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¿Shakespeare era homosexual? El hombre que le cambió la vida al poeta

¿Shakespeare era homosexual? El hombre que le cambió la vida al poeta

¿Shakespeare gay? Conocido por sus apasionadas historias de amor, Shakespeare esconde un pasado misterioso, cuando abandonó a su esposa y tuvo un romance con un joven de la nobleza. ¿Quién fue? Aquí te contamos todo.

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Un matrimonio apresurado lo hizo huir

William Shakespeare se casó cuando tenía 18 años. Su decisión fue bastante precoz y lo hizo con Anne Hathaway, una mujer de buena familia que era ocho años mayor que él. Se casaron rápidamente porque había quedado embarazada. Al momento de efectuar la boda, tenía tres meses de gestación. Al poco tiempo, nació el primer retoño de la pareja: Susanna, una pequeña niña que sería la favorita del escritor.

Después nacieron los mellizos Hamlet y Judith. Todo parecía ir bien en el matrimonio, hasta que Shakespeare decidió marcharse en búsqueda de mejores oportunidades. Solo tenían tres años de matrimonio cuando se fue lejos de su familia. Anne se quedó sola con sus hijos a la espera de noticias de su esposo.

Les mandaba dinero y gracias a eso, vivían bien, pero la economía no lo es todo. Era un padre ausente, sus viajes duraban hasta 10 años. Las visitas eran tan esporádicas que sus hijos ni lo reconocían.

Su vida se había desarrollado completamente fuera de ellos, tenía una carrera exitosa, comenzó a ser reconocido y con el pasar del tiempo, menos le importaba estar lejos.

Shakespeare buscaba el amor en otros cuerpos

Su narrativa gira completamente en torno del amor. En sus versos, narra amores apasionados, separaciones dramáticas y relaciones imposibles, pero ¿de dónde sacaba la inspiración si vivía lejos de su esposa? Es justamente esa pregunta la que se hacen los historiadores.

La vida privada de Shakespeare es todo un misterio. Los años transcurridos desde que se alejó de su familia y llegó a Londres son difíciles de descifrar, “los historiadores aseguran que fueron años perdidos, por lo poco que se sabe de lo sucedido”, explica el profesor Stanley Wells, autor del libro Shakespeare, sexo y amor.

Pese a que resulta un misterio, se le conocen ciertas relaciones íntimas que deja colar a través de sus versos y poemas. Una de las más controvertidas, es «La dama oscura», que suele ser la musa en varias de sus historias.

Años después historiadores como Duncan Salkeld, especialista en Shakespeare, aseguran que se trata de una prostituta que trabajaba en el barrio de Clerkenwell, cerca de donde se desempeñaba el escritor. 

De todos los amoríos de Shakespeare, hay uno en específico que resalta y causa curiosidad.

Un hombre desató su vibra poética

En la época de Shakespeare, la homosexualidad no era totalmente penalizada, pero sí era mal vista. No tenía consecuencias legales, pero sí causaba pequeños rumores públicos, esto pareció no importarle cuando conoció a un joven apuesto en una de sus giras con el teatro.

Para la época, William todavía estaba comenzando con su carrera. Debía darse a conocer para poder tener éxito por lo que conseguir un patrón sería la solución para gran parte de sus problemas. Al menos, le podía dar cierta estabilidad económica y social. El mundo conspiró a su favor y fue como conoció a Henry Wriothesley, el conde de Southampton, un hombre que cambiaría su vida.

¿Cómo se conocieron? “El seguramente estaba trabajando con una compañía de teatro que hacía tours, y podemos imaginar la cantidad de tentaciones disponibles para un hombre en esa situación”, escribió el profesor Stanley Wells, autor del libro Shakespeare, sexo y amor.

Al volverse su patrón, además de ayudarlo económicamente, debía presentarlo a los más importantes grupos sociales. Wriothesley se codeaba con la realeza por lo que el trabajo se le haría sencillo. Esa relación direccionaría completamente el rumbo de Shakespeare.

