Francisco de Goya es uno de los pintores más prolíficos del arte español. En cada una de sus impresionantes pinturas se puede apreciar cómo su creatividad y genialidad parecen llevar la carga del tormento; una especie de condición en la que las mieles de la inspiración no pueden separarse de la amargura, de la melancolía o la locura. ¿Conoces el mundo de este increíble artista?
Muchísimas obras de arte han sido concebidas desde el caos, para así mostrarnos la belleza de la condición humana junto a sus miserias, erigiendo al hacedor como un mártir, con la única misión de dejar su huella a través de un mensaje, a veces tan directo como perturbador, otras veces tan enigmático como la misma mente del artífice.
Goya, considerado por muchos como el primer artista moderno gracias a su capacidad para exponer en su obra el interior de su mente y lo que veía en el mundo; es el canon del creador dominado por su genio.
Su obra prolífica reúne casi 700 pinturas, aproximadamente 1000 dibujos y 300 impresiones, todas con su marca… aquella en que la demencia brilla sin oscurecer su don creativo, gracias a su transgresor pincel que utilizó para diluir y desafiar -en aras de la libertad de la creación- las normas establecidas, convirtiéndolo en uno de los grandes artistas de la historia.
Un cambio radical en la vida de Francisco de Goya
Luego de su aprendizaje en España, desarrollando un estilo barroco, se traslada a Italia, en el año 1770, para hacer su incursión en el neoclasicismo, corriente que irá moldeando junto con sus propios matices estilo rococó adquiridos en pintar tapices en la manufactura real de Santa Bárbara.
Para bien o para mal, Goya sufre una grave enfermedad entre 1792 y 1793, que lo transforma a nivel creativo para dominar un pincel más vanguardista con propuestas revolucionarias, en contraposición a lo que produjo anteriormente.
A partir de aquí, Goya exploró temáticas que abarcaron desde la brujería, la locura y lo onírico, hasta los famosos dibujos de la serie Los caprichos con mensajes satíricos acerca de la sociedad española de finales del siglo XVIII; además, de los horrores de la Guerra de Independencia, que se pueden apreciar en la serie Los desastres de la guerra.
La sordera
Luego de la enfermedad, Goya se queda sordo a los 45 años, viviendo en Cádiz al cuidado de Sebastián Martínez.
Justamente, a través del manejo de la correspondencia del pintor, Martínez hace referencia a las dolencias que aquejan a Goya, refiriendo en las epístolas sus terribles síntomas, como “males que le hace a su cabeza” o al “ruido en la cabeza y la sordera que en nada han cedido”.
Aquí se traza una línea fundamental para Goya y su pintura, un momento creativo que inspiró temáticas menos amables que sus anteriores trabajos realizados para los palacios reales; se inicia la fase madura de la obra del artista y la transición hacia su estética romántica.
Posteriormente, entre los años 1808-1814, Francisco Goya, retrata el convulsionado período histórico en que vive, enfocándose en la Guerra de la Independencia, mostrando en los grabados (Los desastres de la guerra) los excesos y tragedias de la guerra carente de heroísmo, poniendo un acento en que cualquier individuo de clase y condición puede sufrir los horrores de las guerras.
La representación romántica de Goya ha sostenido durante mucho tiempo este evento -su sordera- como el punto de inflexión en el que su obra pictórica se transforma de un modo espectacular y permanente.
La locura de Francisco de Goya
La fascinación de Goya por la locura se extendió a sus últimos días, completando una serie de dibujos con atención a temas de la ciudad como Nuevos caprichos mostrando una mayor sutileza y un interés en la sátira social; Toros de Burdeos, en el taller de Gaulon que son una prolongación de la tauromaquia de Madrid; Desastres de la guerra que continúan en dibujos inspirados en recuerdos y relatos de amigos exiliados en Burdeos.
Aquí tenemos a un Goya que se adapta a las circunstancias de la nueva vida y se encuentra feliz y espontáneo. Otras veces melancólico y desesperado. A veces duda de la religión o es un personaje moralizador y narrador de insólitos acontecimientos bordeleses. Realizó un total de 123 dibujos conocidos.
Los dibujos reflejan la preocupación de Goya y la personalidad de aquellos que le rodearon hasta su muerte; son un testimonio para la comprensión de las realidades que marcaron su vida, y constituyen una unidad integral del artista, excepcionalmente coherente desde el primero al último de ellos.
Cabe destacar que la sordera que sufrió Francisco de Goya lo llevó a experimentar profundos episodios de depresión y ansiedad. Para muchos, este relato simplista explica satisfactoriamente las representaciones de locura que son una característica prominente de la obra de Goya.
También es necesario mencionar que, un artista con la sensibilidad de Goya, al enfrentarse a un período de fuerte agitación política y social, pudo contribuir con la legendaria locura del pintor, un factor que fácilmente puede socavar los pensamientos más optimistas.
¿Qué pudo provocar la locura de este artista?
Apartando el contexto histórico y su sordera, ¿qué otra cosa pudo provocar la locura de este artista? Entre algunos de los diagnósticos que intentan atinar con las causas, están la esquizofrenia o la sífilis.
De acuerdo con información publicada en el diario El País, los psiquiatras españoles Blanco Soler y Antonio Vallejo-Nájera, sostienen que Goya sufrió una esquizofrenia leve, con tres brotes agudos. Sin embargo, su hijo, Juan Antonio Vallejo-Nájera, llegó a la conclusión de que Goya no sufrió esquizofrenia, argumentando que una crisis lo suficientemente grave como para alterar el modo de pintar hubiera alterado también la personalidad del pintor, cosa que presuntamente no ocurrió.
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Otras razones
Por otra parte, también se habla de un supuesto ungüento napolitano, que posiblemente le causó los vértigos y afecciones cerebrales.
El ungüento era usado en pacientes de sífilis, y los síntomas eran propios del envenenamiento por mercurio, un nefasto tratamiento en el que los enfermos podían ser curados, pero morían al poco tiempo envenenados.
Otra teoría sostiene que que los síntomas que presentó Goya fueron consecuencia del envenenamiento por el plomo de sus pinturas. Juan Antonio Vallejo-Nájera también refuta esta hipótesis, pues no era el artista quien preparaba las pinturas, sino un moledor que estuvo a su servicio durante décadas y que al parecer no sufrió ninguna secuela.
Vallejo-Nájera sostiene que la enfermedad, incluida una depresión posconvaleciente, tuvo una influencia determinante en Goya, pero no de signo patológico, sino vivencial, que le hizo reaccionar y desarrollar su intenso brote creativo.
Algunos de los principales artistas, escritores y pensadores de la historia han padecido de enfermedades mentales. Otro ejemplo es el pintor neerlandés Vincent van Gogh; y diversos estudios demuestran que la creatividad está asociada con un mayor riesgo de depresión, esquizofrenia y desorden bipolar.
Con información de: Wall Street Art / El País / goya.unizar / Playbuzz
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