Se denomina cerveza (del celtolatín cerevisĭa) a una bebida alcohólica, no destilada, de sabor amargo que se fabrica con granos de cebada u otros cereales cuyo almidón es fermentado en agua con levadura y frecuentemente aromatizado con lúpulo, entre otras plantas. De ella se conocen múltiples variantes con una amplia gama de matices debidos a las diferentes formas de elaboración y a los ingredientes utilizados.
La cerveza consumida con moderación tiene muchos beneficios. Pero para que estos efectos no sean contraproducentes los consumidores deben ser adultos sanos y estar incluida en una dieta equilibrada. A continuación te presentamos 10 beneficios de la cerveza.
1. Salud cardiovascular: Diversas investigaciones demostraron que el consumo moderado podría tener efectos antiinflamatorios, podría aumentar de forma significativa los niveles de colesterol bueno y participar en la protección del organismo frente a enfermedades cardiovasculares.
2. Salud ósea: Estudios científicos recientes sugirieron que la ingesta moderada de bebidas con bajo contenido alcohólico podría estar relacionada con un efecto beneficioso sobre la salud ósea. De hecho, contiene silicio -un mineral que promueve la densidad ósea y evita la pérdida de hueso- y fitoestrógenos naturales, que podrían estar asociados a la mejora de los síntomas de la menopausia y la prevención de la osteoporosis.
3. Salud neuronal: Numerosos estudios sugieren que el consumo moderado podría ser tenido en cuenta en los hábitos dietéticos de la población como un posible factor protector contra enfermedades degenerativas, puesto que el silicio contenido, podría llegar a reducir la biodisponibilidad de los metales tóxicos que provocan estas enfermedades.
4. Oncología: Uno de los polifenoles más destacados de la cerveza es el xanthohumol, presente en el lúpulo. Este antioxidante, que posee una de las catequinas más activas en la inhibición y prevención de la carcinogénesis, demostró en investigaciones científicas “in Vitro” y en animales de experimentación que podría desarrollar una actividad quimiopreventiva frente a ciertos tipos de cáncer.
5. Sistema inmune: Investigaciones confirman que podría mejorar la respuesta del sistema inmune contra los agentes responsables del desarrollo de enfermedades infecciosas.
6. Efectos antiinflamatorios: Se diferencia del resto de bebidas alcohólicas por el empleo del lúpulo como materia prima esencial. Estudios concluyeron que el lúpulo posee propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que ayudan a prevenir enfermedades relacionadas con el envejecimiento.
7. Dietas hiposódicas: La cerveza es una bebida con muy bajo contenido en sodio. Además, la relación de potasio a sodio es de 15.7, lo que le confiere un fuerte poder diurético. Estos valores hacen que la ingesta moderada de cerveza pueda ser incluida en dietas hiposódicas.
8. Salud gástrica: El consumo moderado de algunas bebidas como el vino, la cerveza o la sidra, por el incremento en la secreción de ácidos gástricos y su ayuda para la aceleración del vaciado gástrico, podría disminuir en un 17% el riesgo de infección por Helicobacter Pylori, agente implicado en la úlcera gastroduodenal.
9. Alto contenido en fibra: Diversas investigaciones confirmaron que la ingesta de fibra ayuda a evitar el estreñimiento y contribuye a la disminución de la hipercolesterolemia. El consumo moderado de cerveza podría ayudar a cubrir los requerimientos de fibra soluble, siendo la bebida de mayor aporte de este nutriente a nuestra dieta.
10. Baja aportación calórica: La cerveza contiene 45 kcal. por cada 100 ml., es decir, 90 kcal. por vaso. La cerveza sin alcohol aporta 17 kcal. por 100 ml. Estudios científicos demostraron que las razones de la llamada “panza de cerveza” son una alimentación desequilibrada, la falta de ejercicio y, en algunos casos, la información genética.
Con información de informe21.com | Foto: Cerveza Shutterstock
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