Es una montaña de 2.140 m de altitud, en la zona sureste de Turquía. El monte esta coronado por estatuas pertenecientes a un túmulo funerario del siglo I a.C., una de las más ambiciosas construcciones de la época helenística.
Estas estatuas se encontraban sentadas y con los nombres de cada dios inscritos en ellas. Ahora, las cabezas de las estatuas se encuentran separadas de los cuerpos, probablemente a causa de terremotos, y se han colocado a los pies de los cuerpos sentados.
Próximamente, las esculturas serán trasladadas a un museo para evitar su deterioro debido a las condiciones climáticas y a los turistas.
Por Juan Andrés Ling
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