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La increíble historia de supervivencia en la Cordillera de los Andes

Lo que comenzó como un simple viaje de 45 personas se convirtió en una pesadilla que duraría 72 días, cuando el avión tuvo un accidente en los Andes en 1972.  Te contamos esta historia de supervivencia.

INTERESANTE
Avión de la Fuerza Armada Uruguaya, Fairchild FH-227 – Imagen: Wikimedia.-

Una de las historias de supervivencia más famosas conocida como el “Milagro de los Andes” o “Tragedia de los Andes”, sucedió el 13 de octubre de 1972. El vuelo 571, en el avión Fairchild FH-227 de la Fuerza Armada Uruguaya, iba de Montevideo, Uruguay a Santiago, Chile.

En el vuelo viajaban 45 personas (40 pasajeros y 5 tripulantes), y al final solo 16 sobrevivieron. La mayoría de los pasajeros eran parte del equipo de rugby Old Christians, quienes iban junto a sus familiares y amigos a un partido contra el equipo Old Boys de Chile.

El accidente fue un error por parte de los pilotos

El vuelo salió el 12 de octubre con destino a Santiago, pero debido a una tormenta tuvieron que desviarse a la ciudad de Mendoza, Argentina, y retomaron el viaje al día siguiente.

Azul indica el camino que tomaron hacia Mendoza debido al mal clima – Imagen: Google Maps.-

Al día siguiente el clima había mejorado, pero todavía estaba un poco difícil. Los pilotos decidieron atravesar los Andes por una parte de la cordillera donde la altitud de las montañas no era tan alta, conocido como el Paso del Planchón. Esto los llevaría hasta Curicó, Chile, y de ahí irían hasta Santiago.

Azul es la trayectoria que hicieron de Mendoza a Malargüe, y tenían planeado seguir hasta Curicó, indicado en rojo; sin embargo, fallos en la navegación por parte de los pilotos hicieron que cambiaran de rumbo, indicado por la línea verde, que termina en el lugar en donde ocurrió el accidente – Imagen: Google Maps.-

Debido a las condiciones atmosféricas, la visibilidad en la cordillera no era muy buena, lo que hizo que los pilotos volaran dependiendo de los instrumentos del avión (condiciones meteorológicas instrumentales).

Al tener poca visibilidad, los pilotos del avión pensaron que ya estaban cerca de Curicó, lo que generó confusión y, luego de que les autorizaran, empezaron a descender mucho antes, y lejos de donde debían llegar.

Varios especialistas han hablado sobre las condiciones del vuelo, y lo más importante, y que probablemente influyó en el accidente, fue el tipo de avión en el que se transportaban; sin embargo, la causa del accidente es considerada puramente humana, por el error que cometieron los pilotos.

El accidente en los Andes

El choque ocurrió luego de que el avión empezara a descender. Al darse cuenta de donde estaban, los pilotos intentaron hacer que el avión ascendiera para evitar la montaña que se levantaba frente a ellos, pero era muy tarde.

La cola del avión chocó con el borde de la montaña, lo que arrancó la parte trasera del avión y el ala derecha, y un segundo choque más abajo arrancó el ala izquierda.

En el accidente, desde que el avión perdió la cola y las alas hasta que el fuselaje se detuvo en la nieve, murieron 12 personas, incluyendo el piloto Julio Ferradas. Durante la primera noche mueren cinco personas más, entre ellas se encontraba el copiloto, Dante Lagurara. Antes de que él muriera, los sobrevivientes le preguntaron en dónde se encontraban, y Lagurara dijo que habían pasado Curicó. Esto los llevó a pensar que estaban en el lado chileno de la frontera, cuando en realidad estaban del lado argentino.

Lugar donde se encuentra el memorial del accidente. Un poco más arriba, cerca de la frontera entre Chile y Argentina, fue donde quedó el fuselaje del aviónImagen: Google Maps.-

Sobreviviendo en la intemperie en los Andes

Los pasajeros necesitaban encontrar una manera para sobrevivir esa primera noche. Ninguno estaba preparado para algo así, todos tenían ropa de verano, no tenían comida, solo algunos snacks (como chocolates, y licores), y estas raciones solo durarían aproximadamente una semana, si lo racionaban bien.

Todo esto, sumado a las heridas, la altitud y la inexperiencia que tenían con las temperaturas de la cordillera, hacían que las probabilidades de sobrevivir fueran nulas; sin embargo, lo lograron, aun cuando parecía imposible. Incluso inventaron una “máquina” para derretir el hielo y convertirlo en agua.

Invento que utilizaba láminas de metal extraídos de los asientos del avión para derretir hielo y nieve con el sol – Imagen: Wikimedia.-

Después de diez días solo quedaban 27 sobrevivientes.

