En la mitología griega, Dioniso es indudablemente una de las deidades más interesantes gracias a su origen, su culto y sus repercusiones en la edad moderna. ¡Te invitamos a conocer el doble nacimiento de Dioniso, el dios del vino, las fiestas y el placer!
¿Quién es Dioniso el dios del vino?
Dioniso es el dios de vino y la fertilidad. Conocido por formar parte de los dioses olímpicos, es decir, las deidades que originalmente habitaban en el panteón del monte Olimpo, Dioniso ha trascendido en la mitología griega por su personalidad extrovertida, siempre asociada a las fiestas, la embriaguez y el éxtasis.
Si bien los historiadores aseguran que Dioniso ya era adorado por las comunidades micénicas, no se conoce con exactitud de dónde se origina su culto. No obstante, en cada una de las percepciones que se tienen hacia su personalidad, se le dibuja como un extranjero.
Dioniso en la mitología romana
Dentro del culto que Dioniso representaba para la antigua Roma, la figura de Dioniso coincide, sin lugar a dudas, con Liber o «Liber Pater», en latín, el patrón de los plebeyos de Roma. Al igual que Dioniso -quien adoptó el nombre de Baco-, se trataba del dios de la fertilidad, el vino y la libertad.
El nombre de Baco proviene del término «bacanal», en alusión a las fiestas organizadas por sacerdotisas, y cuya popularidad se debe, principalmente, a la ingesta de vino sin cautela, la realización de orgías y a los ritos que, antes de Baco, eran dedicados al dios Pan.
El doble nacimiento de Dioniso
Existen dos versiones del nacimiento de Dioniso, una donde es hijo de Zeus y Sémele, y otra en la cual su origen proviene del mismo dios, pero esta vez con Perséfone, la reina del inframundo.
En la primera versión, el nacimiento de Dioniso se concibe como un momento prematuro y vulnerable. Sémele era una mortal, hija del rey Cadmo de Tebas. Su naturaleza hizo que Hera -la esposa de Zeus-, encolerizada por la infidelidad, acudiese a ella mientras se encontraba encinta, y sembró en su mente la duda de si Zeus era verdaderamente el padre de la criatura que cargaba en su vientre, con la finalidad de alejarla.
No obstante, Sémele le pidió a Zeus que demostrara toda su gloria. Al hacerlo, la mortal no fue capaz de soportar la visión de los truenos, los rayos y todo el poder contenido en el dios, por lo cual, pereció carbonizada.
Con la finalidad de rescatar a su hijo, Zeus logró rescatar el pequeño cuerpo y lo implantó en su muslo, hasta completar su gestación.
En la segunda versión, Hera ordenó a los titanes a descuartizar al recién nacido, quienes lograron su cometido antes de que llegara Zeus a rescatarlo, a excepción de un único órgano, su corazón.
De acuerdo con la mitología griega, Zeus empleó el corazón para volver a dar vida a Dioniso, pero esta vez en el vientre de Sémele. Otras versiones de esta historia indican que Zeus recogió los pedazos de su hijo y los unió en un caldero. Esto último hace referencia a la resurrección de Osiris, en la mitología egipcia.
Con información de: Britannica / Greek Gods And Goddesses / Decorar Con Arte / Historia Arte / Greek Gods / Foto: Shutterstock
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