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Grandes frases de Julio Cortázar

Grandes frases de Julio Cortázar

Julio Cortázar fue un escritor, poeta e intelectual argentino, considerado uno de los más innovadores y originales de su tiempo. Cortázar nació en Ixelles (Bélgica) el 26 de agosto de 1914, al tiempo se trasladó a Suiza y luego a Barcelona (España) hasta volver, en 1918, a Buenos Aires (Argentina) de donde originalmente eran sus padres.

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En 1932 se recibió de Maestro Normal y Profesor Normal en Letras tres años más tarde. Comenzó a trabajar como profesor de Lengua y Literatura francesa en varios institutos de la provincia de Buenos Aires, y más tarde en la Universidad de Cuyo.

En 1951, Julio Cortázar consiguió una beca para realizar estudios en París (Francia) y una vez instalado, pasó a ser traductor de la UNESCO, trabajo que desempeñó hasta su jubilación.

Contrajo matrimonio en 1953 con Aurora Bernárdez, una traductora argentina radicada en París.

El refinamiento literario que comenzó a tener Julio Cortázar, sus lecturas casi inabarcables, y su incesante fervor por la causa social, lo erigen como una figura de deslumbrante riqueza.

En 1970 viajó a Chile, donde se solidarizó con el gobierno de Salvador Allende y de regreso hizo una escala en Argentina.

En 1983, con el regreso de la democracia en Argentina, Julio Cortázar hizo su último viaje, donde fue recibido cálidamente por sus admiradores pero en forma indiferente por el gobierno.

Tiempo después retornó a París donde le otorgaron la nacionalidad francesa. Cortázar murió el 12 de febrero de 1984 en París, a causa de una leucemia.

Julio Cortázar rompió los moldes clásicos mediante escritos que escapan de la linealidad temporal y donde los personajes adquieren autonomía y una profundidad asombrosa.

Entre sus obras más destacadas están:

Rayuela (1963)
Bestiario (1951)
Historias de Cronopios y de Famas (1962)
Todos los fuegos el fuego (1966)
62/Modelo para armar (1968)
Octaedro (1974)

Algunas de las mejores frases de Julio Cortázar

“En literatura no hay temas buenos ni temas malos, hay tan sólo temas bien o mal tratados.”

“La esperanza es la vida misma defendiéndose.”

“¿Hasta cuándo vamos a seguir creyendo que la felicidad no es más que uno de los juegos de la ilusión?”

“No me creas demasiado optimista; conozco a mi país, y a muchos otros que lo rodean. Pero hay signos, hay signos.”

“Ven a dormir conmigo: no haremos el amor, él nos hará.”

“Cuando mis cronopios hicieron algunas de las suyas en Corrientes y Esmeralda, una eminente intelectual exclamó: ¡qué lástima, pensar que era un escritor tan serio!”

“Para qué volver sobre el hecho sabido de que cuanto más se parece un libro a una pipa de opio más satisfecho queda el chino que lo fuma, dispuesto a lo sumo a discutir la calidad del opio pero no sus efectos letárgicos.”

“Los libros van siendo el único lugar de la casa donde todavía se puede estar tranquilo.”

“Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino.”

“El ajedrez es un juego que me apasionó de joven, pero un buen día me empezó a tomar demasiado tiempo y entonces lo eliminé.”

“Un mundo donde te movías como un caballo de ajedrez que se moviera como una torre que se moviera como un alfil.”

“Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte.”

“Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo.”

«¿Quién los ve andar por la ciudad si todos están ciegos?»

“A mí no me bastaba con que me dijeran que eso era una mesa, o que la palabra «madre» era la palabra «madre» y ahí se acaba todo. Al contrario, en el objeto mesa y en la palabra madre empezaba para mí un itinerario misterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba.”

“Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo.”

“Ya están vestidos, ya se van por la calle. Y es sólo entonces cuando están muertos, cuando están vestidos, que la ciudad los recupera hipócrita y les impone los deberes cotidianos.”

“Fui una letra de tango para tu indiferente melodía.”

“Todo lo que de vos quisiera es tan poco en el fondo porque en el fondo es todo.”

“Con qué tersa dulzura me levanta del lecho en que soñaba profundas plantaciones perfumadas.”

“Por eso no seremos nunca la pareja perfecta, la tarjeta postal, si no somos capaces de aceptar que sólo en la aritmética el dos nace del uno más el uno.”

“No nos vimos nunca pero no importaba, mi hermano despierto mientras yo dormía, mi hermano mostrándome detrás de la noche su estrella elegida.”

“(…) Lo que me gusta es escribir y cuando termino es como cuando uno se va dejando resbalar de lado después del goce, viene el sueño y al otro día ya hay otras cosas que te golpean en la ventana, escribir es eso, abrirles los postigos y que entren.”

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