Por Daniel Colombo | Los seres humanos somos adaptativos; es decir que, ante aquel rasgo primario y reptiliano de afrontamiento o huida, algunos eligen escapar o asumir lo que está pasando y accionar.
En medio dela pandemia mundial de estos días, el coronavirus viene a desafiar muchascreencias que tenemos acerca del mundo, las distancias, el efecto mariposa (elimpacto que tiene un aleteo pequeño en el otro lado del mundo y cómo nosrepercute dentro nuestro) y también en el entorno de las empresas y comoprofesionales.
“China estámuy lejos; allá viven muy amontonados; aquí no llega; están exagerando; no hayninguna posibilidad de que nos toque”, quizás decías o escuchabas hace unassemanas.
Y sí,llegó. Y aquí estamos.
Al igual que cada experiencia desafiante (y de eso sé mucho) el coronavirus viene a enseñarnos al menos tres cosas:
- Que somos totalmente vulnerables ante las situaciones
- Que no tenemos control absolutamente de nada
- Que dejarnos influenciar por el miedo y la falta de discernimiento es peor que el temor al mismo coronavirus.
¿Cuántos coronavirus tienes en tu vida?
El Covid-19 es una realidad, y también una construcción que cada uno de nosotros hace en el teatro de la mente. La influencia del miedo colectivo es uno de los más eficaces mecanismos de control social, afirman los sociólogos y filósofos de todos los tiempos.
No estoy negando ni minimizando su contundencia y seriedad; solo estoy invitando a observar esto desde otras perspectiva:
¿Qué tengoque aprender?
¿Necesitoaislarme de situaciones y relaciones que ya no me funcionan?
¿Tiene quevenir un virus fuerte para darme cuenta de lo efímero que es el paso por elmundo?
¿Es acasoun episodio pandémico lo que necesitamos como humanidad para empezar a cambiartodo lo que extermina nuestro planeta?
¿Estoypreparado para convivir 45 días 24/7 con mi pareja, familia o amigos… o ensoledad conmigo?
Y cada unopodría seguir preguntándose y reflexionando si de verdad te interesa mejorar laexistencia humana.
Las buenas noticias siempre están
Justo esreconocer que, así como hay un impacto negativo de esta pandemia, también lleganalentadoras noticias al respecto, esas que suelen ocupar un espacio mucho menoren los medios y en nuestras conversaciones.
Sin negar el impacto y virulencia que tiene, la BBC y otros medios han sintetizado en muchas coberturas las buenas noticias al respecto: se sabe qué es el coronavirus, cómo se transmite y a quienes afecta mayoritariamente, cómo detectarlo, se está avanzando en varios prototipos de vacunas, aceleradamente (y uniéndose varios países, cosa inédita hasta ahora en el mundo de los laboratorios y científicos desarrolladores de soluciones médicas).
También sabemos que en China la situación está mejorando, que el 80% de los casos son leves, el virus es lábil (se inactiva fácilmente), y que ya hay más 200 artículos científicos de referencia.
Consejos para sobrevivir y tener una cuarentena productiva
Estamos enun mundo VICA (Volátil, Incierto, Cambiante y Ambiguo), un tema que me apasionay del que encontrarás mucho material que he escrito. ¿Cómo salir fortalecidos?Con resiliencia individual y colectiva.
A la catástrofe económica y financiera que conlleva la cancelación de miles de vuelos, de eventos y congregación de personas, bloqueos de fronteras y períodos de observación médica preventiva, estos cinco aspectos nos ayudarán a ser resilientes:
Se impone ¡por fin! el home-office
Hasta laorganización más pequeña manda a sus empleados a la casa a trabajar como sepueda. Es una realidad que el trabajo a distancia nos acompañará por algúntiempo hasta que el coronavirus emprenda su lenta retirada.
Los baldesde agua han aparecido cuando el incendio está adentro de casa. Por ejemplo,observemos que en las empresas tienen mucha similitud con las políticas delestado, donde en casi todos los países el coronavirus reveló, también, la faltade protocolos realmente contundentes, autoridades que no minimicen los hechos yhagan discursos huecos y faltos de sensatez profesional.
Desde laperspectiva profesional podemos agregar que, quizás por primera vez, lasempresas y organizaciones anticuadas están tomando en serio las nuevas formasde trabajo.
Medio forzadas por las circunstancias, han liberado a sus trabajadores rehenes en oficinas sin ventilación, sin desinfección cotidiana y sin medidas de prevención para que, ¡por fin! pueda instaurarse la posibilidad del trabajo a distancia y más flexible.
