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La fascinante historia de Wu Zetian (武则天): la Emperatriz del Dragón

La fascinante historia de Wu Zetian (武则天): la Emperatriz del Dragón

Fue la única mujer en sentarse en el Trono del Dragón. Respetada por su fuerte carácter y capacidad para gobernar China, su leyenda flota entre intrigas, maldad, ambición por el poder y un particular apetito sexual. Contaba además con una visión progresista muy adelantada a su tiempo. Conoce la fascinante historia de Wu Zetian.

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La emperatriz Wu Zetian (624-705 d. C.), también conocida como “emperatriz consorte”, fue la única emperatriz femenina de China. Su reino se desarrolla durante la dinastía Tang (618-907 d. C.).

La compleja relación de Wu con el poder arranca cuando ella se inaugura como concubina del emperador Taizong. Más tarde, la principal ambición de Wu (su deseo de ser emperatriz), la lleva a desplegar un abanico de intrigas, que le permite abrirse paso en la corte y alcanzar el poder para impulsar reformas en el imperio. 

Orígenes y formación autodidacta

Wu Zetian nació en la provincia de Shanxi, en 624 d.C., en una familia económicamente acomodada. Hija de Wu Shihuo, el canciller de la dinastía Tang, tuvo un nacimiento poco celebrado, ya que su padre deseaba un varón, (en la China de entonces solo los hombres eran instruidos para llevar las riendas del hogar).

Sin embargo, Wu se las arregló para aprender a leer y escribir sola, mientras sus hermanos recibían clases. Al ver las capacidades de su hija, su padre continuó alentándola a la lectura y escritura para que desarrollara las habilidades intelectuales que tradicionalmente estaban reservadas para los hombres.

Wu aprendió a tocar música, escribir poesía y hablar bien en público.

De lavandera a mujer de estado

Además de inteligente, Wu también destacaba por su belleza. Fue seleccionada por el emperador Taizong como una de sus concubinas cuando tenía solo 14 años. Fue Taizong quien la llamó «Mei-Niang», que significa «hermosa muchacha» (un nombre que por error, se le ha atribuido como su nombre de nacimiento).

Aunque generalmente la función de concubina en China siempre ha estado asociada con el sexo, una mujer en esta posición podría tener una serie de responsabilidades no sexuales, que abarcaban tareas diarias como cuidar la lavandería o labores más especializadas como conversar con el monarca.

Wu comenzó su vida en la corte cuidando la lavandería real, pero un día estando, sola con el emperador, se atrevió a expresarle su opinión sobre la historia de China. Taizong quedó tan sorprendido con su elocuencia, conocimiento e ingenio que decidió hacerla ipso facto su secretaria personal.

De esta forma, Wu logró involucrarse en los asuntos de alto nivel del estado chino, destacando más que el resto de las concubinas.

Amoríos con el hijo del emperador

Gracias a su cautivadora personalidad y su dulce belleza, Wu no pasó inadvertida a los jóvenes de la corte, en especial al príncipe Li Zhi, hijo de Taizong. Wu comenzó entonces un romance con Li Zhi, quien estaba casado en ese momento, mientras ella todavía estaba unida a Taizong como concubina.

Li Zhi estaba profundamente enamorado de Wu, pero no podía hacer nada al respecto –por su matrimonio y la sujeción que le debía al emperador–.

Pero poco después Taizong muere, y Wu y las demás concubinas imperiales son enviadas al templo Ganye (con las cabezas rapadas) para recomenzar sus vidas como monjas. Era una tradición común: después de la muerte del emperador, nadie podía hacer uso de las mujeres que lo habían acompañado. 

Sin embargo, cuando Li Zhi se convirtió en emperador y tomó el nombre de Gaozong, una de las primeras cosas que hizo fue traer de vuelta a Wu para ocupar el lugar de la primera de sus concubinas (contraviniendo así la tradición de respeto absoluto hacia las concubinas del emperador anterior).

Cabe mencionar, que el hecho que Wu haya sido concubina de un padre y su hijo era un gran motivo de escándalo para la moral de la época.

Progresiva consolidación en el poder

Al retomar el papel de concubina, Wu pudo incrementar su influencia sobre el nuevo y menos experimentado emperador, por lo que en la práctica terminaría desempeñando, aunque subrepticiamente, el rol de consorte imperial. No obstante, Wu mantuvo un accionar sigiloso, para disimular el verdadero poder que ejercía en la corte.

Poco a poco la emperadora de facto iría sacando del camino a sus enemigos potenciales. Pero esta práctica caudillista acarrearía una serie de escándalos en torno a la figura de Wu; de los cuales quizá al que más hacen referencia los historiadores sea el propiciado por el asesinato de su hija.

