Facebook es un fenómeno global que permite a las personas estar en contacto con sus seres queridos (pareja, familiares) y conocidos. Pero el uso de esta red social podría estar afectando la salud de un sector de la población, según un estudio. Descubre cuál es la relación entre Facebook y los trastornos alimenticios.
Investigadores de la Universidad Estatal de Florida realizaron un estudio para determinar cómo el uso de Facebook podía afectar los hábitos alimenticios de las personas. El resultado de las pruebas realizadas sugiere que las mujeres jóvenes que utilizan esta red social son más propensas a manifestar trastornos de la alimentación.
El estudio, publicado en el International Journal of Eating Disorders en 2014, constó de dos partes. En la primera, 960 estudiantes universitarias respondieron a una encuesta diseñada para evaluar dos aspectos de la persona: la conducta durante la navegación en Facebook y comportamientos alimenticios regulares.
Para la segunda parte, se les solicitó a 84 mujeres (provenientes del grupo anterior) que navegaran en Internet por 20 minutos. Algunas participantes debían usar Facebook por ese tiempo, y las demás revisarían información sobre el ocelote (un felino de la selva tropical) por Wikipedia y YouTube. Al finalizar, las participantes debían responder una segunda encuesta.
Resultados del estudio
Durante la primera experiencia, las mujeres que demostraron ser más propensas a desarrollar trastornos alimenticios fueron las mismas que admitieron pasar más tiempo en Facebook. Esto sugiere una relación entre hábitos alimenticios y la preocupación de la persona en torno a cómo es percibida su apariencia.
Por su parte, la segunda experiencia dejó ver que las mujeres que buscaron información sobre ocelotes se mostraron menos preocupadas por su peso posterior a su navegación, que las que estuvieron en Facebook.
A la doctora Pamela K. Keel, miembro del equipo que realizó la investigación, le preocupa que se pase por alto el hecho de que los niveles de ansiedad, en relación al peso, aumenten tras el uso de la red social. No se pierda de vista que “Más del 95% de las mujeres universitarias tienen cuentas activas de Facebook”.
Por otro lado, las redes parecen estar abiertas a la idea de ofrecerle a su público herramientas preventivas para evitar los trastornos de ansiedad. Instagram, por ejemplo, ya posee en su sección de «Servicio de ayuda» un texto informativo, que explica cómo brindarle ayuda a alguien que sufre de trastornos alimenticios.
Con información de: Mother Jones / Wiley Online Library / Imagen de portada: Shutterstock
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