Marc Chagall (1887–1985) es uno de los pintores vanguardistas más complejos a la hora de estudiar su obra. El artista de origen bielorruso exploró numerosas corrientes artísticas a lo largo del siglo XX, y se posicionó como una figura relevante tanto en el cubismo, expresionismo e, incluso, el surrealismo. ¡Conoce la vida del pintor vanguardista en 10 célebres obras!
¿Quién fue Marc Chagall?
Mark Zajárovich Shagálov nace en Bielorrusia en 1887 en el seno de una familia judía lituana. Desde muy joven, el artista se interesó por la cerámica, el grabado y la ilustración. Esta afición lo conduciría, a la edad de 19 años, a trasladarse a los epicentros de la cultura europea, donde se vería altamente influenciado por los movimientos modernos nacientes, el vanguardismo y las extravagancias propias a los inicios del siglo XX.
Chagall comenzaría a explorarse a sí mismo en San Petersburgo, Berlín y París.
Chagall y la Segunda Guerra Mundial
Tras establecer un contacto con las primeras vanguardias de la época, regresa a Rusia con dos objetivos: participar en la política concerniente a la Revolución Rusa, y casarse con su prometida, Bella Rosenfeld, en 1915. Sin embargo, años más tarde, regresa a París y se reúne con otro de los grandes bohemios de origen judío, el italiano Amedeo Modigliani.
No obstante, con el desarrollo de la Primera y Segunda Guerra Mundial, Chagall se vio obligado a marcharse de París. Se dirigió a Estados Unidos en 1941, tras verse contemplado como un objetivo nazi. Para el régimen nacionalsocialista, la obra de Chagall fue tildada de degenerada.
En 1948, el artista regresa a Francia, donde fallece en Saint-Paul-de-Vence, el 28 de marzo de 1985.
El legado de Marc Chagall
Su estadía en los Estados Unidos lo definió como una de las grandes figuras de su época. Su particular uso del color y empleo de las formas lo constituyó como uno de los padres del modernismo, pues resultó ser bastante influyente en corrientes en auge, como el expresionismo, el cubismo y, posteriormente, el surrealismo.
Sin lugar a dudas, Chagall consiguió trascender por medio de un estilo tan auténtico como inclasificable; perpetuándose en la mente del espectador, gracias a la presencia de emociones fuertes y colores llamativos que se albergaban en medio de la realidad y la fantasía.
Tanto su origen judío, el folklore de su pueblo natal en Rusia, las emociones y las experiencias que caracterizaron su vida, hicieron de la obra de Marc Chagall una excepcional muestra del talento inherente a las vanguardias artísticas del siglo XX.
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