¿Cuál fue el momento que cambió todo? Como Henry comenzó a ser su patrón, debían pasar mucho tiempo juntos y parecían llevarse extraordinariamente bien. Todo cambió de un momento a otro, cuando Shakespeare le dedicó dos de sus más famosos poemas: Venus y Adonis en 1593 y El rapto de Lucrecia de 1594.

Lo más increíble de todo, es que fueron sus primeros trabajos reconocidos de la época y se los dedicó a él. “Uno de los versos, cita sobre el «amor que le tengo a su señoría», y no es imposible sugerir que quizás, hubo entre ambos una relación sexual”, explica Wells.

¿Quién fue Henry Wriothesley? El hombre que lo enamoró

Un apuesto joven noble, cuyo nombre es recordado gracias a su relación con Shakespeare. Comenzó su carrera con solo 17 años, cuando fue presentado ante la corte de la reina Isabel I y trabajó como guardia real. Uno de sus intereses, era la literatura. Era amante de la cultura y un lector muy hábil, por eso decidió ser patrón de varios escritores. Ayudó al crecimiento de Barnabe Barnes, Thomas Nashe y el más importante de todos: William Shakespeare.

Después de dedicarle los poemas, era evidente que Shakespeare estaba interesado en él, pero parecía que ambos tenían nortes diferentes:

 “Para William, era un amor romántico. Para Southampton, tiene que ver con su apreciación de Shakespeare como artista. Las personas negaron su relación por su estatus social y su identidad sexual. El amor prohibido es un tema doloroso del cual Shakespeare habla regularmente por lo que podemos asumir que lo sintió varias veces”, explica Kenneth Branagh, el director de Toda la verdad, una película que busca dar a conocer la vida amorosa de Shakespeare, con base en sus cartas y biografías.

Las amorosas cartas que Shakespeare le envió

¿Cómo se sabe que le dedicó los poemas? Porque con cada uno, le incluyó una carta íntima y personalizada. La primera, data de 1593 y corresponde a Venus y Adonis. Dice así:

“Para el honorable Henry Wriothesley,

 Earl de Southampton y Baron de Tichfield.

No sé cómo ofenderé al dedicar mis líneas sin pulir a su señoría, ni cómo el mundo me censurará por elegir un accesorio tan fuerte para soportar una carga tan débil: solo, si su honor parece complacido, me considero altamente alabado, y juro aprovechar todas las horas ociosas, hasta que te haya honrado con un trabajo más grave. Pero si el primer heredero de mi invento se deforma, lo lamentaré por haber tenido un padrino tan noble, y nunca después del oído una tierra tan árida, por temor a que me dé una cosecha todavía tan mala.

Lo dejo a su honorable encuesta, y su honor al contenido de su corazón: lo que deseo siempre puede responder a su deseo, y la expectativa esperanzadora del mundo.

Tu honor está en tu deber,

William Shakespeare”.

La segunda, un año después, tiene el propósito de dedicarle El rapto de Lucrecia y data de 1594. Así fueron sus palabras:

“El amor que le dedico a su señoría no tiene fin; de lo que este folleto, sin principio, no es más que un resto superfluo. La garantía que tengo de su honorable disposición, no el valor de mis líneas no instruidas, asegura su aceptación. Lo que yo he hecho es tuyo; lo que tengo que hacer es tuyo; ser parte de todo lo que tengo, dedicado el tuyo. Si mi valor fuera mayor, mi deber sería mayor; mientras tanto, está vinculado a tu señoría, a quien yo deseo larga vida, todavía alargada con toda felicidad,

Tu honor está en tu deber.

William Shakespeare”.

En ambas cartas, el escritor deja clara su admiración por su patrón y además, su profundo agradecimiento. Gracias a que él decidió ayudarlo, fue más fácil para Shakespeare surgir en el mundo de las artes escénicas y hacer de su nombre una marca en la época.

¿Qué sucedió con la relación entre ambos?

La relación duró aproximadamente dos años. Con la ayuda de Henry, William logró abrirse un camino en el mundo del teatro y su nombre comenzó a resonar entre la alta sociedad, para así posicionarse como uno de los mejores escritores de la época.

Henry se casó y fue el fin de la relación.

Con información de: Shakespeare / Britannica / The Guardian / Foto: Shutterstock

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