Por Erika De Paz |
Hace un par de meses me quitaron unos lunares. Eran dos puntos marrones y abultados que adornaron mi abdomen por años. Nunca me gustaron, decidí retirármelos por razones puramente estéticas. Aunque para algunos estas manchas resultan seductoras, las mías siempre me acomplejaron. Ahora que no están, las extraño: las cicatrices se encargan diariamente de recordármelas; hasta parecen reprochar mi ataque de vanidad. Estas marcas tienen la cualidad de evocar situaciones desagradables como accidentes, cirugías o enfermedades, y otras veces momentos especiales como el nacimiento de un hijo. Y a pesar de que jamás podremos desaparecerlas por completo, sí existen maneras de atenuarlas.
Muchas son tan pequeñas que pasan desapercibidas, pero hay otras que resultan bastante evidentes. Las cicatrices recientes son más fáciles de borrar que aquellas que tienen más tiempo. En todo caso, para que estas marcas no oscurezcan, debemos evitar exponernos al sol y protegerlas con bloqueador solar, sobre todo si son nuevas. El aspecto de cualquier cicatriz varía dependiendo del tamaño de la herida, la profundidad y el lugar donde se encuentre. También influye la edad de la persona, el sexo, el color y la herencia. Actualmente, existen distintos tratamientos dermatológicos que mejoran considerablemente la textura de la piel, sobre todo en queloides. Tal es el caso del láser, la crioterapia y las inyecciones con esteroides.
Sin embargo, si la cicatriz es pequeña o superficial, los remedios caseros son una estupenda opción. Muchos de estos trucos naturales resultan milagrosos: utilizados de forma regular nos permiten disimular estas marcas. Uno de los más populares es el aceite de rosa mosqueta. Su alto contenido en ácidos grasos esenciales poliinsaturados influye en el crecimiento celular y favorece la síntesis del colágeno. Además, permite disminuir el tamaño de la cicatriz, y aclara el color de la herida. El aloe vera también ha ganado fama en esto de eliminar cicatrices. Un poco de su cristal, previamente lavado, parece ser una de las mejores “gomas de borrar”. La sábila no sólo brinda elasticidad a la piel, sino que también la desinflama, de allí que sea sumamente utilizada para tratar y aliviar quemaduras.
Otro de los productos que sirven para mitigar cicatrices es la manteca de cacao, un reconstructor de la piel que, además, de oler rico, constituye uno de los mejores hidratantes que existen. Eso sí, para aplicarla debemos esperar que la herida esté cerrada. Algunas personas también utilizan limón, mientras que otras le tienen fe a la miel. El jugo del limón debe colocarse sólo por algunos minutos sobre la parte afectada: el acido cítrico de esta fruta tiene un efecto sorprendente en cualquier marca. Este tratamiento debe realizarse por las noches, ya que el limón y el sol son pésima combinación (manchan la piel). Por otro lado, las propiedades antibacteriales de la miel favorecen la cicatrización, a la vez que permiten limpiar las heridas; de allí que este alimento haya sido utilizado desde tiempos remotos.
Otros tratamientos menos comunes, pero iguales de efectivos, son el aceite de oliva, el aceite esencial de lavanda y la cebolla. Aunque resulte increíble, esta verdura permite estimular la producción del colágeno, lo que a su vez disimula la apariencia de las cicatrices. Sin embargo, su olor puede ser impedimento para que algunos decidan utilizarla. Aun cuando existe una amplia variedad de opciones para mejorar la apariencia de la piel, no debemos colocarnos todos estos productos a la vez, ya que esto podría resultar contraproducente.
Por último, es necesario destacar la importancia de una alimentación balanceada rica en vitaminas A, C y E; las cuales constituyen potentes antioxidantes capaces de regenerar nuestra piel de forma natural. Para disimular el aspecto de las cicatrices, no es necesario contar con kilos y kilos de base. Después de todo, el maquillaje sirve para resaltar la belleza, no para tapar imperfecciones que podemos disimular. Con estos trucos, el aspecto de tu piel mejorará y las cicatrices pasarán a ser un recuerdo, uno bastante borroso, por cierto.
Por: Erika De Paz | IG @ERIKADPS |
Foto: Reflejo de mujer Shutterstock
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