La vida del hombre que se convertirá en Papa cambia por completo, empezando por lo más simple: la forma en la que se presenta ante el mundo. Renunciar al nombre de sacerdote es parte de los deberes de un nuevo pontífice, pero ¿Cómo deciden cuál será el nombre? Y ¿Por qué los papas se tienen que cambiar el nombre? Aquí te contamos todo.
¿De dónde sale la tradición?
La tradición nace en el año 532, cuando llega al poder de la iglesia “Mercurio, El Romano”, el nombre hacía referencia a un Dios pagano por lo que debía cambiarlo para poder ejercer. En ese momento eligió ser llamado “Juan II” en honor a un pontífice anterior al que admiraba mucho.
En la antigüedad, los Papas utilizaban sus nombres tradicionales agregándoles el lugar del que venían, por ejemplo “Karol, el polaco” “Jorge, el argentino”. Esto cambió con la llegada de Mercurio, después de su muerte todos decidieron elegir nombres de santos o mártires para hacerles honor durante su pontificado.
¿Sabías qué Jesús solía cambiarle los nombres a sus discípulos?
El origen teológico de esta tradición, se remonta a la época de Jesús, quien cambiaba los nombres de sus discípulos al asignarles una misión específica. Pese a que esta tradición inició en el 532, en la biblia aparece cómo Jesús renombró a San Pedro al nombrarlo el poseedor de las llaves del reino de los cielos, inicialmente se llamaba Simón.
¿Cómo eligen los nombres de los papas?
Cada Papa tiene la libertad de escoger el nombre que desea adoptar y la elección forma parte del juramento del pontífice que comienza así:
El cardenal más viejo del cónclave le pregunta: Acceptasne electionem de te canonice factam in Summum Pontificem?» (¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice?). Una vez que la respuesta sea “Sí” le preguntará:
Cardenal: Quo nomine vis vocari?” (“¿Con qué nombre deseas ser conocido?”)
Nuevo Papa: “Vocabor ….” (Me llamaré …) –y tiene liberad absoluta de elegir el nombre que quiera haciéndole honor al santo o Papa de su preferencia-.
En caso de que quieran utilizar un nombre repetido, lo único que deben agregarle es un número distintivo, como por ejemplo “Benedicto XVI”. Los nombres más usados por los Papas han sido Juan, Gregorio, Benedicto, Clemente, León, Inocencio, Pío, Esteban, Urbano, Alejandro, Adriano, Pablo, Sixto, Martín, Nicolás, Celestino, Anastasio y Honorio.
¿Y si quieren un nombre que nadie ha utilizado? Lo pueden hacer, uno de los más polémicos fue Juan Pablo I, quien rompió la tradición al mezclar a dos de sus figuras importantes favoritas.
El representante actual de la iglesia católica, Jorge Bergoglio, lo hizo así, nadie había utilizado nunca el nombre “Francisco”, así que él será recordado como “Francisco I”.
Con información y fotos de LaGaceta | Foto: Shutterstock
--
--