El genocidio al que fue sometida la población judía durante la Segunda Guerra Mundial dejó a 400 mil víctimas provenientes del gueto de Varsovia. En esta ciudad, una mujer asumió el compromiso de salvar a todos los niños judíos que pudiese… Conoce a Irena Sendler, el ángel de Varsovia.
Una enfermera dedicada
Irena Sendler fue una enfermera y trabajadora social de origen polaco. Sendler Nació en 1910, el seno de una familia católica con mucha empatía por el género humano. Su mayor ejemplo fue su padre, un médico que murió por atender a los judíos con tifus que otros colegas rechazaban.
En 1939, la invasión alemana a Polonia sorprende a Irena trabajando en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia. Un año más tarde la situación de los judíos en Polonia se complica con la creación del gueto de Varsovia; un campo de concentración en donde cientos de miles de judíos serán aniquilados.
Como su padre, Irena no tenía reparos en ayudar a los judíos. Por eso, durante la ocupación nazi ella decide unirse al Consejo para la Ayuda de Judíos. Este ente era conocido como Zegota. En dicha organización, la enfermera se integró al equipo que atendía los casos de enfermedades contagiosas.
Dentro del campo y las métodos de rescate
Los nazis temían la expansión de una epidemia de tifus en Varsovia (acaecida como consecuencia de las condiciones de escasa higiene en la que eran mantenidos los judíos). Por este motivo los invasores alemanes fueron permisivos con el personal de salud polaco que iba al gueto a tratar la enfermedad.
Esto le dio a Irena un cierto grado de libertad en el gueto. Ya dentro, la enfermera buscó la manera de sacar a los niños del campo para salvarlos. A los pequeños era posible extraerlos, escondidos, pero no a sus padres, por lo que Irena tuvo que llevar a cabo la difícil tarea de convencer a las madres de entregar a sus hijos.
Sendler utilizó diferentes técnicas para extraer a los niños judíos, como meterlos en sacos de verduras, en pequeñas cajas o incluso en ataúdes. Con estos métodos la valiente enfermera logró salvar a más de 2.500 niños.
Perseguida por la Gestapo
En octubre de 1943, Irena fue detenida por la Gestapo.
En la prisión de Pawiak fue sometida a terribles torturas con las que los nazis intentaron sacarle el nombre de los niños extraídos, su ubicación y el nombre de sus colaboradores; era la única que sabía estos datos pero no habló. Por ello Irena sería condenada a muerte, sentencia que pudo evitar gracias a un soldado polaco que la ayudó a escapar. En el papel Irena fue declarada como ejecutada, en la realidad logró cambiar sus papeles de identidad y escondió los datos de los niños que había rescatado del gueto.
Al finalizar la guerra, Irena ayudó a reubicar a los niños cuyos padres fueron exterminados en los campos. Los pequeños conocían a la enfermera por el apodo de “Jolanta”, pero muchos no sabían cuál era su verdadero nombre.
No obstante, años después un reportaje con la foto de Irena apareció en los diarios, y varios de los rescatados la reconocieron. Entonces el teléfono de la enfermera, ya retirada, empezó a sonar. Eran los niños judíos, adultos ahora, buscando al ángel de Varsovia para agradecerle por haberlos salvado.
Condecorada por el Gobierno polaco
En 2007 Irena Sendler fue candidata al Premio Nobel de la Paz. No lo ganó, pero sí fue condecorada con la Orden del Águila Blanca, la condecoración más importante de Polonia.
Sendler fue una mujer valiente, que se enfrentó el horror y tuvo el temple para no doblegarse, a pesar de que su vida estuvo en riesgo en más de una ocasión.
Esta importante figura del humanismo universal falleció en Varsovia en el 2008, a los 98 años de edad.
Con información de: La Vanguardia / Wikipedia / Imagen de portada: Wikimedia
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