En varias religiones ayunar durante uno o varios días es una práctica común para los creyentes y a pesar que el significado religioso y las reglas específicas varían de creencia en creencia, el concepto más amplio sigue siendo el mismo.
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Es difícil identificar exactamente cuándo y dónde nació la tradición religiosa de ayunar, pero hay evidencia de ayunos en la antigua Grecia, el Perú precolombino y entre algunas tribus nativas estadounidenses. Lo que sí está claro es que con la acción de ayunar el cuerpo se resiste ante ciertas tentaciones y que, según cada religión, estas pueden ser dañinas.
Hoy, todas las religiones importantes de occidente tal como el islam, cristianismo y judaísmo conservan tradiciones de ayuno o abstinencia. Y según Chaudhry profesora asociada de Estudios Islámicos de la Universidad de Columbia, los seguidores de las tradiciones no abrahámicas, como el budismo y el hinduismo, también tienen prácticas ritualizadas de ayuno.
Según los estudios realizados estas prácticas son realizadas debido a que interrumpir una experiencia básica humana te obliga a pensar en tu espiritualidad. Privarte intencionalmente de comida o bebida es claramente una forma de estimular la reflexión espiritual. El ayuno sirve para recordar a los practicantes que deben agradecer lo que tienen por más básico y común que esto sea.
Por ejemplo para los musulmanes, el ayuno durante el mes sagrado del Ramadán, que va desde que el sol sale y hasta que se oculta, incluye un componente de justicia social, con sermones sobre cuestiones cómo ayudar a los pobres o darles de comer a los hambrientos. También el ayuno para ellos es una excusa para conectarse y compartir entre ellos, debido a que luego de largos días de no comer, estos suelen reunirse y romper el ayuno con enormes comidas grupales.
También en el budismo el ayuno es fundamental y está considerado como una forma de purificación que constituye una de las etapas en el camino hacia el autocontrol. Por su parte el cristianismo ve el ayuno como una manera de pensar en los pobres, quienes tienen hambre no por decisión sino por las circunstancias, es una forma de solidaridad.
En fin, ayunar es una práctica difícil pero bastante común según cada religión y cada creencia, forma parte de la cultura propia de cada una y representa significados diferentes. Es importante el control del mismo y además practicarlo de forma adecuada y consciente.
Por María Gabriela Roa | @gabyroab | Culturizando
Con información de: cnn | Ayuno
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Autor:
María Gabriela Roa
