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Te presentamos a Mari, la diosa vasca de las cuevas

Te presentamos a Mari, la diosa vasca de las cuevas

Aunque la mitología vasca no ha tenido la misma repercusión que la grecorromana o nórdica, la antigua creencia tiene particulares e interesantes deidades que resaltan entre las que ya conocemos, especialmente la poderosa e influyente Mari, la diosa que controla el clima desde sus cuevas… ¡Conócela!

INTERESANTE

Los antiguos vascos consideraban a Mari como su diosa principal y es probablemente la deidad más poderosa de toda la cosmogonía de Euskadi, precisamente por sus atributos relacionados a la naturaleza…

Se dice que cuando se muda de vivienda podemos verla en su carro de fuego volando por los cielos, y también se cree que controla el buen (y el mal) clima que existe en el País Vasco. De hecho, se piensa que cuando Mari habita en lugares específicos el clima en sí varía: cuando en el monte Amboto el cielo se torna nublado es porque Mari está ahí, en cambio cuando ella se encuentra en Itxina, las cosechas florecen.

Representación de la diosa Mari – Imagen: Wikimedia.-

Por si fuera poco, se cree que la figura de Mari puede ser vista a lo largo del País Vasco, ya que puedes notar su figura acostada, si observas bien las  siluetas de las montañas…

De esta manera los antiguos vascos veían a Mari como el clásico arquetipo de la diosa Madre Tierra, algo que podemos ver en deidades de otras religiones, como Rea para los griegos, o Freyja para los nórdicos. Entonces, si tiene tantos atributos naturales y es una diosa Madre Tierra, ¿por qué nos centramos en las cuevas? Pues, es allí donde podemos encontrar a la poderosa deidad vasca…

Las cuevas de Mari

Cuando dijimos que la diosa cambiaba de morada nos referíamos a cuando Mari se muda de una cueva a otra, porque son estas cavidades de la naturaleza donde la poderosa diosa habita. Además, según el portal Europa Indígena, los antiguos vascos consideraban que en una de esas cuevas  podíamos encontrar a Mari hilando la “red sagrada de la vida”, conectando el mundo “visible con el invisible”, a través de un hilo dorado. Es decir,  una conexión de lo terrenal con lo divino, o simplemente una manera de explicar el destino y la vida misma. Es por estas razones que se considera que la figura de Mari buscaba explicar la dualidad de la vida.

La cueva Mariurrika Kobea en Amboto, lugar que es considerado como la vivienda principal de Mari – Imagen: Wikimedia.-

Mientras se da la difícil tarea de crear este hilo, es acompañada por Ahari (el origen del hilo), un ser mitad hombre mitad carnero que es la figura mitológica con la que suele ser representada.

Una diosa multifacética

Sin embargo, aunque la cosmogonía vasca no sea tan referenciada actualmente, en realidad sus deidades eran figuras complejas, ya que en el caso de Mari, no solo es una diosa asociada a las buenas cosechas y a los actos benéficos para con los humanos… En otras creencias, se considera que Mari se alimenta de la vida de los hombres… y también existen leyendas donde se le describe como una mujer “mala”; sin embargo, se piensa que esto se debe a la llegada del cristianismo y que simplemente se buscaba asociar todo lo “pagano” con atributos negativos.

El origen de la diosa es confuso, ya que en algunos casos se cree que fue una chica que fue raptada por el Diablo hasta una montaña y en otras se hace énfasis en que era una figura contraria al cristianismo y que quiso evitar que sus hijos fuesen bautizados…

Pero más allá de su origen también existen otras historias interesantes que tienen a la potente diosa como protagonista, como la leyenda que narra cómo uno de los hijos de Mari se ordena como sacerdote, mientras el otro se hace discípulo del Diablo.

Árbol genealógico de la mitología vasca – Imagen: Wikimedia.-

Pero probablemente la historia más resaltante habla sobre Mari y Sugaar, la serpiente masculina del fuego, adorado por ser el amante de la diosa. Además, como Mari es básicamente la divinidad que influye absolutamente el clima, la leyenda cuenta que mientras ella se involucraba sexualmente con Sugaar, el encuentro ocasionaba poderosas tormentas; de hecho, se considera que una poderosa diosa teniendo como amante a un dragón solía ser una creencia común en la antigüedad, tropo que posteriormente se transformó en una malvada bestia raptando a la inocente princesa.

Mari atiende a todos

Si bien algunas leyendas quisieron darle atributos negativos, también se cree que si dices «Aketegiko dama» tres veces seguidas la diosa se pondrá en tu lugar y te ayudará a resolver el problema, porque Mari es vista como un ser que se encarga de velar por la justicia, siendo una especie de autoridad moral.

Representación de la diosa Mari junto a Ahari hecha por un artista gráfico: Imagen: Pinterest.-

Debido al complicado dualismo de Mari, podemos mirarla como la típica diosa madre progenitora o como una deidad que puede ser malvada en ocasiones, pero independientemente de nuestra percepción, Mari seguirá en su cueva influenciando el clima, mientras teje el hilo de nuestras vidas…

Con información de Mitología de Vasconia / Wikipedia / Europa IndígenaBilbao Bizkaia

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