Durga es una de las deidades más importantes del hinduismo. Se caracteriza como una fuerte guerrera, y en ocasiones se considera como una diosa madre protectora de los indefensos; además de su leyenda, su legado es mucho más grande que el de otros dioses hindúes… ¡Conoce su historia!
Para conocer la historia de Durga, hay que entender los contundentes antecedentes que dieron pie a su creación. Cuenta el hinduismo que existía un terrible asura (demonio) conocido como Majishásura, quien era hijo de Rambha -el rey de los asura-, y una búfala. Los asuras eran entes diabólicos, pero Majishásura, quien también tenía estos atributos, era un poco más inteligente…
Majishásura se pone en penitencia para así complacer a Brahma (uno de los dioses de la trimurti), y así poder conseguir algo en particular. Tras años de devota oración al dios, él se aparece ante el asura, así que Majishásura decide pedirle un deseo:
“Quiero ser inmortal” era la petición del demonio, el mismo que vivía en constante batalla con los devas (dioses). Brahma responde que no porque “todas las criaturas deben morir”, pero el asura pudo pensar en algo diferente…
Majishásura pide a Brahma ser completamente invencible ante cualquier hombre específicamente, pero que solo fuera capaz de derrotarlo una mujer. Esto era una movida brillante, debido a que el asura consideraba al sexo femenino como inferior. Es así como se concede su petición, pues Brahma acepta y simplemente desaparece.
Es aquí cuando Majishásura no solo comienza a torturar a seres humanos inocentes, sino que logra tomar el poder en el cielo, lugar donde viven los devas. Efectivamente, Majishásura era invencible ante todos los seres de sexo masculino, y no temía que alguna mujer pudiese detenerlo.
Los devas, aterrorizados, deciden pedir ayuda a la trimurti, que es el conjunto de las tres deidades principales del hinduismo, Visnú, Shiva y Brahma, quienes a su vez están por encima, jerárquicamente hablando, de los otros dioses (los devas).
La trinidad hindú decide combinar las fuerzas de todos para poder crear a aquel capaz de vencer al feroz demonio, o mejor dicho, a aquella…
El nacimiento de Durga
Todos los dioses otorgan objetos y cualidades de sí mismos para poder efectuar el nacimiento de Durga, pero sin duda alguna hubo tres dotes particulares que serían determinantes: Shiva le da su tridente, diciéndole que todo tiene un precio y que debe tenerlo presente siempre. Luego llega Himavan, el dios del Himalaya, dándole a Durga un león, el cual se convertiría en su vimana (vehículo especial volador que tiene cada dios hindú). Finalmente está Visnú, quien le da una maza, pero también le otorga la paciencia, diciéndole que será una batalla muy dura y que habrá muchas recaídas.
Una vez que terminan de obsequiar sus atributos, la recién nacida guerrera está lista para la batalla.
El enfrentamiento
Durga se presenta ante al malvado Majishásura y comienza la guerra. El demonio, intentando estar a la altura, tomaba diferentes formas para despistarla, pero Durga pudo derrotar a cada una de sus presentaciones diferentes sin excepción.
Majishásura, desesperado, adquiere la forma en la que es más recordado, la de un búfalo, y es aquí cuando la diosa, montada en su león y utilizando sus ocho brazos, ataca aún con más firmeza y logra destruirlo completamente, poniendo así fin al reinado de terror del asura…
El legado de Durga
Su creación y batalla con el asura es lo más recordado de sus relatos, pero también existen otras referencias a Durga en los textos sagrados del hinduismo. Y es que no por nada es una de las diosas más adoradas incluso en la actualidad…
En Nepal podemos presenciar el festival Dashain, la fecha patria más larga del país, también celebrada en el estado indio de Sikkim y en Nepal, pero lo más relevante es que la fiesta es consagrada enteramente a Durga. El Dashain dura 15 días y en cada uno de los primeros diez se le adora de una forma diferente, como la de Shailaputri, como diosa madre o Kushmanda, uno de sus nombres, entre otros títulos que recibe la diosa. En los últimos días se conmemora cómo venció al asura, y la victoria del bien sobre el mal en general.
También tenemos el festival que lleva su nombre Durga Puja, que es particularmente popular en los estados indios de Bihar, Odisha, Assam y hasta en la región de Bengala, donde está incluido el país de Bangladés. Durga Puja es una de las celebraciones más llamativas del hinduismo, pero durante los años de la colonización británica el fervor por la festividad disminuyó… ¿Por qué? Pues la diosa era vista como un símbolo nacionalista, ya que su figura se le asociaba –y se le asocia- a la figura de la India, o mejor dicho, a la de la “madre India”, Bharat Mata. De hecho, durante la época de las movidas independentistas, se escribió un poema en bengalí en su honor, «Vande Mataram» el cual luego se convertiría en una pieza importante para el movimiento; y una vez independizada la India, se convirtió en una canción oficial nacional.
También es adorada, o al menos a sus formas similares, en el budismo, jainismo y sijismo; asimismo, en el hinduismo, para poder rezarle propiamente, se acostumbra recitar sus 108 nombres como una manera para adorarla.
La historia de Durga recuerda la enorme variedad y diversidad de dioses que existen en la creencia hindú, pero también es vista como una leyenda feminista por su sorpresivo desenlace.
Si todavía te preguntas cómo es relevante en la actualidad, la respuesta es simple, Durga es una diosa, pero también simboliza a la India misma…
Con información de Santa Kali / Wikipedia / Yoga Ye
Imagen Portada: Shutterstock
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