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Lo que debes saber sobre la homosexualidad y la pederastia en la Antigua Grecia

Lo que debes saber sobre la homosexualidad y la pederastia en la Antigua Grecia

Uno de los mitos más recurrentes, dentro de la historia de la Antigua Grecia, radica en que la homosexualidad estaba permitida. Sin embargo, esto no es del todo cierto. ¡Te invitamos a conocer la verdad sobre cómo funcionaban las relaciones entre personas del mismo sexo en la Antigua Grecia! 

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La homosexualidad en la Antigua Grecia

En la Antigua Grecia, el «erastés» cumplía el rol del activo, y el «erómeno» del sumiso.-

 

Si bien para los antiguos griegos, la homosexualidad estaba mal vista en hombres adultos, la pederastia implicaba una faceta fundamental dentro del desarrollo y crecimiento de los jóvenes ciudadanos atenienses.

Más como un ejercicio social y político que una reivindicación al amor libre, los roles entre las parejas homosexuales estaban tan bien determinados, que incluso existían leyes capaces de distinguir quién ejercía el rol del «erastés», quien debía ser mayor y experimentado; y el «erómeno», el adolescente amado.

La educación pederástica formaba parte esencial en el crecimiento de los futuros ciudadanos atenienses.-

 Más explícitamente, los adultos debían tener una edad reglamentaria de 40 años, para tener legalmente el derecho de “instruir” al menor. Los adolescentes, por su parte, podían comprender una edad entre los 15 y los 18 años.

No obstante, la práctica pederasta se ajustaba exclusivamente a los parámetros masculinos. El lesbianismo, por su parte, estaba estrictamente prohibido.

No fue el caso de Safo de Lesbos, quien por tener una extraordinaria influencia en la época, logró trascender como el único exponente femenino de la literatura lésbica griega.-

 

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La homosexualidad en la mitología griega

‘El rapto de Ganímedes’ por el pintor francés Eustache Le Sueur (1644).-

 

Las relaciones entre hombres, entonces, eran comunes a la par de restringidas. Cada vez que Zeus, por ejemplo, tomaba como amante a algún joven, este siempre cumplía la faceta de «erómeno», y se identificaba por medio de una belleza excepcional que expide juventud.

 

Solo basta contemplar la pintura El rapto de Ganímedes (1636-1638) del pintor barroco Pedro Pablo Rubens, donde encontramos a Júpiter -el equivalente romano de Zeus-, secuestrando al joven Ganímedes, con la finalidad de convertirlo en su amante. El mito aparece en Las Metamorfosis de Ovidio en el libro X.

‘El rapto de Ganímedes’ (Rubens, 1636-1638) se encuentra expuesto en el Museo del Prado.-

 

Asimismo, en la Ilíada, la figura de Aquiles corresponde al ideal del guerrero ateniense, correcto y fiel a los dioses. Mientras que su amado, Patroclo, es un joven aprendiz de estas virtudes.

‘Aquiles contempla el cuerpo de Patroclo’ (Giovanni Pellegrini).-

 

Sin embargo, es importante señalar que la clásica obra de Homero relata el recibimiento del cadáver de Patroclo, por Aquiles, como una escena cargada de emotividad, donde Tetis, madre del guerrero de los pies ligeros, le dice:

‘Aquiles se lamenta por la muerte de Patroclo’ (Gavin Hamilton, 1760-1763).-

 

“Hijo mío, ¿cuánto tiempo seguirás llorando con la mirada extraviada de pena, sin comer ni dormir? Yacer con mujeres y enamorarse de ellas también es bueno” – Tetis, madre de Aquiles.

Escultura de Aquiles y Patroclo – Aquiles se nos presenta como un hombre maduro, adulto; mientras Patroclo representa al arquetipo de joven aprendiz.-

 

Con información de: BBC / La Vanguardia / Guioteca /

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