Por Álvaro Vito | ¿Te imaginas una enfermedad que te presione a mover las piernas sin quererlo? Aunque los pacientes no saben explicar correctamente la sensación, la comentan como algo molesto y semejante a una ansiedad incontrolable en las extremidades inferiores. Así pues, es tiempo de conocer el síndrome de las piernas inquietas, una afección que se da en tres millones de estadounidenses por año.
¿Qué es el síndrome de las piernas inquietas?
El síndrome de las piernas inquietas (o enfermedad de Willis-Ekbom) es un padecimiento basado en la urgencia de mover las piernas. Este problema se activa en circunstancias en las que los miembros inferiores se encuentran en reposo, ya sea en camas, automóviles, cines o aviones. Por lo tanto, la persona afectada busca hacer estiramientos o sacudidas de piernas que apenas permiten un alivio temporal de esa sensación desagradable.
Los pacientes no describen la enfermedad como si se tratara de un calambre o entumecimiento muscular, sino como algo relacionado con cosquilleos, hormigueos o picazón. En otras palabras, se presenta una incomodidad de movimientos bruscos e involuntarios, y por esta situación se puede alterar el sueño del paciente.
El trastorno se da más en mujeres que en hombres, puede tener inicio desde la infancia y es muy infradiagnosticado; muchos pacientes tienen preocupación de no ser tomados en serio. A pesar de todo, es un problema que tiene la oportunidad de ser tratado por medio de medicamentos y cambios en el estilo de vida.
Principales motivos del síndrome
El síndrome de las piernas inquietas puede acontecer como consecuencia de otros padecimientos, tales como fibromialgia, enfermedad celíaca, insuficiencia venosa, diabetes mellitus, enfermedad reumática y deficiencia de hierro.
Según otros registros, se sabe más del síndrome por lo siguiente:
- Se encuentran medicamentos que lo causan o exacerban, tales como los antidopaminérgicos.
- Las pacientes embarazadas (especialmente en su último trimestre) también pueden presentarlo, pero los síntomas suelen desaparecer después del parto.
- Hay casos relacionados con factores hereditarios.
Cabe destacar que el síndrome de las piernas inquietas parece tener cierta relación con la dopamina. La dopamina es ese neurotransmisor enlazado con la función motora del organismo, y su deficiencia ha demostrado capacidad de desarrollar el síndrome.
¿Cómo se puede tratar?
Como se mencionó con anterioridad, la medicación y un cambio en el estilo de vida motiva a que los pacientes tengan un buen tratamiento. De acuerdo al diagnóstico, el paciente puede eliminar la cafeína, los antidepresivos y aquellos medicamentos bloqueadores de dopamina. Por otro lado, el usar suplementos de hierro, el ejercicio, el masaje y el calor o frío también son elementos positivos para tratar el síndrome de las piernas inquietas.
Recuerda que cualquier diagnóstico y respectivo tratamiento debe ir de la mano con un especialista.
Con información de: PubMed | Mayo Clinic | YouTube
Imagen Portada: Shutterstock
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