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Picasso y Rivera, ¿amigos o enemigos artísticos?

Picasso y Rivera, ¿amigos o enemigos artísticos?

Durante mucho tiempo, algunos museos han caracterizado a Pablo Picasso por todos sus logros, por ser un nombre reconocido, por vender gran cantidad de boletos, pero también por la capacidad de absorber nuevas ideas y hacerlas suyas. Esto fue lo que ocurrió con su colega Diego Rivera.

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Nacidos con solo cinco años de diferencia, Picasso y Rivera demostraron talento prodigioso desde una edad temprana. A principios de 1914 los dos artistas se reunieron y formaron una amistad rápida basada en la superposición de valores estéticos y una lengua común. Se conocieron en Paris y rápidamente Picasso tomó a Rivera como su discípulo.

En 1915, Rivera acusó a Picasso de haberle robado de forma descarada la técnica de uno de sus cuadros. El nombre de la obra de Rivera era un «Paisaje Zapatista» y la de Picasso «Hombre Apoyado en una Mesa».

«Paisaje Zapatista» de Diego Rivera

«Hombre Apoyado en una Mesa» por Pablo Picasso

Según las fuentes, debido a que Picasso era considerado un líder y además un maestro, aprovechó ese estatus para quedarse con el crédito de la técnica y la composición.

La amistad entre Rivera y Picasso terminó, pero ambos artistas siguieron inspirándose en los años que siguieron, incluso después de que Rivera regresara a México en 1921. Sin duda los murales de Rivera fueron una inspiración para el lienzo épico pintado por Picasso en Guernica, en respuesta a la pesadilla que representó el bombardeo de 1937 en la ciudad vasca hecho por los nazis.

Esta fue una amistad que duró poco pero que representó mucho, ambos fueron excelentes artistas en su trabajo y sus obras han sido trascendentales e influyentes a lo largo de los años.

 

Por María Gabriela Roa | @gabyroab | Culturizando

Con información de:  «Picasso y Rivera: Conversaciones a lo largo del tiempo – Museo de Arte del Condado de Los Ángeles.» | Theguardian.com

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