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¿Por qué debemos incluir rábanos en nuestra dieta?

¿Por qué debemos incluir rábanos en nuestra dieta?

Por Erika De Paz |

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Quizá no comes rábanos. Tal vez detestes ese sabor fuerte, amargo y ligeramente ácido que tiene esta raíz. Ciertamente, esta hortaliza no es del agrado de muchas personas; por ello, la mayoría evita incluirla en su dieta diaria. Sin embargo, a pesar de no tener tantos adeptos, este vegetal es muy beneficioso para nuestro organismo por varias razones.

El rábano ha sido utilizado desde tiempos remotos. Durante años, este alimento medicinal ha servido para curar los problemas del hígado. Se cree que es originario de China, pero su procedencia todavía no está muy clara. Esta hortaliza puede ser redonda o alargada, y aunque su interior es blanco en todas sus variedades, el color de su piel cambia dependiendo del tipo que sea. En este sentido, no sólo podemos conseguir rábanos rojos, sino también morados, blancos y negros.

Uno de los componentes más asombrosos de este alimento (tan menospreciado por muchos) son los glucosinolatos. Estas sustancias azufradas se encuentran en la mayoría de las plantas de las familias de las crucíferas, y son las responsables de darle a esas hortalizas ese sabor tan característico que algunos aborrecen. De hecho, su olor sirve como mecanismo de defensa para ahuyentar los insectos de estas plantas.

Estudios científicos han demostrado que los glucosinolatos, además, juegan un papel importante en la prevención del cáncer. Y son muy beneficiosos para nuestro hígado y vesícula, a la vez que permiten limpiar el intestino. Sin embargo, las personas con problemas de tiroides deben evitar comer rábanos, pues los glucosinolatos pueden interferir en la síntesis de la hormona tiroidea o inhibir la recaptación del yodo.

Esta verdura también constituye una fuente importante de vitamina C; un potente antioxidante que fortalece nuestro sistema inmunológico, y previene el envejecimiento prematuro. Además, es rica en folato, por lo que su consumo es ideal en mujeres embarazadas. Pero en los rábanos no sólo encontramos vitaminas, sino muchos minerales necesarios para nuestra salud como el potasio, fósforo, calcio, hierro y magnesio.

Este alimento, también es bajo en calorías y rico en agua; de allí que resulte estupendo incluirlo en las dietas para adelgazar. Al ser diurético, nos ayuda a evitar la formación de cálculos renales, y combate los problemas de retención de líquidos. También es magnífico para proteger la salud de nuestro sistema digestivo, pues su consumo aumenta la producción de jugos biliares, los cuales ayudan a digerir mejor la comida.

Igualmente, el rábano es rico en fibra, así que comerlo de forma habitual permite regular el tránsito intestinal, y combate el estreñimiento. Algunos aseguran que también desintoxica el organismo, y que sus propiedades antisépticas son más que milagrosas: es eficaz para tratar los problemas de tos, asma y bronquitis.

Resulta hasta paradójico que exista un refrán popular que menosprecie esta raíz repleta de bondades. Si la empezamos a incluir en nuestras comidas, y le damos la importancia que merece, podremos aprovechar todos sus beneficios. No olvides ingerirlo crudo para aprovechar todas sus propiedades: añádele un toque crocante a tus ensaladas con unas rodajas finas de esta hortaliza. Una vez que te acostumbres a su sabor, no dejarás de comerlo.

Por: Erika De Paz / IG @ERIKADPS | Foto: Rábanos/ Shutterstock

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