Un pequeño análisis de tus gustos y comportamientos, serán la base ideal para que pongas en práctica una filosofía japonesa que busca hacerte más feliz ¿Qué es el ‘ikigai’? ¿Cómo puedes aplicarlo? ¿Cómo puedes conseguirlo? Aquí te contamos todo.
¿Qué profesa el ikigai? La filosofía de la felicidad
Esta filosofía japonesa indica que todos los seres humanos tienen una función en el mundo. Cada quien nace con dones específicos y con talentos inigualables. El reto y la meta, debe ser conseguir cuáles son esos talentos y dedicarse sin miedo a lo que te apasiona.
El psiquiatra japonés Miejo Kamiya, explica que para la cultura japonesa, la palabra “Ikigai” es un sinónimo de felicidad, porque resulta ser la motivación por la que una persona se despierta en las mañanas, “es lo que te hace mirar hacia el futuro aun si tu vida es miserable en el momento”.
El ikigai es la mezcla perfecta entre ser útil para el mundo, ser productivo para tu familia y ser feliz contigo mismo. Sentir que el trabajo al que le dedicas todo tu tiempo, genera una diferencia positiva en el mundo, es lo que te mantiene motivado y lo que hará que trabajes con más pasión y con menos obligación.
¿Qué busca el ikigai? Felicidad, pasión y motivación
Es el balance ideal entre lo que amas hacer, lo que eres bueno haciendo, lo que el mundo necesita y lo que te pueda generar buenos ingresos.
4 preguntas que te ayudarán: ¿Cómo conseguir tu ikigai?
Conseguir tu misión de vida puede ser confuso algunas veces, pero aquí tienes unas preguntas claves que te orientarán a descubrir cuál es verdaderamente tu ikigai:
¿Cuál es tu elemento? Analiza tu método de trabajo, ¿te gusta la soledad o la compañía? ¿El aire libre o una oficina? ¿Los horarios flexibles o prefieres la disciplina?
¿Con qué actividades sientes que el tiempo se te pasó volando? Este es uno de los mejores indicadores, cuando estás haciendo algo que disfrutas, la percepción del tiempo se altera y sientes que el mundo va más rápido.
¿Qué te resulta fácil hacer? Hay miles de talentos naturales, desde la organización hasta la cocina, analiza qué resulta fácil para ti –que para los demás quizás sea un desafío- y te orientarás.
¿Qué te gustaba hacer cuando eras pequeño? La mayoría de los intereses se forjan cuando aún somos niños -y muchas veces no tomamos conciencia de eso-.Recuerda tu infancia y analiza las actividades que más te gustaban. Ejemplo: si te gustaba vestir a las muñecas, quizás tengas talento para el diseño de modas.
¿Realmente el ikigai te ayuda a ser feliz?
El ikigai forma parte de la cultura japonesa y Japón está de número 51 en la lista de los países más felices del mundo, según el Word happiness report 2017 de las Naciones Unidas, un estudio que mide la calidad de vida, la motivación y el bienestar de sus ciudadanos.
Esta interrogante se la hicieron dos escritores españoles, Héctor García y Francesc Millaes, cuando escribieron su libro Ikigai: los secretos de Japón para una vida larga y feliz, juntos llegaron a la conclusión de que la práctica del ikigai no solamente aumenta la felicidad, también la productividad, el éxito personal y el autoestima. Lo explican así:
“El objetivo es identificar aquello en lo que eres bueno, que te da placer realizar y que, además, sabes que aporta algo al mundo. Cuando lo llevas a cabo, tienes más autoestima, porque sientes que tu presencia en el mundo está justificada. La felicidad sería la consecuencia” dijo Millaes.
¿Será el ikigai el secreto para la longevidad?
Japón tiene uno de los rangos de longevidad más elevados del mundo –87 años las mujeres, 81 los hombres, según el Ministerio de Salud japonés-, y algunos creen que se debe a la filosofía del ikigai.
Dan Buettner, el autor de Lecciones para vivir más por las personas más longevas, explica que el ikigai resulta ser fundamental en la longevidad porque le da a la persona un motivo para vivir: una motivación.
“Los mayores son celebrados por su inteligencia, lo que los hace sentirse obligados a pasar su sabiduría a generaciones más jóvenes”, explica Buettner, es justamente esa necesidad de transmitir sus conocimientos, gracias a que se sienten importantes porque los demás valoran su ikigai, es lo que los mantiene motivados y con ganas de vivir.
Un testimonio vivo: “Amor por la artesanía”
El vídeo muestra la historia de una mujer que decidió dedicar su vida a la artesanía. Cuenta que analizando su vida mientras estudiaba, se preguntó: “¿Qué me gustaría hacer las 24 horas del día?” y su respuesta fue: artesanía. Así que dedicó su vida al arte, tiene su propio negocio -que es fructífero- y trabaja motivada gracias a que eligió apostar por su pasión.
Con información de: Playbuzz / Open Culture / El País
--
--