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Sal rosa del Himalaya: ¿es realmente más saludable?

Sal rosa del Himalaya: ¿es realmente más saludable?

La sal rosa del Himalaya es un producto que mucha gente recomienda. La diferencia de precio con respecto a la sal regular es de hasta 15 veces su valor, ¿pero realmente vale la pena?

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En los últimos años, uno de los productos más resonados en el mundo de la alimentación sana es la sal del Himalaya. Esta sal de tono rosa tiene la fama de poseer una gran cantidad de beneficios para salud, así como de nutrientes que la diferencian de la sal regular.

En primer lugar, se debe aclarar que la sal del Himalaya no proviene precisamente de este lugar. El Himalaya es la cordillera más alta del mundo, situada en Nepal, Bután, India, China y Pakistán.

Sal rosada – Imagen: WikiMedia.-

Justamente, en este último país se encuentra la mina de sal Khewra, la más grande del mundo. Esta es la mina de la que se extrae la sal rosa; no se encuentra cercana a la cordillera, sino a más de 1.000 kilómetros de distancia.

Por otra parte, mucho se ha dicho de los beneficios para salud que aporta este producto, como que combate la retención de líquidos, aumenta la absorción de nutrientes, combate las migrañas, reduce la presión arterial y muchos otros milagros.

No hay evidencia científica que ratifique estos beneficios. En realidad, la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la misma que con la sal regular: no consumir más de una cucharadita al día, alrededor de 5 gramos.

Otro punto que se ha tocado mucho con respecto a esta sal es su pureza. Existe un mito en el que se afirma que su color rosado se debe a la pureza del mineral; pero, en realidad, el color rosa demuestra cierto grado de impureza. El cloruro de sodio en su estado más puro es de color blanco.

Un último mito afirma que la sal rosa del Himalaya contiene hasta 84 minerales distintos que benefician a la salud; pero, la realidad es que los micronutrientes que aporta esta sal están contenidos en cantidades tan pequeñas que no representan un cambio por su consumo.

En consecuencia, la única diferencia real que existe entre la sal del Himalaya y la sal común, además de la estética, es su precio.

Con información de El País / La Vanguardia / ABC / AS

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