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Hiroo Onoda: El soldado que desafió el tiempo y el honor japonés

Hiroo Onoda: El soldado que desafió el tiempo y el honor japonés

En las selvas de Filipinas, Hiroo Onoda libró una batalla solitaria durante tres décadas, negándose a creer que Japón había caído. Conoce al hombre que vivió el código del guerrero hasta el límite.

Hiroo Onoda, un oficial de inteligencia del Ejército Imperial Japonés, se convirtió en un símbolo de resistencia extrema al continuar luchando en las selvas de Filipinas hasta 1974, casi tres décadas después del fin de la Segunda Guerra Mundial. Su historia trasciende el estereotipo del guerrero fanático y revela una compleja mezcla de deber, honor y supervivencia. A continuación, exploramos su vida, los valores que lo guiaron y el contexto histórico que moldeó su destino.

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El Bushidō y el alma del guerrero japonés

El código que definió una nación

El Bushidō, conocido como «el camino del guerrero», fue mucho más que un conjunto de reglas para los samuráis: se convirtió en el pilar ideológico del Japón militarizado previo a la Segunda Guerra Mundial. Inspirado en principios budistas y confucianos, este código exigía lealtad absoluta, honor, justicia y, sobre todo, la disposición a morir antes que rendirse. Incumplir estas normas implicaba el deshonor, redimible únicamente mediante el seppuku, un ritual de suicidio.

Con la abolición del sistema feudal en 1868, el Bushidō evolucionó para alinearse con el nacionalismo japonés, colocando al emperador como figura central de veneración. Durante las décadas de 1930 y 1940, el ideólogo militar Sadao Araki, quien también fue Ministro de Educación, impulsó su integración en el entrenamiento militar y el sistema educativo. Los oficiales llevaban katanas como símbolo de su compromiso, mientras que los soldados eran adoctrinados con la idea de que la rendición era una traición imperdonable.

El impacto en la guerra

Esta mentalidad explica tanto los actos de valentía como las atrocidades cometidas por las fuerzas japonesas. El desprecio por los prisioneros que se rendían —considerados carentes de valor— llevó a tratos inhumanos hacia los capturados, un reflejo directo de los preceptos del Bushidō que Hiroo Onoda encarnaría en su resistencia solitaria.

Japón en la Segunda Guerra Mundial: De la gloria a la derrota

El ascenso fulgurante

El 7 de diciembre de 1941, Japón irrumpió en la guerra con el ataque a Pearl Harbor, marcando el inicio de una expansión vertiginosa por el Pacífico. Su objetivo era claro: asegurar recursos naturales y establecer un imperio marítimo de más de 7.5 millones de kilómetros cuadrados. Sin embargo, las derrotas en Midway y Guadalcanal en 1942 frenaron su avance, obligándolos a adoptar una estrategia defensiva.

El cinturón defensivo y el abandono

Japón construyó un vasto sistema de fortificaciones para proteger su metrópoli, pero la superioridad naval y aérea estadounidense lo desmanteló progresivamente. Miles de soldados quedaron aislados en islas remotas, sin suministros ni comunicación, enfrentando hambre y desesperación. Tras la rendición oficial en septiembre de 1945, Estados Unidos organizó la repatriación de más de siete millones de militares japoneses, un proceso liderado por el general Douglas MacArthur. Sin embargo, algunos, como Onoda, permanecieron ocultos, incrédulos ante la derrota de su nación.

Hiroo Onoda: El hombre detrás del mito

Un comienzo humilde

Nacido el 19 de marzo de 1922 en Kamegawa, Japón, Hiroo Onoda trabajó a los 17 años en la China ocupada antes de alistarse en el ejército a los 20, motivado por la entrada de Estados Unidos en la guerra. En 1944, fue enviado a la isla filipina de Lubang con la misión inicial de sabotear instalaciones enemigas. Sin embargo, tras la llegada de las fuerzas estadounidenses en febrero de 1945, sus órdenes cambiaron: el mayor Yoshimi Taniguchi le instruyó esconderse y luchar hasta el fin, prometiéndole un rescate que nunca llegó.

Una guerra interminable

Tras la derrota japonesa en Lubang, Onoda y tres compañeros se internaron en la jungla, subsistiendo con plátanos, cocos y lo que robaban a los aldeanos. Aunque la guerra terminó en 1945, Onoda rechazó las octavillas y mensajes que anunciaban la rendición, convencido de que eran propaganda enemiga. Durante décadas, su pequeño grupo realizó actos de sabotaje y enfrentamientos, causando la muerte de unos 35 locales.

Con el tiempo, sus compañeros desertaron o murieron: Yuichi Akatsu se rindió en 1950, otro cayó en 1954 y el último en 1972. Solo y obstinado, Onoda continuó su lucha hasta que, en 1974, Norio Suzuki, un joven aventurero japonés, lo encontró. Suzuki regresó con Taniguchi, quien finalmente le ordenó deponer las armas. El 9 de marzo de 1974, Onoda se rindió, entregando su rifle en perfecto estado tras 29 años de resistencia.

El regreso a un mundo irreconocible

Desencanto y exilio

A sus 52 años, Onoda volvió a un Japón transformado por la modernidad: rascacielos, tecnología y un alejamiento de los valores tradicionales que él defendía. Incapaz de adaptarse, emigró a Brasil, donde trabajó como granjero y se casó. Años después, regresó a Japón y fundó una escuela de supervivencia para jóvenes, compartiendo las habilidades que lo mantuvieron vivo en la selva. También escribió su autobiografía, Sin rendición: mi guerra de 30 años, que inspiró una película.

Un legado eterno

Hiroo Onoda falleció el 16 de enero de 2014 a los 91 años (no 92, como se menciona en algunas fuentes). Aunque fue el último «rezagado» japonés en rendirse, Teruo Nakamura, un soldado de origen taiwanés, se entregó en diciembre de 1974, superándolo por meses. La vida de Onoda sigue siendo un testimonio de la fuerza del deber y la complejidad del honor en tiempos de guerra.

Más allá del estereotipo

La historia de Hiroo Onoda desafía la imagen simplista del soldado japonés fanático. Su resistencia no fue solo producto de un adoctrinamiento ciego, sino de una fe inquebrantable en su misión y en el código que lo formó. Su vida nos invita a reflexionar sobre el costo del honor, la lealtad y la capacidad humana para sobrevivir contra toda lógica.

Con información de: Wikipedia / BBC / CNN / TheGuardian / History

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