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Las 2 preguntas fundamentales que debes hacerte si no estás obteniendo los resultados que quieres

Las 2 preguntas fundamentales que debes hacerte si no estás obteniendo los resultados que quieres

Por Daniel Colombo | “Esta situación no ayuda”, “No sé de qué forma empezar”, “Las personas que tienen éxito son las que tienen dinero”, “Lo quiero, y lo quiero ya mismo”, “Yo soy humilde, por eso no quiero tener dinero”, “Nací pobre, moriré pobre”, “Esas cosas son para ricos”, son algunas de las frases que escuchamos a diario de parte de personas que, posiblemente, no están obteniendo sus resultados.

INTERESANTE

Además del miedo interno que sienten, se han estancado en un punto de sus vidas donde sus anteojos no les permiten ver las oportunidades que siempre están.

Lo que sucede en estos casos es que han restringido su potencial innato más allá de las circunstancias externas, y por eso aparece la victimización, la tendencia a echar la culpa afuera de su situación. Son personas que viven metidos en la queja, la crítica, la envidia hacia los demás que sí se mueven, los chismes y distinto tipo de comportamientos, en vez de preguntarse qué pueden hacer por ellos mismos para salir adelante.

Las dos preguntas fundamentales

Si te encuentras estancado y no consigues avanzar, antes de preguntarte “¿Cómo puedo hacerlo?” sugiero que te hagas otras dos preguntas esenciales.Son preguntas poderosas, ya que necesitarás ir profundo en tu vida, tus creencias, tus paradigmas que son los que hacen que estés con parálisis en el estancamiento, un punto del que, si no te mueves, no podrás salir.
A veces para lograrlo basta un solo paso.

Las dos preguntas son:

1) ¿Cuál es la principal causa en mis resultados?

2) ¿Qué porcentaje de tu potencial sientes que estás utilizando en este momento?
Vamos a explorarlas brevemente:

¿Cuál es la principal causa de mis resultados?

En este caso la invitación es a que viajes muy profundo dentro de ti para observar, detectar y tener identificado el origen de tu traba interna.

Posiblemente haya cadenas de creencias limitantes que están amarrándote, y paradigmas que has construido como una fortaleza de la que no quieres salir. A veces tienen que ver con la educación que se ha recibido, aunque, de adultos, tenemos la libertad y la posibilidad de elegir qué tipo de resultados queremos obtener y cómo los vamos a generar.

Las creencias son ideas, pensamientos y modelos mentales que tú mismo has creado a partir de estímulos externos, de experiencias de vida y, sobre todo, de tu forma de ver el mundo. Así las has internalizado.

Las creencias limitantes son aquellas que te impiden avanzar. Entonces, al ejercitarte en identificarlas y trabajarlas puedes disolverlas paulatinamente. Por ejemplo, la meditación, los cursos de auto conocimiento, los libros que te permitan adquirir nuevas dimensiones de quien eres, y todo otro conocimiento que sume valor a tu trabajo personal, te van a ayudar.

Cambiarlas necesita que reemplaces aquellas limitantes por otras creencias positivas en sentido de expansión. Es un proceso que se realiza paso a paso; es decir que el resultado no llegará de la noche a la mañana.

¿Qué porcentaje de tu potencial sientes que estás utilizando en este momento?

El hecho de que no estás obteniendo los resultados que deseas está directamente relacionado con que no utilizas todo tu potencial.
El potencial es una energía interna que posee cada persona, y que le permite expandirla, soltarla y liberarla desde adentro para expresar afuera sus talentos, dones y habilidades. Todos la poseemos.

Imagina una botella con una gran concentración de potencial mezclado con mucho gas. Tápala con un corcho y déjala reposar durante años. El gas se irá diluyendo ¿verdad? Y la tapa hará que ese potencial que está dentro pierda su fuerza.

Lo mismo sucede contigo cuando reprimes por distintos motivos el enorme potencial que tienes. Eres mucho más fuerte, más creativo e innovador de lo que piensas.

El asunto es que necesitas medir el porcentaje de tu potencial que estás utilizando en este momento. Imagina una escala de 1 a 10, donde uno es extremadamente poco y diez es el máximo. Piensa un momento: ¿en qué punto de la escala estás ahora mismo?

Al hacerlo te vas a dar cuenta de cuánto utilizas y cuánto tienes aún por explorar y explotar.

Seguramente cuando haces este ejercicio tomarás consciencia de lo que queda por experimentar, excepto que estés en el nivel 10. ¡Y sí es posible vivir y permanecer en 10, el nivel de excelencia, todo el día! No se trata de estar lleno de actividades y hacer más cosas, sino de que liberes tu potencial con sentido, en línea con tu propósito.

Esto significa que cuando lo hagas, no sólo explotarás ese recurso interno que tienes estancado, sino que tendrá un significado trascendente.

No importa lo que hagas ni cómo, hazlo. Destapa tu potencial. Desarrolla un plan. Ten una gran idea para llevarla al mundo y socializarla y que otros se beneficien con ella, al igual que tú.

Nada es más restringido que la mente humana con un modelo mental que impide que te expandas cada vez más. La pregunta final es: ¿asumes el reto?

Foto: Shutterstock

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