El siniestro le permitió a Wu acusar a sus principales rivales: la concubina Xiao y la emperatriz Wang. En respuesta al reclamo de la madre, por la muerte de su hija, el monarca le concedió a Wu oficialmente el título de emperatriz concubina. El resultado de esta querella despierta sospechas sobre quién pudo ser el verdadero autor del crimen.

Actualmente los historiadores chinos están de acuerdo en que Wu mató a su propia hija para inculpar a Lady Wang

El Trono del Dragón 

Retrato de Wu Zetian, publicado en China hacia el año 1690 – Imagen: Wikipedia.-

A inicios del 660 d. C., el decaimiento de la salud del emperador Gaozong llevó a Wu a ejercer abiertamente funciones de emperatriz. Se cree que en su afán de poder, Wu envenenó progresivamente a Gaozong (hasta matarlo en 683 d.C.), y que asesinó también al príncipe heredero, cuando este supo la verdad.

Luego de la muerte del emperador, Wu colocó en el trono a su tercer hijo, Tang Zhongzong. Este, influenciado por su esposa, pronto resintió el compartir el poder con su madre. Viendo el riesgo que representaba su nuera, Wu acusó a su hijo de traición, y empujó a la pareja imperial al exilio.

Zhongzong fue entonces reemplazado con el segundo hijo de Wu, quien se convirtió en el emperador Ruizong. Durante su reinado, la monarca madre Mantuvo a Ruizong bajo una especie de arresto domiciliario, confinándolo al Palacio Inner.

A la larga, Ruizong también fue una decepción para ella, por lo que Wu le obligó a abdicar en 690 d. C., para posteriormente proclamarse ella misma como emperatriz. Como gobernante de China, Wu pasaría a ser la primera y única mujer a sentarse en el Trono del Dragón.

El cunnilingus como salutación

Otro ámbito controversial de la singular Zatian fue su sexualidad, catalogada como excéntrica e insaciable. Las leyendas especulan sobre un obligatorio homenaje a la región pélvica de la emperatriz, que todo dignatario visitante debía realizar. El cunnilingus como salutación imperial aumentó aún más la fama de Wu entre la población.

Por supuesto, confirmar la veracidad de este ritual real erótico es una tarea que todavía están resolviendo los investigadores. 

Los anales de la historia china también hacen el recuento de su gran séquito de amantes, que se estimaba en centenares. Chang Chang-tsung, El enamorado más famoso de Wu, acompañó a la emperatriz en sus hazañas sexuales hasta que esta alcanzó los 70 años de edad.

El surgimiento de una nueva era

Cuando Wu llegó al trono lo primero que hizo fue cambiar el nombre del estado de Tang a Zhou. Dicha modificación respondía a la tradición: cada vez que en China se estrenaba una nueva dinastía, la historia recomenzaba y esta exigía un apellido diferente.

Pero la emperatriz iría más lejos aún. Para dejar claro que ella era el principio de una era gloriosa, Wu completó el nombre de su reinado agregándole el prefijo “Tian-”. El resultado, Tianzhou, quiere decir “concebido por el cielo”.

Reformas significativas

La emperatriz Wu mejoró el sistema de educación pública de China. Para esto contrató profesores con una probada instrucción, y reorganizó los métodos de enseñanza.

En lo referente a la producción, se ordenó la reforma del departamento de agricultura y el sistema de impuestos; algo que permitió recompensar los esfuerzos de los campesinos con mayores cultivos. Wu también ordenó que se redactaran y distribuyeran manuales agrícolas en las poblaciones rurales.

Durante este período también se organizaron equipos para examinar la tierra y construir zanjas de irrigación para facilitar la siembra. Resulta además notable el empeño que puso la emperatriz en redistribuir la tierra, para que todos tuvieran porción de terreno cultivable igual o semejante.

Cabe resaltar que durante el mandato de Wu la producción agrícola alcanzó un máximo histórico inédito.

La emperatriz también reformó los cuerpos militares, ordenando exámenes periódicos para que los comandantes demostraran su competencia. Su éxito en las campañas contra Corea inspiró confianza en sus generales, quienes nunca desafiaron las decisiones de Wu en materia de defensa militar.

Derrocamiento

El 20 de febrero del año 705 d. C., a los 81 años, un golpe de estado retira a Wu Zetian del poder. Sus ministros fueron ejecutados, y la emperatriz obligada a abdicar.

Le sucedió como emperador su hijo Zhongzong, quien restauraría la dinastía Tang. Wu moriría meses más tarde.

Con información de: China Simplified / Muy Historia / Wikipedia / Imagen de portada:

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