El mito fáustico del hombre ambicioso que le vende su alma al Diablo, ha sido representado innumerables veces en la pintura, el teatro, la ópera, el cine y, por supuesto, la literatura. ¿Sabes de qué país proviene esta leyenda y cuál fue su origen? ¡Aquí te lo contamos!
La leyenda de Fausto está basada en hechos reales
Fausto es un personaje que proviene de la tradición alemana, es el protagonista de una leyenda clásica. Él es un intelectual que ambiciona trascender los limites ordinarios y conocer, experimentar y obtener más poder.
En fin, insatisfecho con su vida invoca al Diablo para hacer un pacto, le vende su alma a cambio de conocimiento sobrehumano y poder disfrutar de ilimitados placeres mundanos, hasta que llegue el día de entregar su alma.
Según los críticos e historiadores esta historia se inspiró en Johann Georg Faust, un doctor alemán conocido en la región por sus saberes; se decía que practicaba la alquimia y un tipo de magia oscura. La leyenda nos cuenta que este soberbio personaje trató de engañar al Diablo pero murió en 1540 en Staufen-Brisgovia, por una explosión provocada por el maligno mientras trabajaba con sustancias químicas.
A finales del siglo XVI esta leyenda ya ha sido publicada en varios libros populares, pero sin mucha calidad estética o literaria.
En la época del barroco, un contemporáneo de Shakespeare, se encargaría de llevar esta historia más allá de las fronteras alemanas.
El doctor Fausto de Christopher Marlowe
En esta obra de teatro trágica podemos ver a un Fausto con mayor profundidad como personaje. Además, la historia cuenta con elementos religiosos, personajes importantes y formas estilísticas que no se encontraban en las obras anteriores.
Resumen de la obra
El doctor Fausto está decidido desde el comienzo de la historia a cumplir su deseo insaciable de adquirir honor, reconocimiento y poder por medio del conocimiento. Deseo que lograra trascendiendo los límites humanos, ingresando a las artes oscuras.
Fausto es consciente de que se está condenando a sí mismo pero no sabe la dimensión de este castigo, él cree que puede manejar lo demoníaco. No es consciente de lo que significa el infierno; a pesar de que Mefistófeles, siendo el encargado de que Fausto culmine su caída, se lo advierte, debido a la empatía que le produce su desconocimiento e inmersión en la ruina.
Fausto soberbiamente hace caso omiso a su aviso y reniega totalmente de Dios. Llegado a este punto en la obra, vemos cómo sucede la transformación paulatina de Fausto convirtiéndose en un ser totalmente maligno que aunque tiene plena consciencia de lo moral, no puede arrepentirse debido a su altivez: “Me he vuelto tan insensible que no me puedo arrepentir. Apenas puedo nombrar la salvación, la fe o el cielo, sin que ecos aterradores atruenen en mis oídos”.
La tragedia de El doctor Fausto finaliza con las suplicaciones desesperadas del soberbio protagonista, no producidas por el arrepentimiento sino por su temor al reconocer su eterno castigo.
Los Faustos posteriores
La historia de Fausto cobraría más éxito y popularidad cuando fue reescrito por el gran escritor alemán Goethe. A partir de esta obra, muchos artistas, novelistas, poetas, dramaturgos y músicos deciden explorar el tema fáustico y aportar su versión para enriquecer o dar matices a este mito universal.
Si bien la ambición y el conocimiento son los temas centrales en el origen de la leyenda, la belleza, la juventud, la conciencia, el dilema moral y la asertividad son tópicos que también destacan las versiones posteriores.
En la actualidad el mito fáustico se sigue recreando en la cultura popular en nuevos formatos, en series como Los Simpson, asimismo en mangas y animés.
Con información de Revista de Libros / La otra H / BBC / Marlowe, C. (2012). Doctor Faustus. Fundación siglo de oro
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