Por Erika De Paz |
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A veces subestimamos el poder de las abuelas. Aseguramos que sus creencias, trucos y rituales son simples mañas que han adquirido con el pasar de los años. Pero las abuelas tienen razón, casi siempre la tienen. Esa acumulación de experiencia, les ha otorgado credibilidad al momento de dar consejos. Por ello, aunque a veces parezca absurdo, ellas siempre están en lo correcto cuando nos recomiendan, sabiamente, azúcar para eliminar el hipo, o sábila para aliviar las quemaduras. A lo largo de la historia, los potingues de las abuelas han sido más que milagrosos. Entre tantas matas y hierbas, existen ciertos ingredientes predilectos por ellas, esos que son medicina pura para nuestro cuerpo; el clavo de olor es uno de ellos.
Al igual que el azafrán, el clavo de olor proviene de las flores. Es el fruto de un árbol denominado clavo o clavero, y tiene un sabor entre picante y amargo. Pocas especias desprenden olores tan intensos como el de este condimento. Su aroma es tan invasivo que debemos cuidar las cantidades al momento de cocinar con él. Este alimento, originario de Indonesia, no sólo ha servido para condimentar platos y preparar licores, sino que, además, ha resultado ser un maravilloso remedio natural, tanto en infusión o como en aceite. Conocido por aliviar hasta el más intenso de los dolores de muela, el clavo de olor esconde muchas bondades: sus propiedades medicinales se pierden de vista.
Esta esencia de aroma penetrante sirve para elaborar enjuagues bucales que permiten combatir los problemas de mal aliento, placa dental y úlceras en la boca. Uno de sus componentes más importantes es el eugenol, el cual ha sido ampliamente utilizado en la práctica odontológica debido a su sorprendente poder anestésico. Si bien es cierto que este componente se encuentra en otras plantas, la planta del clavo es la que lo contiene en mayor cantidad. El eugenol es milagroso; de hecho, las propiedades de esta especia se derivan de esta sustancia, una sustancia capaz de eliminar el dolor, reducir la inflamación y prevenir la coagulación de la sangre; de allí que sea buena para la salud del corazón.
Este alimento tiene propiedades antibacteriales, analgésicas y antioxidantes, estas últimas sumamente importantes para retardar el proceso de envejecimiento. Y hay quienes aseguran que es un poderoso afrodisíaco. Además, es efectivo para aliviar los dolores de cabeza, y para tratar los problemas intestinales como los malestares estomacales, la acidez y la diarrea; a la vez que sirve para curar vómitos y evitar las terribles náuseas. Pero esta especia no sólo mejora nuestra capacidad de digestión, sus aceites esenciales también matan las bacterias, eliminan los parásitos, y hay quienes aseguran que combaten los hongos que causan las infecciones vaginales como la candidiasis. Para muchos, este alimento es estupendo para disminuir los niveles de azúcar en la sangre y mantener la diabetes bajo control. También es ideal para tratar enfermedades respiratorias como bronquitis y resfriados, gracias a su poder expectorante. Algunas personas lo consideran maravilloso tanto para calmar los nervios como para repeler mosquitos: es una especia de uso versátil.
El clavo de olor no tiene desperdicio. Sólo debemos evitar consumirlo en cantidades exageradas, ya que puede convertirse en un potente veneno. De allí que el aceite de esta planta deba utilizarse diluido. Es un alimento milagroso que no sólo sirve para condimentar comidas, sino para aliviar dolencias. Sus propiedades son más poderosas que su propio aroma, lo que lo convierte en una esencia extraordinaria que no debe faltar en ninguna casa. No dejes de impregnar tus comidas con su particular sabor, y beneficia tu organismo con sus asombrosas bondades.
Por: Erika De Paz | IG @ERIKADPS | Foto: Clavos de Olor Shutterstock
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Autor:
Erika De Paz
