Decía el siempre mordaz Mark Twain, que rechazar un premio es otra manera de aceptarlo, pero haciendo más ruido. Y es posible que algo de eso haya en las razones que han llevado a muchos premiados a negarse a ser reconocidos oficialmente.
Jean-Paul Sartre
El escritor francés Jean-Paul Sartre fue uno de los principales representantes del existencialismo en Francia.
En una carta a la Academia Sueca, Sartre indicó que rechazaba el premio porque tenía por regla declinar todo reconocimiento o distinción, y porque «los lazos entre el hombre y la cultura deben desarrollarse directamente, sin pasar por las instituciones». Asimismo, Sartre pagó un anuncio en el diario francés Le Figaro en el que indicaba que no aceptaba el premio porque no quería ser «institucionalizado ni por el Oeste ni por el Este».
Sartre lo consideraba un «premio burgués».
Le Duc Tho
El revolucionario Le Duc Tho, uno de los principales negociadores de los acuerdos alcanzados con Estados Unidos tras la Guerra de Vietnam, en 1973, rechazó el premio argumentando que su país «todavía no estaba en paz».
El Nobel de la Paz le fue concedido conjuntamente al secretario de Estado de Estados Unidos Henry Kissinger y al general y diplomático vietnamita Le Duc Tho.
Los dos funcionarios fueron claves en la firma del acuerdo de paz para ponerle fin a la guerra de Vietnam.
George C. Scott
Quien había afirmado que «los Oscar se han convertido en un parque de atracciones internacional donde las carreras de los actores viven o mueren en función de si ganan o no el premio», prefirió pasar la noche de la ceremonia «viendo un partido de hockey en la televisión». El actor también había dicho que la entrega de los Oscar es «un desfile de carne y pura ostentación pública, con trama de suspenso por razones económicas».
Boris Pasternak
En 1958, el novelista y poeta moscovita Boris Pasternak fue nominado al Nobel de Literatura por «sus importantes logros tanto en la poesía lírica contemporánea como en el campo de la gran tradición épica rusa.
El autor de Doctor Zhivago envió una carta de agradecimiento a la Academia Sueca, explicando lo «agradecido» y «sorprendido» que se sentía por la distinción. Días después, sin embargo, envió otra carta, bajo una intensa presión del gobierno soviético: «Considerando el significado que este premio ha tomado en la sociedad a la que pertenezco, debo rechazar este premio inmerecido que se me ha concedido. Por favor, no lo tomen a mal».
Dudley Nichols
Nichols inicialmente rechazó el Premio de la Academia que recibió por The Informer debido a una disputa entre el Screen Writers Guild, del cual era presidente en 1937 y 1938, y la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Aunque el Gremio de Guionistas estaba en huelga en ese momento, Nichols finalmente recogió el premio en la ceremonia de los Oscars de 1938. A lo largo de su carrera, escribió más de 70 guiones, destacándose especialmente en su colaboración con Hagar Wilde en La fiera de mi niña (Bringing Up Baby, 1938), protagonizada por Katharine Hepburn y Cary Grant.
Thomas Piketty
Thomas Piketty, cercano al Partido Socialista Francés, fue un crítico frecuente de la política del presidente François Hollande. Piketty reprochaba a Hollande haber abandonado su promesa electoral de realizar una profunda reforma fiscal que incluyera una mayor progresividad de los impuestos, una de las principales ideas defendidas por el economista.
Al rechazar su designación para ser condecorado con la Legión de Honor del año 2017, el economista Piketty declaró: «Acabo de enterarme de que me habían propuesto para la Legión de Honor. Rechazo esta designación porque no creo que sea el papel del Gobierno decidir quién es honorable. Valdría más que se consagrara a la recuperación del crecimiento en Francia y en Europa». «Nadie me avisó de esta nominación. Les habría disuadido de hacerlo«, agregó.
Adolf Butenandt
El también bioquímico Adolf Butenandt obtuvo el Nobel de Química en 1939 por sus investigaciones sobre las hormonas sexuales. Le fue concedido conjuntamente con el científico croata Leopold Ruzicka.
En la década de los años 30, Butenandt contribuyó a mapear varias hormonas que se presentan respectivamente en hombres y mujeres.
«Después de determinar la composición de la hormona sexual femenina estrógeno, logró definir su estructura y una hormona relacionada, el estriol. También consiguió producir, por primera vez, una hormona sexual masculina en estado puro y determinar su composición química. Fue llamada androsterona», señala la organización.
Entre otras personas de gran relevancia que rechazaron el premio de la Legión de Honor se encuentran: Claude Monet; los compositores Hector Berlioz («No me importa nada vuestra Cruz, ¡dadme mi dinero!») dijeron al recibir la nominación. Maurice Ravel; las actrices Catherine Deneuve (acabó aceptando la condecoración posteriormente) y Brigitte Bardot («Mi Legión de Honor es para los animales que sufren»); los científicos Pierre Curie («No veo la necesidad») y Marie Curie; el dibujante Jacques Tardi («Prefiero seguir siendo un hombre libre, y no el rehén de ningún poder»); o el cantante Georges Brassens («[La Legión] es la insignia fatal que no perdona»).
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