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5 neuromitos y cómo se han propagado a lo largo de los años

5 neuromitos y cómo se han propagado a lo largo de los años

¿Realmente usamos solo el 10% de nuestro cerebro? ¿Es cierto que el hemisferio izquierdo es lógico y el derecho creativo? Descubre cómo estas ideas han moldeado nuestra percepción del cerebro

El cerebro humano es, sin duda, uno de los órganos más fascinantes y complejos de nuestro cuerpo. Es el epicentro de nuestras emociones, pensamientos y acciones. Sin embargo, a pesar de los avances en neurociencia, muchas creencias erróneas sobre su funcionamiento siguen vivas en nuestra cultura.

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Estas falsas ideas, conocidas como neuromitos, no solo distorsionan la realidad científica, sino que también pueden influir negativamente en áreas como la educación y la salud.

Estos mitos suelen tener un «grano de verdad» que se exagera o descontextualiza, lo que los hace parecer plausibles. Pero, ¿por qué persisten? En muchos casos, porque ofrecen explicaciones simples a fenómenos complejos, apelan a nuestras intuiciones o incluso son promovidos por intereses comerciales.

Hoy te contamos cuáles son los neuromitos más comunes, cómo surgieron y por qué es hora de dejarlos atrás.

Los neuromitos más comunes (y desmentidos)

1. Solo usamos el 10% de nuestro cerebro

Este es quizás el neuromito más famoso. La idea de que solo utilizamos una décima parte de nuestro cerebro ha sido perpetuada en libros, películas y charlas motivacionales. Sin embargo, la ciencia lo desmiente categóricamente: usamos todo nuestro cerebro, aunque no todas las áreas están activas al mismo tiempo.

Los escáneres cerebrales muestran actividad en prácticamente todas las regiones del cerebro incluso durante tareas simples o cuando estamos descansando. Este mito probablemente surgió de una mala interpretación de estudios iniciales sobre el cerebro o como una metáfora para motivar el desarrollo personal.

2. El hemisferio derecho es creativo y el izquierdo lógico

¿Eres «de hemisferio derecho» porque amas el arte? ¿O «de hemisferio izquierdo» porque prefieres las matemáticas? Este mito sugiere que cada hemisferio cerebral tiene funciones exclusivas: creatividad para el derecho y lógica para el izquierdo. Aunque es cierto que algunas funciones están lateralizadas (como el lenguaje en muchas personas), ambos hemisferios trabajan juntos para casi todas las tareas.

La creatividad y la lógica no están confinadas a un solo lado del cerebro; requieren redes neuronales distribuidas por todo el órgano. Este mito probablemente nació de investigaciones iniciales sobre lesiones cerebrales y fue simplificado en exceso.

3. Los adultos no generan nuevas neuronas

Durante mucho tiempo se creyó que nacíamos con un número fijo de neuronas y que estas no se regeneraban después de la infancia. Hoy sabemos que esto es falso: los adultos pueden generar nuevas células cerebrales gracias a un proceso llamado neurogénesis, especialmente en el hipocampo, una región clave para la memoria y el aprendizaje.

Factores como el ejercicio físico, el aprendizaje continuo y una dieta equilibrada pueden estimular este proceso. Así que nunca es tarde para aprender algo nuevo o mantener tu cerebro activo.

4. Beber alcohol mata las células cerebrales

Aunque el consumo excesivo de alcohol puede dañar las conexiones entre las neuronas (sinapsis) y provocar otros problemas graves, no mata literalmente las células cerebrales. Este mito probablemente surgió como una advertencia exagerada contra el abuso del alcohol.

Sin embargo, esto no significa que sea inofensivo: beber en exceso puede afectar negativamente la memoria, la toma de decisiones y otras funciones cognitivas.

5. Escuchar música clásica te hace más inteligente

El llamado «efecto Mozart» sugiere que escuchar música clásica mejora la inteligencia, especialmente en niños pequeños. Aunque escuchar música puede tener beneficios temporales para la concentración o el estado de ánimo, no hay evidencia sólida de que aumente permanentemente la inteligencia.

Este mito fue popularizado por estudios mal interpretados y explotado comercialmente en productos educativos.

¿Por qué persisten los neuromitos?

Los neuromitos no solo sobreviven porque son atractivos o fáciles de entender; también se propagan debido a:

  • Malinterpretación científica: Estudios complejos suelen ser simplificados en medios masivos.
  • Intereses comerciales: Muchas empresas promueven productos basados en estos mitos.
  • Falta de educación científica: La dificultad para acceder a investigaciones rigurosas contribuye a su perpetuación.

Además, nuestra tendencia natural al sesgo de confirmación nos lleva a aceptar información que refuerza nuestras creencias previas y a ignorar datos contradictorios.

Consecuencias reales de creer en neuromitos

Aunque puedan parecer inofensivos, los neuromitos tienen implicaciones serias:

  • En educación: Métodos pedagógicos basados en mitos (como los «estilos de aprendizaje») pueden desperdiciar recursos y perjudicar a estudiantes.
  • En salud: Creencias erróneas pueden llevar a decisiones médicas inadecuadas.
  • En sociedad: Refuerzan estereotipos dañinos, como las diferencias cognitivas entre hombres y mujeres.

¿Ciencia o neuromito?

La forma más efectiva de desmontar los neuromitos es fomentar una educación basada en evidencia científica sólida y confiable. Para lograrlo, es fundamental buscar información en fuentes académicas revisadas por pares, que garanticen la calidad y precisión de los datos. También es importante desconfiar de afirmaciones extraordinarias que no cuenten con un respaldo científico claro y consultar siempre con expertos en neurociencia antes de aceptar teorías populares que puedan parecer atractivas pero carezcan de fundamento. Además, promover el pensamiento crítico desde edades tempranas es clave para evitar caer en explicaciones simplistas y mitos sin base real.

Los neuromitos nos enseñan lo fácil que es malinterpretar la ciencia cuando buscamos respuestas rápidas o soluciones mágicas. Sin embargo, comprender cómo funciona realmente nuestro cerebro no solo nos permite tomar decisiones más informadas en nuestra vida personal y profesional, sino que también nos conecta con el fascinante universo de la neurociencia. Así que, la próxima vez que escuches algo sobre «desbloquear» tu potencial cerebral o sobre hemisferios dominantes, hazte esta pregunta: ¿es ciencia o simplemente otro neuromito disfrazado?

Con información de Playbuzz / open-brains / philarchive / uoc / sanfer / escoeuniversitas

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