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El budismo y la espiritualidad de los gatos

El budismo y la espiritualidad de los gatos

A lo largo de los años, los gatos han sido considerados unos animales misteriosos, elegantes y cargados de armonía, además de ser unos seres que transmiten calma, aplomo y mucha ternura… Para el budismo, estos felinos representan la espiritualidad; esto es gracias a una leyenda que se originó hace muchos siglos atrás. ¡Aquí te contamos cuál es!

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El gato es un animal que se rige por sus instintos, al ser un animal despreocupado, inmediatamente se convierte en un ser misterioso con el que nunca llegamos a conectar por completo…

Estos felinos ven mucho más allá de nuestros sentidos; ya sea en sus horas de siesta o de juego, estos seres ahondan en nuestra alma con su afinado olfato. Alivian tristezas y nos atrapan con sus nobles y misteriosas miradas.

Está científicamente comprobado que el ronroneo de los gatos alivia los síntomas de la depresión.-

Al recorrer los diversos templos budistas ubicados en el continente asiático, es normal encontrarse con numerosos gatos transitando los alrededores de estos templos o verlos durmiendo en el regazo de una de las múltiples figuras de Buda, que están en los jardines de estos santuarios… Y es que estos templos se han convertido en su hogar, todo gracias a una leyenda que ha transcurrido a lo largo de los siglos y que aún se mantiene…

Cuando un gato llega al hogar, se dice que equilibra las energías, puesto que a través de ellos podemos descargar nuestras ondas negativas, pero ellos no se quedan con dicha negatividad, sino que la canalizan directamente a la tierra.-

Buda y el gato

Cuenta la leyenda que un gato se quedó dormido sobre la túnica de Buda y este para no molestarle ni perturbarle el sueño, cortó el pedazo de tela alrededor del felino y se alejó sin despertarle…

Posteriormente, un maestro del budismo zen tenía un gato que le acompañaba en sus clases de meditación disfrutando de su compañía… Luego de la muerte de este maestro zen, el más cercano de sus discípulos continuó con la tradición de mantener al gato en las clases de meditación

Se dice que el gato y la serpiente fueron los únicos animales que no se conmovieron con la muerte de Buda. Su “insensibilidad” se debió a su sabiduría.-

Pasó el tiempo y esta historia fue llegando a los otros templos budistas que igualmente, comenzaron a integrar estos felinos en sus meditaciones… Hasta que le tocó asumir el rol de Buda a un maestro alérgico al pelo de este animal, por lo que terminó destituyéndolo de acompañante en las sesiones de meditación…

Finalmente, luego de muchos siglos, el gato fue reivindicado y está presente nuevamente en el hogar del budismo.

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La leyenda budista sobre los gatos

Esta leyenda tiene sus raíces en el budismo theravada, o el budismo del linaje de los antiguos…

En el Libro de los poemas del gato o Tamra Maeo, uno de los libros mayormente conservados en la Biblioteca Nacional de Bangkok se encuentra una historia acerca de la espiritualidad de los gatos…

Para la orden budista Fo Guang Shan, los gatos son como personas que ya han alcanzado la iluminación.-

Esta leyenda dice que cuando una persona fallecía, su alma se unía al cuerpo de un gato vivo…

Esto generó que los tailandeses de aquella época enterraran a sus familiares fallecidos junto a un gato vivo, pero como la religión budista respeta tanto la vida humana como la animal, estos dejaban una salida para el felino

Una vez que el animal volvía al exterior, los familiares del difunto quedaban en paz porque el alma de su ser querido ya estaba unida al gato y esto se mantenía así hasta que el felino muriera y finalmente ascendiera al plano iluminado que aguarda luego de una muerte física.

Con información de: Muchos más gatos | Paradais Sphynx  | Foto: Shutterstock

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