¿Alguna vez pensaste que nuestro único satélite natural tendría un aroma característico? Los astronautas que han logrado pisar su superficie concuerdan en que el olor que se expide desde sus suelos los sorprendió, haciendo referencia a un aroma familiar que se puede encontrar aquí en la Tierra.
Desde el 20 de julio de 1969, cuando Neil Armstrong dio sus primeros pasos en la Luna, hasta la séptima y última misión conocida como Apolo 17 -enviada al espacio el 7 de diciembre de 1972-, se han recopilado diferentes testimonios respecto al aroma característico del satélite natural.
Son los astronautas del penúltimo viaje, el Apolo 16, quienes poseen las pruebas más verídicas de la fragancia característica de la rocosa superficie lunar. Ellos tuvieron la posibilidad de oler muestras frescas del suelo, describiendo el aroma de una forma muy similar al de la pólvora quemada.
Las muestras recolectadas por los astronautas son denominadas: polvo lunar. Según estos científicos, al olerlo es reconocido con un olor provocado por un armamento de la Tierra, aun cuando ambos materiales no tienen ninguna relación mediante sus componentes.
La composición química de la pólvora es una combinación entre nitrocelulosa y nitroglicerina, elementos que no poseen mucho en común con el óxido de silicio que está presente en la superficie lunar. Siendo aun más específicos el polvo tomado como muestra por los astronautas, en su mayoría, se resumía en una arena creada por cristales de sílice de meteoritos pulverizados.
Los mismos tripulantes del Apolo 16, luego de olfatear las muestras, no concibieron mejor idea que probarlas, es decir, colocar polvo lunar dentro de su boca. Ellos describieron que, al saborear los pequeños granos, estos se sintieron como la nieve, pero con una textura áspera y pegajosa.
A lo largo de todos los viajes lunares de la historia, un total de 12 astronautas de la NASA lograron sentir la superficie lunar y su polvo. Muchos de ellos trabajan actualmente con científicos para descifrar lo que el aroma de la luna proyecta en la nariz del astronauta. Este selecto grupo es conocido popularmente como ‘la docena polvorienta’.
Al consultar a varios de los astronautas que forman parte de esa importante docena, se obtuvieron diferentes testimonios que han servido para conocer de una forma más real ese característico olor de la superficie lunar. Buzz Aldrin, uno de los tripulantes del Apolo 11, recuerda el olor que expedía del traje y del equipo de Armstrong; sucios del polvo lunar, en su regreso al módulo para ser presurizado; Aldrin lo describe como “… un olor definido. A carbón quemado o similar a la ceniza de una chimenea, especialmente si se espolvorea agua sobre ella”.
El tripulante del Apolo 17, Harrison Jack Schmitt, quien caminó a través de la superficie de la Luna en 1972 explicó que: «Todo lo que puedo decir es que la impresión instantánea de todos los que hemos pasado por allí, cuando nos quitamos el casco, es que el polvo fresco que se olía en la cabina era una especie de olor a la pólvora quemada».
Con información de: LA VANGUARDIA | CLARÍN | FACTOIDES | Foto: Shutterstock
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