Conócete a ti mismo
Todo lo quevivimos es un espejo de lo que necesitamos aprender. El coronavirus nos enseña,con su potencia y capacidad de exterminio, que, si seguimos mirando para otrolado de nosotros mismos, de nuestro entorno, de la ecología y sustentabilidad,de los afectos, compañeros y las personas que nos dan la oportunidad detrabajar, el mundo se va acabando de a poco.
Este es unmomento refundacional de la humanidad. Como cada situación límite quepensábamos que era una película de ficción.
Aquí vanunas ideas:
. Practicalo que tanto posteas en memes de motivación en tus redes sociales. Este es elmomento de llevarlo a la acción.
. Este esun buen momento para practicar lo que llamo “ecología verbal”, que incluye elsilencio y la gestión de los pensamientos en el nivel subconsciente. Al nopoder cotillear con los demás, mantente más enfocado y aprendiendo mucho delproceso interno.
. Estar encuarentena posiblemente implique una nueva dinámica en tu día, y sugiero queaproveches para integrar hábitos saludables caseros, como conversar, apagar elcelular, cerrar los ojos y respirar 10 minutos sin prisa y con música suave(meditar o mindfulness, lo que prefieras), volver a la afectividad que teníamosabandonada, y ver cómo me siento cuando trabajo a distancia, sin el chisme, sinel café para pasar el tiempo, sin la necesidad de aparentar, sin comunicacionesviolentas.
Es decir, siendo una persona auténtica. ¿Cómo te llevas con eso?
Mejorar la productividad
El ambienteen la oficina tiene una cultura creada por la empresa a la que perteneces o porti mismo cuando trabajas por tu cuenta.
Lacuarentena puede enseñarte a organizarte mejor, a ordenar todos los asuntos detrabajo, a responder rápidamente los mails y ser respetuoso con todos los quete aguantan; a desear buenas intenciones para ti y los otros, a ser máspaciente con los demás (que ahora estarán remotos y no tendrás la opción deestar cuerpo a cuerpo por un tiempo para ‘contagiar’ tanto tu buena como malaenergía)
Vamos a ver la parte positiva del asunto: te sugiero que aproveches para rediseñar tus sistemas de organización y para prepararte para lo que, quizás, no tenga vuelta atrás: tú que querías días libres trabajando desde casa, es posible que el genio de la lámpara te diga: “¡Concedido!”
No disminuyas tu rendimiento
Algo quepuede pasar en muchos profesionales es que se sientan perdidos, desahuciados yabandonados por “papá empresa / mamá jefe”, en la obligación de tener quetrabajar a distancia, solos, y apenas conectados por Internet y teléfonos.
Si no tehas emancipado emocionalmente de las fuentes a las que has entregado tupoder, estás en serias complicaciones; porque por más que haya una red de soporteactiva, ya no tendrás excusas para mostrar lo que estás o no estás haciendo:quedarás en evidencia con los informes que no entregas a tiempo, con tudesequilibrio emocional por sentirte solo, y por la inhabilidad de trabajar enequipo cuando no tienes a todos frente a frente.
Es decir que, a la fuerza, quizás descubras las habilidades blandas que necesitas para comunicarte mejor, ser empático, tener paciencia, dirigirte cortésmente a los demás, entre otros aspectos.
La guerra en casa
Así como elmundo libra una batalla para superar el coronavirus, es posible que tuequilibrio emocional se vea desafiado al darte cuenta de que la guerra másgrande no está ahí afuera, sino adentro de tu hogar o metro cuadrado sobre elque tienes total poder, influencia e impacto.
Lasugerencia es que actives tu propio protocolo de emergencia, con algunas reglasbásicas de esta nueva forma de convivencia mientras trabajes en casa; y quesean conversadas, acordadas, debatidas y cumplidas empezando por ti.
Así lascosas, el trabajo en casa implicará que busques un lugar específico parainstalarte y que sostengas las rutinas productivas apropiadas para seguiradelante como se pueda todo el tiempo que sea necesario.
De lo que sí podemos estar seguros es que, si te das la oportunidad, más allá de la pandemia, no volveremos a ser los mismos, ni como personas, ni como profesionales ni como empresas. Habremos aprendido lecciones muy valiosas que nos acompañarán el resto de nuestra vida. Y esta es otra de las buenas noticias.
Foro: Shutterstock
--
--