Una joven estadounidense se muda a Francia para trabajar como bailarina. Se convirtió en la Venus de bronce, la vedette más famosa del país, la espía más sensual de toda Francia y un icono de la lucha por los derechos civiles; aquí te contamos toda la historia.
¿Quién fue Joséphine Barker? La Venus de bronce
Joséphine Barker (1906-1975) fue una bailarina, cantante y vedette de espectáculos, reconocida por ser la primera estrella negra del Music Hall de Francia. De cuerpo despampanante y piel morena, asumió un rol protagónico en las causas sociales que consideraba justas. Luchó contra la discriminación racial y hasta fue espía en la Segunda Guerra Mundial.
Una infancia llena de trabajos forzados formó a la Vedette
Nació en St. Louis, Mississippi. Su padre la abandonó desde muy pequeña y su madre no podía costear los gastos de la casa por lo que se vio obligada a trabajar desde niña. Fue mesera, niñera, cocinera, ama de llaves y hasta cantante.
Su niñez fue muy dura, se casó a los 13 años buscando mejorar su situación económica pero fue un rotundo fracaso. Barker tuvo más de 3 esposos en su vida, el más trascendental fue Willie Barker, un guitarrista de blues que la ayudó a descubrir su talento por la música y le dio el apellido que la hizo famosa.
Decidida a triunfar comenzó a mostrar su talento en bares y fiestas, su personalidad impactaba a la sociedad norteamericana que consideraba que la sensualidad de Barker era «tabú«. Huyendo de la censura decidió partir a Francia, donde encontró un público dispuesto a aplaudir sus shows eróticos.
Francia, un mundo sin censura la catapultó a la fama
Mientras que en su tierra natal era considerada un tabú –por su color de piel y su estilo de baile-, en Francia su erotismo fue admirado y se convirtió rápidamente en una de las vedettes más famosas e importantes del Music Hall. Era la musa de muchos empresarios que le hacían llegar costosos obsequios. Su fama creció como espuma gracias a su extravagante personalidad y a su icónico look de torso casi desnudo y falda hecha de bananas. Se le empezó a llamar la Venus de bronce.
La espía más sensual de la Segunda Guerra Mundial
Además de ser un sex symbol, Joséphine Barker fue espía encubierta. Cuando los nazis tomaron París la cantante se dedicó a resguardar a miembros de la resistencia en su casa, los protegía y servía de mensajera oficial. Estaba contratada por Jacques Abtey, jefe de la contrainteligencia militar en París.
Su estilo de vida hacía que pudiera viajar constantemente con la excusa de que tenía giras o conciertos fuera de la ciudad, por lo que los soldados nunca le impidieron el acceso. Esto la ayudó a enviar miles de mensajes, escribiendo con tinta invisible en los textos de sus canciones, y salvar la vida de varios miembros de la resistencia.
Al ser la vedette más conocida y aclamada del momento, su presencia representaba una enorme distracción, por lo que asistía a fiestas privadas de los más importantes miembros de la política francesa y alemana para sacar información.
Su arduo trabajo la hizo merecedora de la Medalla a la Resistencia Francesa, este honor se lo entregó el general de Gaulle. Joséphine se convirtió ciudadana destacada.
Modelo de Picasso, musa de Hemingway y estrella de cine
La Venus de bronce conquistaba los corazones de todos los que tenían la oportunidad de compartir con ella. Su cuerpo escultural, su actitud sensual, jocosa y jovial enamoraba hasta a los más grandes artistas. Tenía tanta fama que logró abrir su propio club nocturno (Chez Joséphine), tuvo tanta relevancia social que llegaron a ella numerosos directores de cine (protagonizó más de 5 películas francesas).
Una luchadora de los derechos civiles
Pese a que renunció a su nacionalidad americana y adoptó la francesa, su tierra natal nunca le dejó de importar. Luchó incansablemente por los derechos civiles y la discriminación racial. Participó en la Resistencia francesa, actuó en numerosas ocasiones para animar a los Aliados durante la guerra y apoyó en Cuba los movimientos de promoción social afroamericanos.
Su deseo de ser madre la hizo adoptar 12 huérfanos
Después de llegar a la cúspide de su carrera, decidió tomar un break y cumplir su más grande deseo: ser madre. En su juventud después de un aborto espontáneo se vio obligada a extirparse los ovarios, por lo que era imposible tener hijos biológicos. Para solucionar el problema, decidió recorrer orfanatos y adoptó 12 de los niños que más la cautivaron y los comenzó a llamar “la tribu arcoíris”.
¿Qué sucedió con Joséphine Barker?
Tras adoptar sus 12 hijos, decidió hacer una gira con un show modificado que los incluyera y resultó ser todo un éxito. Al finalizar había jurado no volver más a los escenarios y dedicarse de lleno a la maternidad, pero al casarse con el director de orquesta Jo Bouillon, decidió darle una segunda oportunidad al espectáculo y volvió numerosas veces -aunque dicen que fue por problemas económicos-.
En 1975, aceptó ser la estrella principal de un show en el club Bobino de París -uno de los más respetados- con el propósito de celebrar sus 50 años como estrella de teatro. El show fue un éxito rotundo y Barker estaba extasiada, hasta que una semana después, tuvo una hemorragia cerebral que acabó con su vida a los 68 años.
Hoy es reconocida como una de las artistas más completas y emblemáticas de todo el mundo y es un icono de la lucha contra la discriminación racial.
Aquí tienes una de sus presentaciones:
Con información de: PlayBuzz / MentalFloss / TheMindCircle / Biography
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