Supervivencia en los Andes: vivir o morir

Gracias a una radio que lograron improvisar, escucharon la noticia de que la búsqueda del accidente se iba a suspender hasta enero. Lo que significaba que daban por muertos a todos los pasajeros del avión. Al escuchar esa noticia devastadora, había otro problema aun más grande: la comida se les había acabado.

Cuando te enfrentas a momentos de supervivencia extrema, tu instinto actúa, te dice que debes hacer todo lo que puedas para sobrevivir. Todos los que estaban en el accidente empezaron a darse cuenta de que lo único que podían hacer para sobrevivir, era comerse a los que habían muerto.

Imagen: Pinterest.-

Hubo mucha polémica sobre esto, les decían -tal vez todavía lo hagan- caníbales, pero ellos solo trataban de sobrevivir. El término “caníbal” ni siquiera aplica a su situación, pues se basa en una conducta violenta y/o rituales, donde alguien mata a otra persona para comérsela.

Entre los que quedaban vivos hicieron un pacto: si alguno moría, dar el permiso de usar su cuerpo para sobrevivir. Y es lo que hicieron cuando, unos días después, una avalancha los atrapó durante la noche en el fuselaje del avión que usaban de refugio.

Murieron ocho personas.

Los que quedaron atrapados bajo la nieve, en el fuselaje, sobrevivieron gracias al pacto de que se comerían el cuerpo de alguno si moría. Estuvieron atrapados hasta que la nieve que estaba encima se derritió. Sobrevivieron también porque lograron hacer un hueco en la nieve que les dio oxígeno, y tres días después lograron salir del fuselaje y la nieve.

Supervivencia en los Andes: ¿Ahora qué?

Empezaron a desesperarse más por una solución. ¿Qué podían hacer para salir de esta situación? Así que iniciaron varias excursiones cortas, para probar si podían lograr sobrevivir lejos del fuselaje. Querían encontrar la cola del avión, pues ahí podrían hallar más maletas que quizás contenían algo de comer.

En una de las excursiones encontraron la cola.

Roy Harley, Vizintín, Roberto Canessa salen en la foto, Nando Parrado la tomó – Imagen: Wikimedia.-

Luego de varios experimentos fallidos para construir una radio con la cual comunicarse, Parrado y Canessa empezaron a idear planes para buscar ayuda.

Llegaron a la conclusión de que debían ir al oeste, pues lo que dijo el copiloto significaba que estaban del lado de Chile. Parrado pensaba que si escalaban una de las montañas al oeste, verían el valle verde de Chile.

Así que, el 12 de diciembre de 1972, Nando Parrado, Roberto Canessa y Vizintín se dirigieron al oeste, para escalar la montaña y buscar ayuda. Lo que no sabían era que arriba en el pico los esperaban más cadenas de montañas llenas de nieve.

Al percatarse del difícil camino, con el cansancio y la desesperanza que tenían, Parrado le dijo a Canessa: “Podríamos estar caminando hacia la muerte, pero prefiero caminar hacia ella, que esperar a que venga por mí”.

Enviaron a Vizintín de vuelta al fuselaje, y se llevaron su parte de las provisiones, y decidieron seguir caminando hasta conseguir vida.

El rescate, 72 días después del accidente

Luego de diez días caminando, llegaron al borde de un río, y al otro lado del río encontraron la primera persona en meses que podría ayudarlos. Aunque no pudieron comunicarse, el arriero se fue a buscar ayuda, y al día siguiente otro arriero apareció.

Amarrando una hoja y un lápiz a una piedra, que lanzó sobre el agua hasta Parrado, se comunicaron:

“Vengo de un avión que cayó en las montañas. Soy uruguayo. Hace 10 días que estábamos caminando. Tengo un amigo herido arriba. En el avión quedan 14 personas heridas. Tenemos que salir rápido de aquí y no sabemos cómo. No tenemos comida. Estamos débiles. ¿Cuándo nos van a buscar arriba? Por favor, no podemos ni caminar. ¿Dónde estamos?” – Imagen: Wikimedia.-

Parrado escribió en el papel a Catalán, y este último lo leyó; luego le lanzó pan con queso a Parrado y se fue.

Le tomó diez horas a caballo llegar al lugar más cercano con civilización para buscar ayuda; y… dos días después en el día 72, lograron rescatar a los 16 sobrevivientes del accidente.

Nando Parrado y Roberto Canessa (sentados), y Sergio Catalán, el que los encontró – Imagen: Wikimedia.-

Con información de Wikipedia / Infobae / Documental de History / National Geographic

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