle al gato (a pesar de que él lo había pedido), por miedo a que la belleza del gato la opacara. Al final, aunque el gato fue dejado de lado (excepto en la versión vietnamita del horóscopo), el Emperador de Jade le otorgó un año a cada uno de los animales, según su orden de llegada al cielo.
También se decía que los emperadores de China en la tierra, eran manejados por el Emperador de Jade y además este se convirtió en el patrono de la casa real en algún momento de la historia.
Aunque aparentemente el Emperador de Jade es la deidad “original”, en otras naciones cercanas hay dioses con características sumamente parecidas, como Tengri para los mongoles o Ame-no-minaka-nushi-no-kami para los japoneses. Incluso ha sido identificado con el dios Indra de los hindúes, entre otros. Además, algunos católicos en China lo llegaron a comparar hasta cierto punto con el Jesús del cristianismo.
El Emperador de Jade en la actualidad
Además de ser el dios más importante por excelencia de la mitología china, al Emperador de Jade también se le considera como una deidad importante del taoísmo, religión con millones de creyentes en la actualidad. Se cree que el dios chino era asistente de Yuanshi Tianzun, (dios principal en el taoísmo) pero que él le otorgó el poder máximo al emperador.
Hasta se conmemora su cumpleaños el noveno día del primer mes del calendario lunar, lo que genera una celebración espiritual en su honor, conocida como Bai Tian Gong o “Culto Celestial”. También, durante el año nuevo chino, se dice que el emperador premia –o castiga si corresponde- a las personas según su comportamiento durante el año transcurrido.
Por si fuera poco, al dios se le han construido templos más allá de las fronteras chinas, lo que nos demuestra que esos miles de millones de años que el Emperador de Jade estuvo meditando, todavía son recordados y agradecidos por la humanidad que él tanto se enfocó en salvar…
Con información de: Perú 21 / Sobre China / Wikipedia
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