Por Daniel Colombo | Cuando una persona siente que ya no aguanta la vida que tiene, empieza a plantearse la necesidad de un cambio. Sin embargo, decirlo es más sencillo que hacerlo. Para lograrlo se requiere de persistencia, desafiar la frustración y la decepción, y además, conectarse profundamente con esos aspectos internos que quizás no se quieran ver ni reconocer: nuestra sombra.
Aquí tienes las 5 cosas que necesitas hacer para cambiar totalmente tu vida. Verás que es un proceso paulatino, que se nutre de cada pequeño paso cotidiano.
Te aliento a hacerlo porque sé que funciona: es lo que he hecho para transformar mi realidad de raíz hace muchos años; así que se basa en la experiencia y en todos los aprendizajes en los que he invertido miles de dólares con maestros excepcionales.
Las 5 cosas:
Mira hacia tu interior
El proceso necesita de una profunda introspección. Es necesario reconocer todo lo que no me gusta acerca de mi vida, que implica aceptar aquello que es mi parte oculta o lo que yo solo sé que existe. Aceptar implica dejar de ponerte excusas, justificarte y hacerte la víctima. Es asumir tu responsabilidad total e indelegable sobre el curso de tus decisiones y elecciones que, conscientes o no, te condujeron hasta aquí.
Herramientas: cursos, talleres de autoconocimiento; búsqueda personal de conexión con algo más profundo que haga sentido para ti; lecturas edificantes; meditación y relajación; momentos en silencio.
Suelta la expectativa
En tu caso, podrás empezar a ver los cambios a partir de las 4 semanas por lo general, si te disciplinas lo suficiente y sigues adelante pese a todo lo que se va a presentar: estarás removiendo muchas capas ocultas. Los amigos y familia lo visualizarán en ti desde las 8 semanas, y el resto del mundo, desde las 12 semanas aproximadamente. La ansiedad, entonces, es un enemigo del proceso de transformación, ya que se trata de confiar en que todo llegará a su tiempo y en su medida. No magnifiques los resultados, ni aquellos muy extraordinarios que puedan ser del tipo “Wow” que te sorprenda, ni los intrascendentes: todo forma parte del camino.
Herramientas: Escribe tus logros día a día, por pequeños que parezcan. Resalta los libros que lees, y márcalos para volver a ellos cuantas veces lo necesites. Escucha grabaciones inspiradoras. Disponte a leer un libro completo, y a nutrirte de lo que tu intuición te indique. No te desvíes.
Reconoce todo lo bueno que siempre está presente
En los momentos de crisis las personas suelen perder de vista todo lo que construyeron, y dejan que su vida se tiña de oscuridad y desasosiego. Empieza por reconocer todo lo que ya tienes y eres en esencia; no sólo la superficie (como tu casa, tu abrigo y tu comida, cosas esenciales), sino lo sutil (como tus sentidos, tu consciencia, tu ánimo creciente, un día de sol). Incluso en las situaciones adversas, todo tiene una polaridad que puedes aprovechar: es el poder de la actitud.
Herramientas: Hazte un experto en cambiar tu actitud frente a cada situación. Pon optimismo, confianza, fe. Desarrolla una lista de gratitud al levantarte, a mitad del día y a la noche. Escríbela y ponla en lugar seguro. Crea un mapa de aquello que quieres vivir: llénalo de fotos acerca de cómo se vería esa experiencia nueva (aunque hoy te parezca muy poco probable), y mejor aún, muestra allí gráficamente cómo estarán tus emociones. Todo lo interno genera lo que manifiestas en lo externo.
Colócate en la posición de un eterno aprendiz
Como la vida viene sin instrucciones, al igual que la muerte, necesitas asumir que eres un estudiante permanente. Este rasgo de curiosidad, empatía por el otro, retro alimentación para aprender de los pares y de aquellos seres que se cruzan en tu vida, es otro paso estratégico para empezar a transformarte. Observa todo con el conocimiento de hoy, incluso con tus dolores y golpes. Intenta ponerle la mirada tierna del niño o niña que fuiste alguna vez. Esa inocencia tráela al presente y observa como te podría ayudar a simplificar las cosas.
Herramientas: Simplifica la vida al máximo, desde deshacerte de objetos y ropa que ya no usas y la donas a otros, hasta no complicarte emocionalmente en situaciones donde no vale la pena interactuar. Estás armando tu nuevo andamiaje, sobre los cimientos que ya tienes. Fortalécete, mira arriba, adelante (posición del SuperHéroe) y respira profundo cada vez que decaigas. Observa cómo empiezas a cambiar la percepción del mundo mientras te ejercitas. Se el alumno y maestro al mismo tiempo que vas avanzando en este proceso de transformación personal.
Disfruta y reconócete por los avances y los retrocesos
Hay un lugar interno en cada ser humano que se llama ser básico, donde anidan los recuerdos infantiles y la gratificación por cada cosa que te lleva algún esfuerzo extra. Es a este lugar que necesitas llegar y satisfacerlo. ¿Te has dado cuenta que, luego de estar extenuado por un trabajo exigente, viene bien comer algo rico, o darte una buena ducha? Es justamente eso lo que necesita el ser básico, lo que te mantiene lleno de energía y entusiasmo.
Herramientas: Conéctate conscientemente con los avances que estás dando. Reconócete en tu libreta de gratitud por cómo eras y cómo estás empezando a Ser. Profundiza allí: hay valiosas llaves para tu transformación. Reconoce incluso los retrocesos -que aparecerán- y plantéatelos como trampolines para ir aún más alto y más lejos. Esto no se construye de un día para otro.
La transformación y expansión de la vida, no tiene límites; tampoco lo tiene la expansión de tu corazón enfocado en prestarte atención, autocuidado para no lastimarte y para corregir cualquier desvío que pudiera producirse.
¿Cuánto tiempo lleva esto? Depende de ti. Conozco personas que en un mes lo han hecho; otros, que, desahuciados por una enfermedad o tragedia, se han reconfigurado en dos semanas; y muchos más que llevan varios años trabajando impecablemente e implacablemente en sí mismos.
Todo depende de tu responsabilidad al 100% con este momento de cambio, y de qué tan comprometido estás.
De ahora en más, la elección es tuya: estás al mando de tu vida. ¿O te vas a retraer a ese estado de vida que aceptas, pero no amas? Allí está la diferencia entre subsistir y vivir de verdad.
Siguiendo esta guía, y trabajando con diversas fuentes y disciplinas en cada uno de estos aspectos, podrás ver que tu vida empieza a cambiar profundamente.
Photo by Lesly Juarez on Unsplash
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