Mathilde Carré, popularmente conocida como «La Gata» fue una doble espía francesa de la Segunda Guerra Mundial, que gracias a su audacia, inteligencia y atractivo físico -descrito como felino-, desmanteló diversos planes alemanes; e incluso, también otorgó información a los nazis acerca de la resistencia francesa, para la que aún trabajaba… ¡Conoce más de la historia de esta atractiva doble agente!
Nacida en 1910 (otros autores establecen que fue en 1908), en Châteauroux, Departamento de Indre, Francia; fue una mujer de baja estatura, con cierto aire de distinción, ojos verdes y cabellera negra; facciones que no la hacían pasar desapercibida delante de los hombres.
Estudió en la Escuela de Leyes de la Sorbonne. Contrajo matrimonio en 1933 con un profesor llamado Maurice Carré, con el cual se fue a vivir unos años a Argelia por razones de trabajo de su entonces esposo…
Los años de «La Gata» en Argelia los pasó trabajando como institutriz y como maestra en una escuela; sin embargo, se dice que nunca fue del todo feliz con su esposo y que la llegada de la Segunda Guerra Mundial fue la excusa perfecta para ella dirigirse a París. Por su parte, su esposo Maurice fue llamado al frente y más tarde perdería la vida en batalla, lo que puso fin a su matrimonio.
La Segunda Guerra Mundial…
Luego de su llegada a París, Carré se unió a la Cruz Roja y fue entrenada para desempeñarse como enfermera. Al presenciar la caída de su país natal en manos de los alemanes, la llevó a exiliarse en tierras no ocupadas por la fuerza nazi.
Dejando su amada París atrás, y posteriormente asentándose en Toulouse, Carré creó un centro de socorro para heridos de guerra… entre tantos pacientes conoció a un oficial polaco de nombre Roman Czerniawski, conocido también como «Armand» -para los franceses-. Fue este hombre quien le pondría el famoso apodo por el que fue conocida «La Gata», y aquel que la reclutaría para la creación de una red de resistencia y de información en Francia para espiar a los alemanes…
Ambos regresaron a París, ciudad donde se estableció la red de espionaje a la que llamaron Interallié. Fue Czerniawski el que estableció el contacto inalámbrico con la ciudad de Londres en 1941, red que no tardó en convertirse en la más activa de la Resistencia francesa y que estuvo conformada por agentes que operaban en casi toda la zona de Francia ocupada por los alemanes.
Mathilde jugó un papel importantísimo en esta red. Su especialidad era obtener información de los oficiales alemanes. El método que empleaba era siempre el mismo; se solía sentar sola en alguno de los cafés frecuentados por los oficiales alemanes y esperaba que alguno de ellos iniciase una conversación. La charla intrascendente continuaba después en un restaurante, regada con abundante champán.
En el verano de 1941, la red de espionaje estaba trabajando con máxima efectividad en 14 diferentes distritos franceses ocupados por los alemanes. Desafortunadamente, en noviembre de 1941 luego de una exhaustiva vigilancia por parte de los alemanes a una de las espías de esta red, descubrieron el apartamento que hacía las funciones de centro neurálgico de Interallié. La espía llamada Violette y Czerniawski fueron capturados en este apartamento, horas más tarde Carré también fue detenida.
La doble agente…
Carré fue trasladada a una prisión militar, en la cual luego de unas horas pudo establecer una conversación con un sargento alemán bastante educado sobre los encantos de la ciudad de París, después de unos minutos el sargento se retiró. Mathilde logró escribir en su diario: “Nada podía ser más atemorizador: el hombre que entró en mi celda era «humano»”.
La luz volvió a encenderse. Se abrió la puerta y aparecieron unos guardias armados. Un cabo le indicó con una seña que les siguiese… al final se encontraría con el mismo sargento con el que habría hablado minutos antes, completamente vestido como un parisino. El hombre hizo que se montara en el carro que él conduciría a las afueras de la capital francesa, a una mansión que servía como cuartel de contraespionaje.
El hombre que la llevó a esa mansión fue Hugo Bleicher, sargento contratado para trabajar con la inteligencia militar alemana. Este sería también el hombre que la convencería de trabajar para él y la inteligencia militar alemana, acotándole que no solo le salvaría de la tortura y probablemente la muerte, sino que “salvaría la vida de los otros espías” que trabajaron con ella…
Todo lo que requería el sargento era que Carré comenzara a trabajar con ellos, ayudándoles a engañar a los británicos a proporcionarles información falsa a través de los transmisores de Interallié.
A los pocos días de empezar a trabajar con la inteligencia alemana, «La Gata» ayudó a Bleicher a reunir a los miembros restantes de Interallié que aún permanecían en libertad. Condujo al sargento a los hogares y lugares de reunión de varios hombres y mujeres quienes días anteriores habían sido sus compañeros de confianza.
En febrero de 1942, Carré llega a Londres con uno de sus compañeros de Interallié, Pierre de Vomécourt. Ambos comenzaron a trabajar en el Ministerio de Guerra británico, y «La Gata» seguía transmitiendo información bajo las órdenes de Bleicher…
Sin embargo, la inteligencia británica no tardó en desenmascarar a Carré, quien terminó confesando todo.
La sentencia de Carré…
«La Gata» fue aprehendida en Gran Bretaña hasta el final de la guerra. Posteriormente, regresó a su natal Francia en 1949 para enfrentar un juicio que duraría cuatro días y que terminó con una sentencia a muerte.
Aunque su abogado no desconoció su comportamiento de traición, sí estableció que la mujer se enfrentaba a una situación de vida o muerte.
Tres meses después, la sentencia fue sustituida por 20 años de cárcel, así Carré fue liberada de prisión en septiembre de 1954. Seis años después publicó sus memorias en el libro J’ai été “La Chatte” (Yo fui “La Gata”); para el momento de la publicación de su obra, Carré ya se encontraba en delicado estado de salud, la cual continuó empeorando hasta su muerte en 1970.
Con información de: Encyclopedia | Exordio | Mujeres Riot
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