El uso del hielo se remonta históricamente hasta los griegos y romanos, quienes se encargaban de enfriar sus bebidas con el hielo invernal que almacenaban en instalaciones especiales; pero, no fue sino hasta el siglo XVIII cuando empezó a comercializarse.
Frederic Tudor compartiendo un pícnic con su familia bromeó sobre la posibilidad de vender bebidas frescas en el Caribe, lo que generó burlas; pero, impulsó su interés por lograrlo. Así fue como luego de comprar su barco se dirigió a Martinica con 80 toneladas de hielo, un fracaso total pues no pudo convencer a los lugareños de enfriar sus bebidas tradicionales; sin embargo, esto no lo detuvo y se adueñó de todas las herramientas de marketing de la época para posicionar su propuesta, incluso aplicó la degustación gratuita. Así fue como en ese tiempo el hielo -y sin la tecnología que se dispone hoy- empezó a utilizarse en bares. A finales del siglo XIX, con la creación de los refrigeradores se fue perfeccionando la técnica y hoy podemos disfrutar del hielo en diversas formas.
¿Quién inventó el hielo?
En la antigüedad, los alimentos y bebidas se mantenían fríos con hielos de las montañas que envolvían en paja, pieles o colocaban en pozos. En 1748, William Cullen de la Universidad de Glasgow hizo la primera demostración de refrigeración artificial; pero, fue en 1834 cuando el norteamericano Jacob Perkins dejó boquiabierto al mundo al patentar una máquina de hacer hielo, antecesora de las neveras actuales: esta máquina fabricaba frío a partir del calor de sus fricciones. Cuando el papa Gregorio XVI se enteró del invento de Perkins comentó:
“Ya saben fabricar hielo… eso es meterse en el terreno de Dios. Ahora van a llevar su irreverencia blasfema hasta el extremo de fabricar sangre”.
El hombre siempre ha hecho uso de los recursos que proporciona la naturaleza para mejorar la calidad de vida. Los egipcios, los griegos, los romanos, incluso en Mesopotamia se hacía uso del hielo, dado que se almacenaba en construcciones especiales creadas para conservar la nieve y hacer uso de ella en distintos ámbitos, desde la cocina, para conservar y enfriar alimentos, hasta la medicina para bajar la fiebre, aliviar dolor o conservar medicamentos.
Tipos de hielo
El hielo es un ingrediente fundamental en la preparación de un cóctel cuando se desea ofrecer un servicio de calidad. Muchas veces el bartender se preocupa por elegir los ingredientes del cóctel y se olvida de la importancia que representa la presencia de un buen hielo. El hielo no solo sirve para enfriar bebidas, también contribuye con el sabor del cóctel, pues al disolverse, si no es de calidad, puede otorgar un sabor desagradable y arruinar un buen trago.
Existen varios tipos de hielo que todo bartender debe conocer y saber cómo utilizar. En esta oportunidad presentaremos los siguientes:
• Hielo en bloque
Se utiliza con bebidas en las rocas, pues tarda más en diluirse y mantiene la bebida fría por más tiempo.
• Hielo en cubos
Es ideal para servir refrescos, tiende a derretirse rápido.
• Hielo crush o frappé
Es ideal para bebidas dulces, para servirlas, mas no mezclarlas.
• Hielo fizz
Es un hielo pequeño que tiene la capacidad de enfriar rápidamente, suele utilizarse para refrescar las cocteleras y la cristalería; se derrite con gran facilidad.
• Hielo en esferas
Ha sido el más reciente en llegar a los bares. Recalcando la importancia del hielo, fue creado para mantener la temperatura del cóctel por más tiempo otorgando equilibrio y calidad.
Si bien el objetivo del hielo es enfriar las bebidas, no se puede olvidar que este ayuda a mezclar ingredientes en la coctelera, para así diluir jugos de frutas y el azúcar, para hacer homogéneas las mezclas por su temperatura y volumen; asimismo, otorga un equilibrio al cóctel. Además, se puede dar un toque personal en la preparación del hielo agregando elementos que no distorsionen el sabor del cóctel, y que sí realcen su gusto.
Foto: Shutterstock
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