Por Álvaro Vito / Aunque fue su única novela publicada, ‘El retrato de Dorian Gray’ es todo un clásico literario de Oscar Wilde. Una historia sobre la belleza, la inocencia y el pecado, pero con un trasfondo complicado: la persecución de su autor. Conoce más sobre este libro, el cual resultó escandaloso en su momento, pero que ahora es un símbolo de la literatura del siglo XIX.
¿De qué trata el libro?
Basil Hallward es un artista que se admira por la belleza de un joven inocente llamado Dorian Gray, por lo que lo invita para ser retratado en una pintura. En medio de la sesión, Dorian Gray conoce a lord Henry Wottom, el cual empieza a comentarle al joven unas ideas particulares que serán capaz de sumergirlo en opiniones sobre el hedonismo y la belleza.
Ante esto, la obsesión de Dorian por su apariencia es cada vez más intensa, tanto así que declara a su retrato como el responsable de cargar con sus años de vida para así mantenerlo en vitalidad. Desde aquí, Dorian se encamina a los desenfrenos del pecado según la visión del mundo de lord Henry, mientras que el cuadro pintado por Basil carga con los efectos perversos de sus placeres.
Una novela que no envejece
En El retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde consiguió retratar una versión impecable de la doble moralidad presente en la sociedad del momento, donde la búsqueda insaciable de belleza y puritanismo tenía un trasfondo engañoso.
Esto se puede relacionar con el personaje de Dorian Gray, que su obsesión por mantener una apariencia hermosa lo llevaría de ser una persona inocente a cargada de corrupciones y viles acciones. Las influencias de lord Henry Wottom mueven a Dorian a explorar conceptos de vivir para el placer, poniéndolo en el pedestal de un verdadero sentido de la existencia.
Usar el arte como una representación del narcisismo, la mentira, la culpa y la desesperación fue, en efecto, una decisión magnífica de Oscar Wilde, la cual le permitiría consolidar a su única novela como un símbolo de la literatura universal que todavía se mantiene joven.
Así como dijo Santiago Posteguillo sobre El retrato de Dorian Gray para el diario La Razón en 2020: “Es una magnífica lección de crítica a la doble moral, a la hipocresía de las clases dominantes”.
El gran reto de Oscar Wilde
En 1890 salió la primera publicación de El retrato de Dorian Gray, y para nada quedó al incógnito; para entonces parecía ser el sinónimo de un libro altamente impuro.
Esta creación de Oscar Wilde se volvería el detonante para que el marqués de Queensberry acusara al escritor de homosexualidad, cosa que era un delito para aquellos días; el marqués era padre de Alfred Douglas, amante de Oscar.
Para prevenir más inconvenientes, Oscar intentó eliminar material original de El retrato de Dorian Gray, donde, por ejemplo, se ideó una relación íntima entre Basil Hallward y Dorian Gray, pero culminó todo en hacerlos buenos amigos. A pesar de todo esto, la acusación llegó a mayores y en 1895 el autor fue condenado a dos años de prisión y a trabajos forzados.
La vida de Oscar Wilde cambió radicalmente posterior a esa experiencia inhumana. Optó por no verse más nunca con Alfred Douglas y su matrimonio legal con Constance Lloyd llegó al punto de que el autor tenía una prohibición de ver a sus dos hijos. En medio de la indigencia y entregado al catolicismo, Oscar Wilde murió el 30 de noviembre de 1900 a la edad de 46 años.
Algunas frases de la novela
- “Como todas las buenas reputaciones, cada éxito nos trae un enemigo. Para ser popular es preciso ser mediocre”.
- “Vivimos en una época en la cual las cosas innecesarias son nuestra única necesidad”.
- “La ventaja de las emociones es que nos llevan por el mal camino, y la ventaja de la ciencia es que excluye la emoción”.
- “El alma es una terrible realidad. Se puede comprar y vender, y hasta hacer trueques con ella. Se la puede envenenar o alcanzar la perfección. Todos y cada uno de nosotros tenemos un alma”.
Con información de: La Razón | Clarín | Cultura Genial | Frases y Pensamientos
Portada: Shutterstock
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