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Dalí inspirado en… ¿Queso?

Dalí inspirado en… ¿Queso?

Si no conoces al famoso pintor español Salvador Dalí, podemos asegurar que al menos una vez has visto alguna de sus obras, más específicamente ‘La persistencia de la memoria’. Aquella pintura de relojes derritiéndose es de las más populares del autor, pero… ¿Alguna vez podrías haber pensado que está inspirada en queso?

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‘La persistencia de la memoria’ de Salvador Dalí (1931)

 

Salvador Dalí i Domènech, nacido en Figueras – España, fue uno de los mayores representantes del surrealismo en el siglo XX. Desde pequeño tuvo una gran pasión por el arte renacentista, la cual gracias a su talento y arduo trabajo logró convertir en grandes piezas pictóricas, admiradas en todos los rincones del mundo.

A los 28 años, en 1931, teniendo ya algún tiempo de experiencia, una noche luego de la cena, comenzó a reflexionar sobre asuntos científicos y filosóficos de la vida, los cuales siempre lo habían atraído, consumiendo así sus horas. Específicamente, pensaba sobre la “materia dura” y la “materia blanda”, en las cuales se inspiró para realizar el que tal vez se conoce como su cuadro más famoso a lo largo de la historia: La persistencia de la memoria.

La obra está compuesta por un paisaje marino de Cadaqués, que posee una serie de relojes que se derriten a lo largo del cuadro y una extraña criatura reposando entre estos. Los relojes son el elemento principal y más llamativo de esta pintura; conocidos popularmente como Los relojes blandos, marcan con sus agujas seis horas recorridas y son objeto de múltiples interpretaciones.

Pero, la parte que sorprende es que, como producto de una larga reflexión combinada con la reciente cena, Dalí encontró en su reciente comida la musa para expresar sus pensamientos. Aquella mesa que contuvo un queso de Camembert le dio al artista la visión exacta para plasmar sus pensamientos en un lienzo, al comprender dicho alimento con las características duras y blandas que tanto se cuestionaba.

El queso Camembert proviene de la región francesa de Baja Normandía, el cual se fabrica desde 1791 y posee una corteza con moho superficial que forma una pelusilla blanca, aunada con pasta firme, flexible, untuosa, suave y cremosa, de color amarillo claro. Teniendo en cuenta esta descripción se puede ver la alegoría realizada por Salvador Dalí, plasmando las posibilidades de texturas de la materia.

Queso Camembert

 

Mediante esta inspiración de Dalí podemos observar cómo un verdadero artista puede conseguir la fuente de su trabajo en cualquier objeto, materia o situación a su alrededor. Volviéndose esta capacidad aun más sorprendente cuando comprendemos el contexto en el cual se realizó esta obra y la combinación de pensamientos implícitos en la misma.

Según diferentes análisis, otra de las inspiraciones de Dalí para realizar esta obra fue la teoría de la relatividad de Einstein. Al ser un seguidor de la ciencia y de este representante en específico, plasmó los relojes derritiéndose como un símbolo de la relatividad del espacio y el tiempo, que tanto admiraba.

Las interpretaciones respecto a esta obra pictórica son infinitas y van desde lo más sencillo… como el paso del tiempo, hasta la relatividad de la materia y la existencia en sí mismas. La persistencia de la memoria de 24 x 33 cm, se encuentra desde 1934 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, donde recibe miles de visitantes cada día.

 

Por Daniela Iglesias Ribeiro | @Danielair_ | Culturizando

Con información de: EL PAÍS | SALVADOR-DALÍ | HISTORIA-ARTE / Foto: Shutterstock

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